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Free jazz: los negros inventaron el futuro

Modern Jazz Giants: Miles Davis

Patricia Godes

Sun Ra y su Arkesta actúan en el Colegio Mayor San Juan Evangelista. Estamos a finales de los 80. Los músicos llevan ponchos siderales. Su líder viene de Saturno y tiene antenas en la cabeza. Es la música de las esferas, un paseo por el espacio exterior en una noche de fiesta y descontrol. Cánticos, círculos mágicos, invocaciones y desenfreno. Cultos ancestrales y visiones futuristas. Un caos musical imaginativo y libre con paréntesis premeditados dedicados a r&b, ragtime y swing. Todo bajo el signo del buen humor y la sorpresa.

Los espectadores tenemos la sonrisa de oreja a oreja y, tal como salimos del concierto, nos ponemos en la cola para las entradas de la sesión de noche. Queremos permanecer todo el tiempo posible en el ingenuo y contagioso mundo mágico de Ra. Media vida ha pasado desde entonces. Ya no se celebran sesiones de tarde y noche. Ra falleció en 1993 y el Johnny , escenario de muchos de los mejores recuerdos musicales de los madrileños, peligra en el 2014.

Sonny Blunt, conocido como Sun Ra, pensaba que la música debía servir para educar y liberar a los negros, pero hoy día, la música de su raza ya no educa ni libera a nadie. La música libre, nerviosa, inquieta e inquietante llamada free jazz o new thing, la vanguardia de hace 60 años, la música que adelantaba el futuro, ha quedado en manos de los pocos clásicos supervivientes. Solo ellos la mantienen viva, con ayuda quizás de unos cuantos intelectuales blancos y algunos viejos hippies de los 70.

Debería haber sido la música del siglo XXI, pero, en el siglo XXI, la mayoría de pobladores de la Tierra no saben ni que existe y mucho menos que es la fuerza liberadora y emotiva más radical y absorbente del universo y que una buena velada de música libre improvisada puede ser una experiencia catártica y existencial que abre la mente, rejuvenece los tejidos y revitaliza el organismo mejor que el mejor trasmisor de materia que la ciencia ficción pueda inventar.

Pero también es verdad que los premios han llovido recientemente sobre Ornette Coleman y que dentro de las modas alternativas del momento, los festivales y las revistas tienden su oído y su mirada hacia estas músicas intrínsecamente innovadoras que nacieron en preclaras mentes negras en los años 50.

Un paseo a través del mundo free puede llevarnos a la última etapa de John Coltrane o al Miles Davis más sicodélico de su etapa free funk, al black power más radical, a las comunas y festivales contraculturales europeos, a los escritos teóricos de Schoenberg o Stockhausen… Para no meternos en líos, vamos a revisar 10 momentos históricos del free jazz en que han ocurrido realmente en el Estado Español. Como método, voy a pedir al lector que me permita ceñirme a algunos de mis recuerdos musicales más queridos y emotivos.

1. Miles Davis, 1974: TVE 2 Jazz Vivo, retransmisión diferida desde el Palau de la Música Catalana (Barcelona). Increíble pero cierto. En los 70 cualquier chaval/a tenía acceso a alucinar con la música más innovadora en la TV generalista. Una injusticia para los que no lo han vivido: preciso exigir estas cosas a la tele pública sin excusas. Acompañado por Michael Henderson, Al Foster, Mtume, Reggie Lucas, Pete Cosey y Dave Liebman, Miles repasó los sonidos e ideas de On the Corner causando un revuelo de desencanto entre los más cerriles admiradores de su época cool.

Para escuchar: On the Corner, Miles Davis. Columbia Records, 1972.

2. Archie Shepp, 1982: Club de Música y Jazz San Juan Evangelista (Madrid). Al frente de su cuarteto, el legendario saxofonista dio un recital cargado de lirismo y colorido. Sus obsesiones siempre fueron el África ancestral y la tradición negra norteamericana. Posteriormente, le he visto más centrado en esta última faceta, cantando más que tocando quizás a causa de la edad. No sé si es su caso, pero todos estos clásicos siguen al pie del cañón hasta que no pueden más no tanto por su amor a la música, como queremos creernos los melómanos, sino porque no tienen pensiones ni planes de jubilación.

Para escuchar: There's a Trumpet in My SoulThere's a Trumpet in My Soul, Archie Shepp. Arista Freedom, 1975.

3. Art Ensemble of Chicago, 1983: Festival de Jazz de Madrid, Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Inolvidable colorido, imaginación y fuerza. Percusiones africanas, metales en libertad, black power y mucha emoción para los que les veíamos por primera vez. Con vestimentas y pinturas africanas, utilizando centenares de instrumentos tradicionales, convencionales o extravagantes, el AEOC constituía un espectáculo fuera de serie y su música comunicaba un diluvio de sensaciones inéditas.

Para escuchar: Certain Blacks, Art Ensemble of Chicago, 1970. America.

