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LOS DISCOS DE LA SEMANA

Toda la 'movida' de Carlos Berlanga cabe en una caja

Luis J. Menéndez

Carlos Berlanga

IntegralLemuria musicPOP★8/10Integral

Lemuria Music, sello especializado en la recuperación del legado del pop español de los 80, publica el que posiblemente sea su lanzamiento más ambicioso hasta la fecha. Integral, como su propio nombre indica, recupera en un box set de edición limitada de 300 copias los cuatro trabajos en solitario de Carlos Berlanga tanto en CD como en vinilos de colores: Ángel exterminador (1990) en rojo, Indicios (1994) en naranja, Vía satélite (1997) en azul e Impermeable (2001) en cristal­. Además de esos cuatro discos la caja incluye tres más en formato CD con bonus tracks, remixes, maquetas, temas extraídos de bandas sonoras, inéditos y una serie de tomas en directo de 1994 y 1997. Son en total 45 temas extras del cantante fallecido en 2002.

La caja la completan un DVD y un libro. El DVD contiene por un lado todas las apariciones televisivas de Carlos en su etapa en solitario (en programas como En buena hora, 3x4 o De tú a tú). Pero también la grabación en vídeo del concierto que dio el 31 de octubre de 1997 en la sala Morocco de Madrid, toda una rareza teniendo en cuenta la aversión que Carlos Berlanga siempre mostró ante la prueba del directo. Se cierra con una entrevista para televisión a cargo de la popular presentadora (al menos durante aquellos años) Isabel Gemio.

El libro tiene formato 30x30 cms que reproduce el aspecto de un vinilo de 12“. Lo componen 60 páginas con escritos de Jorge Berlanga y Bernardo Bonezzi, y textos exclusivos para esta edición de Miguel Bosé, Pedro Almodóvar, Pablo Sycet, Luis Carlos Esteban, Alaska y Nacho Canut, Jesús Ordovás, Rafa Cervera, Paco Clavel, Ibon Errazkin, Pablo Lacárcel, Javier Furia, Juan Sánchez, Juan Sueiro y Luis Miguélez, además de ilustraciones a cargo del propio Carlos, una importante selección fotográfica con imágenes inéditas, su discografía documentada y las letras de todas sus canciones.

El precio de la caja obviamente es alto (120 euros), lo que posiblemente la sitúe fuera de las posibilidades económicas de muchos fans, pero se entiende lo elevado del coste en uno de los lanzamientos discográficos más exquisitos que se han llevado a cabo nunca con uno de nuestros artistas.

 

Coldcut

Only Heaven EPAhead Of Our Time / [PIAS]ELECTRÓNICA★6/10Only Heaven EP

El proyecto de Jonathan More y Matt Black se convirtió durante la década de los noventa en una de las células musicales más influyentes de la electrónica británica. En un contexto el que el house, la Intelligent Dance Music y el drum’n’bass dominaban la escena, Coldcut tendieron puentes entre el movimiento clubber de su país, la efervescente cultura hip hop y los sonidos negroides. Además, a partir de la estética corta y pega y el uso del sampler propiciaron la aparición de otras escenas masivas como por ejemplo el trip hop. Su influencia se puede rastrear en las innumerables referencias de peso del sello Ninja Tune, que More y Black fundaron en 1991.

Aunque sólo sea por eso, el retorno de Coldcut tras diez años sabáticos (su último largo, Sound Mirrors, data de 2006) es una noticia relevante. Lo hacen además de la mano de Roots Manuva, uno de los más notorios raperos británicos de las dos últimas décadas y que precisamente ha desarrollado su carrera en el subsello de Ninja Tune Big Dada. Y recurriendo a Dave Taylor (AKA Switch), actual productor de M.I.A., en lo que, suponemos, es una maniobra para actualizar su sonido.

Lo cierto es que una vez escuchados estos cinco temas cierta sensación de déjà vu es inevitable: en el elegante tema principal que da título al álbum los aires trip hop apenas se ven enturbiados con una serie de efectos que miran al grime. En Creative se apuesta por un dinámico deep house, que da paso al rap electrónico de Dreamboats (con Roses Gabor y, de nuevo, Roots Manuva) y el drum’n’bass a lo Photek de Donald’s Wig. Se cierra como empezamos, con Quality Control y Roots Manuva otra vez al mando. Correcto.

 

Isasa

<a href=“http://lacastanya.bandcamp.com/album/los-d-as” data-mce-href=“http://lacastanya.bandcamp.com/album/los-d-as”>Los días by Isasa</a>

Los díasLa CastanyaINSTRUMENTAL★7/10Los días

Aunque han pasado muchos años ya desde aquello, parece que Conrado Isasa sigue condenado a que se recuerde su paso por A Room With A View, una banda que hace ya cerca de dos décadas, cuando sus componentes eran prácticamente unos críos, ayudó a expandir en nuestro país los márgenes del hardcore. En apariencia poco queda de aquello en su faceta como guitarrista adscrito a lo que John Fahey bautizó como “American Primitive Guitar”. Pero en realidad el Isasa de ayer y el de hoy comparten esa aproximación a la música libre de ataduras, que trasciende los géneros por mucho que desde este lado nos empeñemos en encontrar el casillero en el que ubicarle.

Los días es su segundo largo con la firma de Isasa, con la que Conrado ha jugado a ser profeta alcanzando mayor repercusión fuera que dentro de nuestras fronteras: que un peso pesado como el ex Cul De Sac Glenn Jones afirme estar profundamente impresionado por Los días, da una ligera idea de la liga en la que actualmente juega el músico madrileño. Y lo hace precisamente soltando lastre con respecto a Las cosas, su disco de 2015 en el que se mostraba más constreñido en las formas al estándar establecido por Fahey, Robbie Basho y Leo Kottlke.

