Las (muchas) cronistas de la Constitución

Las mujeres periodistas también impulsaron el cambio político y social de la España que dejaba atrás la dictadura para entrar en la democracia: protagonizaron un “desembarco masivo” en el Congreso, donde pelearon por romper esquemas y contar a los españoles el nacimiento de la Constitución.

Aunque fueron ellos los que se llevaron las medallas de la épica periodística de la Transición, fueron muchas las cronistas parlamentarias que estuvieron al pie del cañón, a pesar de las dificultades añadidas de ser mujer en la época, para narrar con enorme talento la apasionante transformación que experimentaba la sociedad española.

Cuando se cumplen 40 años del texto constitucional, varios profesionales se unen en este reportaje de EFE para reivindicar su papel.

Una de las figuras periodísticas clave de la Transición fue Soledad Gallego-Díaz, ahora directora de El País, y responsable hace cuatro décadas, junto a José Luis Martínez y Federico Abascal, de publicar la exclusiva del borrador de la Constitución. Su mensaje es claro: ellas eran tanto como ellos y trabajaron igual, o más, que sus compañeros.

“La tradición hubiera obligado a que las mujeres fueran más lento en ese momento, pero todo iba tan deprisa que las mujeres también iban muy deprisa. Iba deprisa el cambio político, iba también deprisa el cambio de las mujeres. (...) Coincidieron muchas cosas para hacer que en ese momento las mujeres en la información parlamentaria y política tuvieran un papel que no era el esperado”.

La periodista Ana Pastor, que también ha celebrado su cuarenta aniversario en 2018, pide aprovechar esta efeméride para reconocer “todo el camino que abrieron” estas mujeres, esta generación que “peleó por tener un feminismo activo y presente en las redacciones” y que no lo tuvo “nada fácil” porque el machismo entonces no tenía tanta visibilidad.

“Nos abrieron muchos caminos y no debemos desaprovechar esa oportunidad que ellas nos dieron. Ha habido un salto, en medio hubo una especie de espacio en blanco para todas nosotras, y ahora estamos intentando retomar su testigo y esperemos estar a la altura porque ellas lo tuvieron todavía mucho más difícil”, incide la directora de “El Objetivo”.

La periodista y escritora Julia Navarro reivindica a las compañeras que trabajaron de la mañana a la noche “pico y pala” junto a la puerta de la Comisión Constitucional para informar del momento histórico que vivía el país.

“Sol Gallego-Díaz estaba allí, Pilar Urbano estaba allí, Pilar Cernuda estaba allí, Consuelo Álvarez de Toledo estaba allí, Charo Zarzalejos estaba allí, Susana Olmo estaba allí, Amalia Sánchez Sampedro estaba allí, Raquel Heredia estaba allí, yo estaba allí”, recuerda.

Y la escritora también quiere homenajear a las veteranas Josefina Carabias y Pilar Narvión, quienes “cobijaron bajo su sabiduría, bondad y generosidad” a las jóvenes que llegaron al Congreso en un “desembarco masivo” para hacer información política.

“Hubo mujeres muy importantes. (...) Encontrar mujeres con una extraordinaria importancia en la acción política, pública y periodística no es difícil porque había nombres propios muy destacados. Lo que ocurre es que estaban completamente diluidas por su género, eran como ínsulas en el océano”, reconoce el comunicador Iñaki Gabilondo.

Gallego-Díaz destaca la naturalidad con la que las mujeres periodistas trabajaban junto a sus compañeros varones y los diputados: “Estábamos desde las 9 de la mañana a las 11 de la noche juntos, en un mismo espacio, haciendo lo mismo, peleando por los teléfonos y tenías que compartir todo”.

Sin embargo, Navarro critica el paternalismo que sufrieron las mujeres periodistas por parte de los políticos.

“Si pedías una entrevista con el presidente del Gobierno tenías muchas más posibilidades de que se la diera a un hombre”, lamenta y narra que varias periodistas mujeres (la propia Navarro, Cernuda, Urbano, Zarzalejos y Álvarez de Toledo) formaron el colectivo denominado “Los desayunos del Ritz” para, unidas, lograr obtener más información.

“Nos era más fácil juntas conseguir entrevistas importantes que por separado, por el hecho de ser mujeres. (...) Teníamos más dificultades, era una constatación real”, remarca.

Han pasado 40 años, son varias las mujeres que ocupan puestos de dirección en los medios de comunicación, pero aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad real en la profesión.

“Todas las mujeres periodistas han sido injustamente tratadas, absolutamente todas, en el sentido de que no podían acceder a los cargos de dirección importantes, te quedabas en redactora jefe, que era el tope para las mujeres. (...) Las mujeres no estaban ni están ahora en la zona de opinión”, asevera Gallego-Díaz.

Navarro añade que aún es necesario “ampliar espacios” porque son muy pocas las mujeres directoras, si bien destaca el avance del movimiento feminista que ha logrado incluir en la agenda política y social los problemas que afectan a las mujeres todavía en el siglo XXI.

“Nosotras ahora tenemos más altavoces para la queja porque sigue existiendo el machismo”, advierte Pastor.

Y Gabilondo tiene claro que el impulso de la mujer ha sido una de las principales claves para el desarrollo y cambio que ha experimentado el país en las últimas cuatro décadas.

“El elemento más determinante de la transformación que ha vivido España en estos 40 años es el paso protagonista de la mujer, que ahora mismo es el sector más dinámico y motor de la sociedad”, concluye el periodista.

Violeta Molina Gallardo y Raquel de Blas