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LOS DISCOS DE LA SEMANA

Si en 'Trainspotting 2' no eligieran la nostalgia, sonaría Sleaford Mods

Luis J. Menéndez

Sleaford Mods

English Tapas

Rough Trade / Popstock!

RAP-PUNK

8/10

Por momentos cualquiera diría que cuanto peor le vayan las cosas a Inglaterra mejor se presentan para Jason Williamson y Andrew Fearn, dos perros viejos que desde la publicación de Divine and Exit en 2014 no han parado de ganar notoriedad. La pareja se ha convertido en el equivalente musical de Ken Loach, cronistas de la maltratada working class británica, con una notable diferencia entre unos y el otro: mientras películas como Yo, Daniel Blake dejan a la audiencia hecha un trapo, los discos de Sleaford Mods tocan a rebato para inflamar el orgullo obrero.

En esencia English Tapas no ofrece ni más ni menos que los anteriores discos del dúo: una base 4x4 tan sencilla como descacharrada, sobre la que Williamson se desgañita en una suerte de spoken word descarnado aunque nunca exento de sentido del humor. De esta forma le toman el pulso a la actualidad del pub de la esquina, las colas en las oficinas del paro y la mierda que se acumula en las calles, con la fractura social consecuencia del Brexit haciendo las veces de paisaje de fondo. Esta es la verdadera banda sonora del Reino Unido de nuestro tiempo, los temas centrales que Danny Boyle habría elegido para la segunda entrega de Trainspotting de no haberla convertido en una autocomplaciente oda a nostalgia.

Laura Marling

Semper Femina

More Alarming / Popstock!

FOLK

7/10

Apenas tiene 27 años y este es ya su sexto álbum. En todos ellos se maneja entre el notable y el notable alto, que le sitúan en un espacio de privilegio entre los músicos de su generación. Si su anterior movimiento, Short Movie (2015), parecía una obra excesivamente calculada y orientada hacia el rock en busca de audiencias mayores, este Semper Femina, un trabajo conceptual sobre la identidad femenina, bascula entre la excelencia folk de sus inicios y una suerte de soul adulto y para todos los públicos, señal de que Marling todavía sigue buscando su espacio en el mundo de la canción.

No hay lugar a dudas de que maravillas como The Valley o Wild Once la sitúan como fiel heredera de la tradición folk-pop británica, una suerte de Shirley Collins metropolitana. Su voz le permite igualmente abordar otros registros sobrada de recursos, como demuestra en la canción elegida como single, Soothing, los aires western de Nothing Not Nearly o Wild Fire. Pero no ha de ser de esos coqueteos con el mainstream de donde surja el material con el que dar el paso de aspirante a referente y que la convierta en la Joni Mitchell de su generación.

 

Los Punsetes

¡Viva!

Mushroom Pillow

POP

8/10

Partiendo de la base de que todos y cada uno de los discos de Los Punsetes han tenido singles más que resultones y que la evolución de la banda madrileña en sus diez años de existencia se ha limitado a sonar más y más competentes con el paso del tiempo, a su quinto álbum le pedimos algo tan sencillo y a la vez tan complicado de conseguir como completar un puñado de grandes canciones pop.

Estribillos coreables, melodías pegajosas, diversión. Y ¡Viva! tiene todo eso en abundancia. Once canciones que (sintomático) en la mayor parte de los casos ni tan siquiera alcanzan los tres minutos de duración. Aún vitriólicas en su descripción del mundo que les rodea y de un pesimismo peleón, ya no se meten en los jardines de antaño aunque puntualmente sigan haciendo del recurso de las palabras malsonantes una marca de la casa.

El grupo sigue fiel a Pablo Díaz-Reixa “El Guincho” en la producción, cuyo principal mérito es aportar punch y hacer que la banda por sí sola, sin malabarismos técnicos ni que se note demasiado su mano tras los mandos. Eternos adolescentes (ya quisieran las folklóricas que el paso de los años se les note tan poco como a Los Punsetes) ¡Viva! se convierte en su colección de canciones más certera desde aquel homónimo debut de 2008, imbatible todavía por lo que en su momento tuvo de inesperado.

 

Magnetic Fields

50 Song Memoir

Nonesuch / Warner

POP

8/10

Stephin Merritt es, junto a Sufjan Stevens, el rey del pop conceptual contemporáneo. Su cima hasta el momento la alcanzó con 69 Love Songs , disco con el que exploró las múltiples posibilidades de la canción romántica. Desafiando el dicho popular que afirma que nunca segundas partes fueron buenas, ahora presenta este quíntuple álbum en el que, a razón de diez canciones por disco, celebra su 50º cumpleaños dedicando un tema a cada año de su vida.

En realidad el punto de partida de ambos trabajos es diferente. Mientras que 69 Love Songs se convertía en un campo de pruebas para trabajar con estructuras y estilos musicales completamente diferentes, 50 Song Memoir es un disco en el que se impone el factor sentimental. Los recuerdos, desde el absurdo de dedicar una canción a la máquina de Tetris o a Judy Garland hasta los grandes naufragios emocionales de su vida, imponen el tono, surrealista a veces, magistral por momentos y reconocible siempre.

El resultado final tiene, como no podía ser de otra forma, algo de excesivo. Pero al mismo tiempo es inevitable considerar a 50 Song Memoir, ya desde su propia concepción, una de las cumbres del pop confesional. A Merritt le ha llevado 50 años completarlo, así que no esperes disfrutarlo de una sola sentada.

 

Nathan Fake

Providence

Ninja Tune / [PIAS]

ELECTRÓNICA

8/10

Dice Nathan Fake que su cuarto disco nace a partir de un periodo de bloqueo creativo, roto curiosamente a base de autoimponerse límites. En un momento en que el software digital pone al alcance de la mano de cualquier usuario posibilidades infinitas a la hora de producir música electrónica, el de Norfolk apuesta por reducir su campo de acción explorando las posibilidades que le ofrece el Korg Prophecy, un sintetizador fabricado a mitad de la década de los noventa y vinculado al virtuosismo de nombres como Orbital, Prodigy o Apollo 440. Nombres, por otra parte, que poco tienen que ver con el planteamiento de Nathan Fake en este Providence.

Se trata de un álbum con aires de banda sonora, compuesto mayormente por instrumentales a medio camino de lo “carpenteriano” y soundtracks recientes como el Monsters de Jon Hopkins o el Ex Machina del Portishead Geoff Barrow. Curiosamente en este trabajo, el primero que firma para Ninja Tune, encontramos también sus primeras colaboraciones junto a vocalistas, Prurient y Raphaelle Standell-Preston de Braids, que canta en RVK, el tema más cercano en espíritu al Nathan Fake que hasta ahora conocíamos.

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