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Rest in Peace, Mr. Haggard: 10 canciones del 'redneck' que conquistó a la gente 'hip'

Merle Haggard. Foto: TownePost Network / Flickr

Patricia Godes

Ayer por la noche, cuando ya se había anunciado su muerte, Google todavía respondía a la búsqueda de Merle Haggard con el calendario de conciertos del cantante. Para los que valoramos más el trabajo que la gracia divina, nada constituye un mejor homenaje para un artista. Había planeado actuar hasta su último suspiro.

Hijo de un jornalero emigrado a California en los terribles 30, la adolescencia de Haggard pasó entre huidas, absentismo escolar, cheques falsos, robos y reclusiones. Llegado a la mayoría de edad, tuvo que cumplir sentencia en San Quintín por un atraco. En la cárcel, asistió al legendario concierto de Johnny Cash. El talento y la arrogancia del Hombre de Negro subyugaron al joven Haggard, que decidió dedicarse profesionalmente a cantar.

Junto a Buck Owens & His Buckaroos, Merle Haggard & The Strangers fueron los principales representantes del Sonido Bakersfield, la capital del country californiano, música más ruda y eléctrica que la de Nashville. En los 70, Mr. Haggard se relacionó con el outlaw country y cambió sus puntos de vista sobre muchas cosas como, por ejemplo, el consumo de marihuana.

Su mezcla extraña entre dulzura y chulería y su voz perfectamente impostada y controlada consiguieron 38 Nº 1 country en su larga carrera y, debido a su popularidad y a la transcendencia de su obra, Ronald Reagan le concedió la amnistía de sus antecedentes penales.

Merle Haggard es uno de los artistas más complicados de la canción popular contemporánea. Y, a la vez, uno de los más poderosos e irresistibles. De hecho, muchas canciones suyas, a pesar de estar cargadas de elementos reaccionarios y de un sentimentalismo enfebrecido, entraron rápidamente en los repertorios de grupos alternativos. ¿Qué mejor demostración del talento universal de un músico?

Musicalmente, Mr. Haggard no descubre la pólvora y prefiere siempre un lenguaje estándar, pero sus frases musicales y literarias, claras, directas y perfectamente estructuradas y resueltas, pueden encoger el corazón con la sabiduría del hombre humilde que ha trabajado y luchado toda su vida por la excelencia. Con motivo de la noticia de su fallecimiento, repasamos diez de los clásicos de Haggard que han quedado en la memoria de la canción popular y que han emocionado y siguen emocionando a gentes de todos colores y tendencias.

1. I'm a Lonesome Fugitive (Liz y Casey Anderson), 1967

Fue el primer Nº 1 country de Mr. Haggard. Compuesta por los padres de la cantante Lynn Anderson, podría parecer una canción tradicional. Trata de la soledad y Merle la interpreta con dulzura y tristeza especiales y un melisma muy bonito. Bonnie Owens, que sería su segunda mujer, hace la segunda voz. La lista de versiones es interminable.

2. Sing Me Back Home (Merle Haggard), 1967

Un preso es conducido al corredor de la muerte a través de los largos pasillos de la cárcel. Le pide al guardia que le deje escuchar un momento al compañero que toca la guitarra. Es una canción de su infancia que le hace regresar al pasado y olvidar su trágica situación actual. Una narrativa impresionante, un inglés intraducible y, en realidad, una canción que habla del poder de la música. Sing Me Back Home está inspirada en un antiguo compañero de celda de Haggard, ajusticiado tras un intento de fuga. Rápidamente, artistas como Grateful Dead, Gram Parsons con los Flying Burrito Brothers y Joan Baez la incorporaron a su repertorio.

3. Mama Tried (Merle Haggard), 1968

Canción sobre los sufrimientos de una madre por culpa de su hijo descarriado. Ha sido versioneada por Grateful Dead, los Everly Brothers, Willie Nelson, Reba McEntire e infinidad de grupos country en los bares y escenarios de todos los rincones de los EEUU. Seguramente acabará siendo reconocida por la Unesco como parte del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Merle se inspiró en su propia madre y consiguió de nuevo el Nº1 en la lista country.

