Una muestra recoge en Vigo la faceta del Dalí ilustrador de obras literarias

La sala de exposiciones del teatro Afundación en Vigo acoge desde hoy una muestra sobre una de las facetas quizá más desconocidas de Salvador Dalí, la de ilustrador de grandes obras de la literatura universal.

En lo que se conoce como los “ciclos literarios”, Dalí ilustró medio centenar de títulos como la Divina Comedia, Alicia en el País de las Maravillas, Las Mil y Una Noches, El Arte de Amar o La Vida es Sueño.

Esta exposición, “Salvador Dalí. Contador de historias”, está compuesta por 72 grabados y estampas sobre El Quijote de Cervantes, las Fábulas de La Fontaine y Los sueños caprichosos de Pantagruel, de François Rabelais.

Estas obras, cedidas por el Museo de la Estampa y el Grabado, son las particulares interpretaciones que el genio de Figueras hizo de las ilustraciones de otros artistas, a las que aportó su toque personal.

En ellas aparecen elementos comunes de su obra, como las hormigas, las alubias, paisajes desérticos o animales de figuras alargadas.

Gloria Patón, una de las comisarias de la exposición, ha explicado durante su presentación que la selección de estas tres obras literarias concretas se debe a que todas abordan los pecados capitales, los vicios, los defectos, la crítica social e institucional.

Y quizá aquella con la que más se identifica a Dalí es El Quijote, personaje al que consideraba como una especie de alter ego, ha señalado la comisaria.

De hecho, el artista llegó al punto de firmar obras y dedicatorias como un pequeño Quijote, convencido de ser una suerte de “justiciero”, de “vengador”.

Patón aprecia paralelismos entre Gala y Dulcinea y entre Gala y Sancho, así como en el amor de ambos por los libros y cierto toque de locura.

Charo Sanjuan, coordinadora de la exposición, que antes pasó por Zaragoza con un “gran éxito de crítica y público”, ha hecho hincapié en la faceta didáctica de la misma, ya que permite un doble acercamiento al trabajo de Dalí y a las grandes obras literarias que ilustra.

Asimismo, ha destacado el apoyo que supone que cada grabado y cada ilustración vayan acompañados del dibujo original en el que se inspiró Dalí para darles su toque personal.