Un año más tarde la tradición norteamericana y la técnica de guitarra del fingerpicking son sólo una de las patas de un discurso musical que aspira a explorar nuevos universos a partir de la austeridad instrumental.

 

Solange

A Seat at the TableColumbia / SonySOUL★8/10A Seat at the Table

Solange Knowles ha desarrollado una peculiar carrera. Comenzó cuando siendo una niña estuvo a punto de incorporarse a Destiny’s Child e inevitablemente ha corrido a la par que la trayectoria de su hermana Beyoncé, esa sombra alargada. A pesar de ello, o tal vez precisamente como una suerte de consecuencia, Solange ha seguido su camino, una senda no carente de dificultades que tiene en A Seat at the Table su cota más alta. No sólo por tratarse de largo de su mejor disco hasta la fecha, sino también porque durante su concepción -empezó a trabajar en él hace ocho años- no han cesado de surgir dificultades, crisis artística y emocional incluidas.

Efectivamente, desde un punto de vista conceptual A Seat at the Table tiene ciertos paralelismos con Lemonade, el excepcional último disco de Beyoncé, como los tiene en realidad con casi todas las obras magnas recientes de la música afroamericana. El primer avance que conocimos del disco fue Rise, una canción inspirada en las revueltas por parte de la comunidad de color tras los asesinatos policiales de Ferguson y Baltimore. No es ni mucho menos el único guiño a la cuestión racial en un disco articulado mediante interludios en los que la propia Solange, su padre o su madre aportan desde diferentes puntos de vista testimonios sobre el tema de la segregación.

Es también curioso que en una colección de canciones de formas más bien clásicas, en línea con la tradición soul, Solange eche mano de colaboradores tan variopintos como Dave Sitek (TV On The Radio), Rostam Batmanglij (Vampire Weekend) o Majical Cloudz, además de pesos pesados de la música afroamericana como Lil Wayne, Kelela, Q-Tip, o BJ The Chicago Kid. Es una muestra de la apertura de miras que ha terminado traduciéndose en uno de los discos destacados de este 2016. Desde su publicación en formato digital no ha parado de recibir críticas positivas y ahora se edita por vez primera en formato físico en EEUU y también en España.

Teresa Salgueiro

O HorizonteLemonWORLD MUSIC★7/10O Horizonte

Durante la década de los noventa y de forma paralela a la eclosión de la world music y la new age, Madredeus se convirtieron en un fenómeno musical de trascendencia global, al que incluso Wim Wenders se rindió convirtiéndoles en protagonistas de Lisbon Story. Con el tiempo, cierta fatiga y la sensación de que sus mejores días habían pasado –los maravillosos O espírito da paz (1994) y O paraíso (1997)- convencieron a Teresa Salgueiro, voz y cara de Madredeus, de que era momento de abandonar el grupo y arrancar una carrera en solitario que le permitiera afrontar nuevos retos como colaborar con otros artistas (Caetano Veloso, Zbigniew Preisner, la Lusitânia Ensemble, etc.) o componer sus propios temas.

En O Horizonte Salgueiro firma las doce canciones de un disco que mantiene la sintonía con su pasado al frente de Madredeus a la vez que abre tímidamente la puerta a algunas sonoridades ajenas: las formas arábigas de Êxodo, cierto aire jazzy en Liberdade y el coqueteo con el pop de la preciosa Desencontro. Tampoco puede sorprender, teniendo en cuenta que que la artista lisboeta viene de publicar hace un año La golondrina y el horizonte, en el que se llevaba a su terreno canciones de Violeta Parra, Jose Alfredo Jiménez, Agustín Lara o Mercedes Sosa. Pero en líneas generales el disco, con momentos puntuales que rayan a gran altura, se mantiene fiel al ambiente brumoso, melancólico y atlántico que inevitablemente identificamos con Teresa y Lisboa.

 

The Weeknd

StarboyRepublicR’n’B★7/10Starboy

Es llamativo que en un momento en el que estrellas del calibre de Beyoncé (con la que precisamente The Weeknd ha colaborado en Lemonade) publican sus trabajos más personales y hasta comprometidos, Abel Tesfaye pise el acelerador con Starboy, un disco en el que uno de los artistas que ha dado forma al R’n’B contemporáneo apuesta por su faceta más abiertamente comercial.

Invitados de relumbrón como Daft Punk, Kendrick Lamar, Lana Del Rey y Future, y 22 productores diferentes para el tercer disco del canadiense -si no tenemos en cuenta las mixtapes con las que se dio a conocer y compiladas posteriormente bajo el nombre de Trilogy-. Todo ello puesto al servicio de una voz que, más que nunca, remite al Michael Jackson de Off The Wall.

Son en total 18 temas, 70 minutos, emparedados por esas dos canciones producidas por Daft Punk –Starboy y I Feel it Coming- que son de lo mejorcito del disco: la primera un ejercicio de space-house minimalista que juega a la autocontención, y la de cierre que perfectamente podría haber formado parte de Random Access Memories, con un soniquete muy similar al de Get Lucky.

Y entremedias Tesfaye vuelve a las andadas convirtiendo el disco en una sucesión de relatos sobre sus correrías nocturnas por el lado más pijo de la vida y los habituales reproches a esa suerte de 'supermujer' que es protagonista habitual de sus canciones y parece traerle por la calle de la amargura -Lana del Rey se encarga de representar ese papel en el breve interludio que es Stargirl-. La fórmula posiblemente resulte más que suficiente para subir un escalón, otro más, en su fulgurante ascenso al ocho mil del pop mundial.

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