4. Cecil Taylor, 1983: Festival de Jazz de Madrid, Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid. Un día muy recordado por los melómanos: al frente de su Unit & Dance Group -con Jimmy Lyons y William Parker-,Taylor nos ofreció una muestra rompedora de arte total, con danza, cánticos y expresión corporal. El Cirque du Soleil del free. Sin un respiro para el espectador, nos hizo pasar de las emociones más sutiles al entusiasmo y el jolgorio. Taylor es un pianista virtuoso e híper-energético, le gusta dar un cariz percutivo a su teclado y tiene recursos infinitos.

Para escuchar: Unit Structures, Cecil Taylor. Blue Note, 1966

5. Sun Ra, 1985: Velódromo de Anoeta, Donostiako Jazzaldia. El exuberante mundo fantástico de Ra en un entorno de grandes amantes y entendidos del jazz. Buenas vibraciones cósmicas. Ra visitó el Estado Español en numerosas ocasiones desde 1970. Sus experimentaciones electrónicas, sus investigaciones africanistas, su reivindicación de la tradición negra y sus polirrítmias, atonalidades y disonancias le convierten en un gran innovador y pionero desde los 50. Pero su sentido del espectáculo y su vocación de gustar y entretener no podían ser más de toda la vida…

Para escuchar: Space is the Place, Sun Ra. Blue Thumb Records, 1972.

6. Lester Bowie’s Brass Fantasy, 1992: Club de Música y Jazz San Juan Evangelista (Madrid). Fanfarria de metales bajo la dirección de Bowie con bata de laboratorio de tisú de plata azul. A mitad camino entre la marcha fúnebre y la banda de circo, la poderosa barrera de trombones, saxo y trompeta cortaba el aliento. Un ensamblaje perfecto entre ciencia ficción y tradición. Ancient to the future.

Para escuchar: Avant Pop, Lester Bowie - Brass Fantasy. ECM, 1986.

7. Evan Parker, 2004: Periferias, Centro Cultural del Matadero, Huesca. Cuando ya te crees que lo has oído todo, te queda Evan Parker. Un fenómeno de la naturaleza capaz de desencadenar con el tenor y el soprano una tormenta perfecta de rayos, truenos, graznidos y trinos con avalanchas y aludes de notas musicales aparentemente caóticas pero con intención y método en su locura. Pertenece a la vanguardia de la improvisación libre europea con, por ejemplo, Derek Bailey o Peter Brötzmann. Ha grabado con grandes figuras en diferentes formaciones, pero lo mejor es verle solo. Sería interesante echar una ojeada a la radiografía de su aparato respiratorio.

Para escuchar: The Snake Decides, Evan Parker. Incus Records, 1988.

8. Vandermark 5, 2005: Bogui Jazz, Madrid. Ken Vandermark es de Chicago, blanco y tiene solo 40 años. Ha obtenido un amplio reconocimiento incluso en los medios académicos. Este quinteto free de sutil influencia clásica -incluso barroca- es la más lírica de las diferentes formaciones que dirige este saxofonista y clarinetista. Su dúo con el batería Paal Nilssen-Love -en el festival Hurtacordel del 2007- constituyó un verdadero paseo por el infierno musical y sonoro: maravilloso. En el Johnny, 2008, con 4 corners y la bella y delicada trompeta de Magnus Broo (de Atomic), también estuvo sensacional. De lo mejor de la música actual.

Para escuchar: The Color of Memory, The Vandermark Five. Atavistic, 2005

9. Ornette Coleman, 2007: Festival de Jazz de Madrid, Centro Cultural de la Villa. Si es posible hacer comparaciones cuando se trata de un clásico y un maestro, esta fue la mejor de todas las veces que he visto al inventor del free jazz y los harmolodics. Entre el público, mucho hipster y gente conocida del mundo pop alternativo. Fuerza, vigor, imaginación, colorido y osadía en un músico de casi 80 años. Ornette al saxo alto, la trompeta y el violín, su hijo Denardo a la batería y dos contrabajistas y un bajo eléctrico… ¿se puede ser más atrevido? Pues la casa, llena a rebosar, casi se caía…

Para escuchar: The shape of jazz to come, Ornette Coleman. Atlantic Records, 1959.

10. Anthony Braxton, 2007: Festival de Jazz de Madrid, Club de Música y Jazz San Juan Evangelista. Poca gente para verle en su segundo concierto en Madrid. Acompañado por un trompetista y la joven guitarrista de Boston Mary Halvorson –favorita desde entonces- el saxofonista jugó mucho con la electrónica de su ordenador. Es el representante del free más cercano a la música clásica de vanguardia y no ha hecho ni hace jamás concesiones: o te gusta o te levantas y te vas… Bueno, pues aun así, a la salida, te quitaban literalmente los discos de las manos y tenías que recurrir a la fuerza para conservar tu copia y poder pagarla. Un buen símil de lo que ha ocurrido con la música en Madrid: menos gente, menos fantasmas y curiosos, pero los melómanos cada vez más entusiasmados y entregados. La pena es que, solo con ellos, los promotores no cubren gastos, no se arriesgan y la oferta musical sufre y se resiente.

Para escuchar: New York, Fall 1974, Anthony Braxton. Arista, 1974.

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