4. Okie from Muskogee (Merle Haggard y Roy Edward Burris), 1969

Nacido en California, Mr. Haggard no era un redneck en sentido literal, pero seguramente cuando escribió esta canción debía sentir el mismo desconcierto hacia las actitudes contraculturales que los más ignorantes y reaccionarios agricultores del sur de los EEUU. Con el tiempo, Haggard ha dado mil explicaciones, pero -lo mismo que Un gran hombre de Víctor Manuel- su letra habla por sí misma: no fumamos marihuana, nos parece mal que no queráis ir al Vietnam y llevamos botas de vaquero que son más viriles que vuestros pelos largos y sandalias. La persona que, en vez de educación, ha recibido valores reaccionarios, alienantes y frustrantes, no entiende a quién los pone en cuestión. Pocos meses después de su edición, Phil Ochs, los Beach Boys y Grateful Dead ya la incluían en sus conciertos.

5. White Line Fever (Merle Haggard), 1969

No confundir con la canción de Motörhead de 1977 que da título a la autobiografía de Lemmy. Un corte de relleno del álbum en vivo grabado en Muskogee, Oklahoma. Es una canción casi existencialista que trata el aburrimiento y la rutina por medio de la imagen de un camionero que ve pasar ante sus ojos kilómetros y kilómetros de carretera y de líneas indicadoras. Seguramente encantado con el equívoco sobre el uso de sustancias, Gram Parsons la incluyó enseguida en el repertorio de los Burritos.

6. Daddy Frank (Merle Haggard), 1972

La edición española del álbum que incluye el décimo Nº 1 Country de Mr. Haggard costaba en El Corte Inglés unas miserables 25 pts. Es decir, unas 15 veces menos que los de los grupos fashion de la época. El desprecio a lo clásico del mundo musical español es viejo.

Introducida por un largo parlamento, esta preciosa canción sentimental habla de un guitarrista ciego, de su mujer sorda y del grupo musical de su familia que era su medio de vida. Inevitable caer en la cuenta de que en España no existen grupos familiares: una curiosa constatación de la crisis de la institución.

7. If We Make It Through December (Merle Haggard), 1973

Quizás la más impresionante. En plena recesión de los 70, un hombre sin trabajo teme que su familia no sobreviva al frío invernal pero lo que más le duele es no poder hacer un regalo navideño a su hija pequeña. La apreciación de la injusticia desde el punto de vista sentimental adquiere una fuerza temible cuando el intérprete pertenece, en la vida real, al colectivo afectado. La seguridad y la calma de la interpretación de Haggard pone los pelos de punta.

8. Moving on (Merle Haggard), 1975

La voz de Merle Haggard llegó a ser tremendamente popular -aunque quizás su nombre no tanto - en España cuando solo había dos televisiones y una canción suya fue sintonía de una serie. En ruta contaba las aventuras de dos camioneros -uno de ellos nativo americano- a través de las largas autopistas y enormes praderas norteamericanas y se emitía todos jueves a las 15.30 desde noviembre de 1975.

9. If We're Not Back in Love by Monday (Sonny Throckmorton y Glenn Martin), 1977

En los años 60 y 70, el divorcio era un tema muy recurrido en la música: desde el Sí eurovisivo de Gigliola Cinquetti a los dramáticos monólogos de Millie Jackson o canciones country como D-I-V-O-R-C-E de Tammy Wynette, la lista es interminable. If We're Not Back in Love by Monday habla de una pareja que se ofrece un último fin de semana para hacer las paces con una visita a lugares de un pasado más feliz y repitiendo las rutinas que en otros tiempos les enamoraban. Deprimente. Inevitable que Millie Jackson hiciera una versión en su álbum clásico Feelin' Bitchy.

10. Django and Jimmie (Jimmy Melton, Jeff Prince), 2015

Willie Nelson y Merle Haggard eran grandes amigos. El más izquierdista y el más conservador de los countrys grabaron cinco álbumes a dúo. Este tema dedicado a Django Reinhardt y Jimmie Rodgers da título al último de los mismos que fue editado en verano del 2015 y que curiosamente fue primero de Mr. Haggard que alcanzó el top 10 de la lista. Un homenaje a dos históricas figuras y a su influencia: “puede que no hubiera habido un Merle o un Willie sin unos Django y Jimmie”. Muy bien cantado y muy emotivo.

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