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Seis artistas que revolucionaron el WOMAD y aún estás a tiempo de descubrir

La cantante maliense Oumou Sangaré durante su actiación en el WOMAD Las Palmas de Gran Canaria 2018.

Francesc Miró

Las Palmas de Gran Canaria —

El WOMAD no se parece a ningún festival pero tiene lo mejor de muchos. Se celebra en Adelaide, Gran Canaria, Chile, Nueva Zelanda, Cáceres y Reino Unido, pero cada edición es única. Su cartel, además, cumple una doble voluntad: ser horizontal -sin grandes grupos que sirvan de reclamo-, y servir de plataforma de visibilización de formaciones musicales en latitudes en las que, de otra forma, serían difíciles de descubrir.

Veinte ediciones dan para pulir muchísimo cualquier tipo de espectáculo. La organización de la edición de Las Palmas de Gran Canaria lo sabe y es consciente de cómo jugar sus cartas. Tras haberse visto obligada durante un lustro a exiliarse de la isla en la que nació en 1993, el año pasado el festival volvió a su origen en una edición marcada por una buena organización y un compromiso político sin medias tintas.

Este año, sin embargo, el festival ha celebrado su vigésima edición arriesgando y apostando más por un cartel absolutamente hetereogéneo. Uno que invitaba al público a descubrir talentos jóvenes, a la par que rendía tributo a su trayectoria con músicos consolidados cuya proyección el mismo festival ha ayudado a construir.

Reaggae, folk, blues, wassoulou, funk, trap y cumbia se han dado la mano en tres días de música de cuatro continentes. Una diversidad de sonidos que, sin embargo, se enmarca en un entorno que parece asimilarlos todos con naturalidad y que contagia a su público el entusiasmo por la variedad. Rescatamos los grandes conciertos y artistas que descubrimos en el WOMAD 2018 en Las Palmas de Gran Canaria, para celebrar con mestizaje musical el aniversario de uno de los festivales más particulares del panorama.

KermesZ à l'Est

A pocas personas se les hubiera parecido buena idea mezclar el rock con el klezmer, género musical de origen askenazí típico en bodas y celebraciones judías. Menos probable aún, era que funcionase si a ambos estilos se le sumaban los ritmos propios de la música balcánica y el turbo-folk. Pues bien, a estos ocho músicos belgas les pareció que la cosa cuajaba cuando empezaron a improvisar en las calles y pubs de Bruselas, y entre todos parieron KermesZ à l'Est.

El primer día de WOMAD, se metieron a todo el público en el bolsillo -de una de las chaquetas de cuero que todos llevaban como uniforme-, gracias a su mezcla de espectáculo circense, fiesta desenfrenada y absoluta libertad musical. Su anarquía perfectamente sincronizada conectó con un público con ganas de soltarse con temas como Zumkind o La noire. Pèro demostrando, también, el savoire faire de la formación con larguísimos solos e incluso apostando por una desprejuiciada reivindicación de la música callejera de la mano de canciones populares belgas.

Bejo y DJ Pimp

Otro de los que puso en valor el riesgo inherente al cartel del WOMAD el primer día. Bejo llevaba girando por España con DJ Pimp dos años y, obviamente, ambos habían actuado en varias ocasiones en Canarias, la cuna del rapero. Sin embargo, no dudaron en reconocer que jamás habían tenido tanto público delante. Y eso no hizo más que encenderles.

Bejo no cesó en su empeño de provocar al público, interpelándole con las ocurrencias más disparatadas y su estilo descaradamente directo. Su repertorio, además, ofreció una trayectoria ascendente de intensidad que arrancó con el rap más duro, para terminar con sonidos reguetoneros como Métele con Pepa  o Hasta abajo. Todo, siendo consciente del peso que en el show tiene DJ Pimp: el asturiano también tuvo momentos de sobra para reivindicar su arte y demostrar por qué quedó finalista de la DMC mundial -el campeonato más prestigioso de scratch y turnablism-.

Oumou Sangaré

La gran dama del wassoulou -música popular del oeste de África-, era una de las artistas más esperadas del WOMAD y, como no podía ser de otra forma, su espectáculo estuvo a la altura del prestigio de su nombre. Tras su paso por el festival en 2009, esta vez llegaba con nuevo álbum bajo el brazo: Mogoya. Con el show con el que gira actualmente, Oumou Sangaré vuelve a reivindicar la música tradicional de su país y en su idioma, pero esta vez tocada de influencias del jazz moderno e incluso el reggae más experimental, fusionando estilos que hicieron las delicias de un público lleno de fieles.

Sangaré, la Aretha Franklin de Mali, no perdió ninguna oportunidad para concienciar sobre los derechos de la mujer en África, animando a su público racializado a empoderarse sea cual fuese su situación. También apuntando contra el matrimonio infantil y la dependencia económica como pilares que derribar para construir una sociedad más justa e igualitaria. Todo, sin dejar de tocar un solo segundo, ofreciendo un espectáculo comprometido y estimulante.

Radio Baifa

Uno de los grupos locales del WOMAD era también uno de los más jóvenes. Radio Baifa publicó su primer álbum en septiembre de este mismo año, y desde entonces no han perdido ninguna oportunidad para mostrarse como lo que son: una de las más enérgicas formaciones de la escena actual de Las Palmas de Gran Canaria. Su mezcla de rumba, jazz e incluso algo de electrofunk sorprendieron a más de un desprevenido.

Con todo, hubo algo intangible que convirtió su actuación en una de las más especiales de la edición: los integrantes de Radio Baifa fueron público del WOMAD antes que artistas. Y eso se transmitió en cada canción sobre el escenario, que destilaba alegría y respeto por su público, así como por lo que significaba estar al otro lado del evento. También responsabilidad, la misma que les empujó a dar lo mejor de sí mismos sin reservas.

Noga Erez

La cantante, compositoria y productora de Tel Aviv ofreció uno de los conciertos más feroces del WOMAD de Gran Canaria. Sus afiladas letras, la rabia que destilan sus ritmos, y la oscuridad latente en el conjunto transformaron su actuación en una performance de música electrónica en la que el espectador se metía en la psique de la artista si se dejaba llevar.

Erez, que forma parte de varios conjuntos como vocalista, teclista y percusionista, publicó su primer álbum en solitario en 2017, tras haber experimentado con el jazz. Finalmente encontró su estilo en la electrónica y el hip hop de sonido más esquinado, a medio camino entre el show heterogéneo y la actitud de artistas como Björk, Frank Ocean o Kendrick Lamar. Un espectáculo lleno de energía y talante rompedor.

Ladysmith Black Mambazo

Nueve gargantas se sobraron para mover a miles de personas y poner el broche de oro a la última noche del WOMAD Gran Canaria 2018. Ni un solo instrumento se interpuso entre esta formación coral de música tradicional zulú y un público que pronto comprendió por qué siguen siendo todo un referente de la música sudafricana sesenta años después de su formación.

Ladysmith Black Mambazo fue fundado por Joseph Shabalala, un granjero que había aprendido a cantar durante su infancia y que contagió su amor por la música oral tradicional a sus compañeros de fábrica cuando trabajaba en Johannesburgo. Décadas después, actuaría en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la paz a Nelson Mandela, y en su toma de posesión como presidente de Sudáfrica. Y hace dos días, los asistentes del WOMAD pudieron descubrir qué hace tan especial a esta formación.

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