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Psicodelia en honor a la birra y otros seis discos que descubrir esta semana

Luis J. Menéndez

Julian Cope

Drunken Songs

Head Heritage

PSICODELIA

8/10

Sería interesante conocer la opinión de Julian Cope sobre el Brexit (en realidad resulta interesante conocer su opinión sobre casi cualquier cosa). Durante cuatro décadas su discografía se ha convertido en una reivindicación de diferentes aspectos de la Gran Bretaña mágica y lisérgica, y su nuevo disco no iba a ser menos.

Cope explica que el origen del álbum está en el tema As the Beer Flows Over Me, un canto a la cerveza que en realidad concibió como la canción que le gustaría que sonase el día de su funeral. A partir de ahí, y con la premisa de enfrentar la ancestral cultura cervecera británica con la tradición vinícola del sur de Europa, ha construido todo un disco de homenaje a la birra.

Con esos mimbres, cualquiera podría pensar que Cope ha facturado un álbum festivo como un pícnic en el campo con barra libre. Y aunque por momentos (Clonakilty as Charged es un ejemplo) algo de eso hay, el conjunto del álbum apunta hacia otro lado.

El galés viene de atravesar una peculiar travesía por el desierto del metal extremo que ha durado varios años y le ha situado en el underground del underground. Sin embargo, Druken Songs supone un retorno al Cope psicodélico y cercano de la etapa Teadrop Explodes o incluso de sus dos primeros y ya lejanos discos en solitario, Fried y World Shut Your Mouth. Una sorpresa.

Animic

Skin

Bcore

ELECTRÓNICA-POP

7/10

Cuatro años han pasado desde que Animic publicaran Hannibal, un trabajo decisivo en la evolución de la banda barcelonesa. Fue entonces cuando comenzaron a mutar desde el folk hasta sonidos más oscuros, cercanos a lo industrial. El tránsito se completa en su nuevo disco, Skin, donde lo primero que llama la atención es el cambio de piel: las baterías dejan paso a una sombría sección rítmica electrónica, y la guitarra y voz de Ferrán Palau prácticamente desaparecen, cargando Louise Sansom con todo el peso vocal.

Resulta inevitable la comparación con la última etapa de Portishead por los ambientes, el uso de ritmos metronómicos y el dramatismo asociado a estas canciones. “Vemos mucha belleza en la oscuridad, nos comunicamos con ella, y es el idioma que nos surge de forma natural cuando queremos expresar algo importante”, explicaban en una entrevista reciente para MondoSonoro.

Porque el cambio de piel no se limita a cuestiones meramente formales, Skin apunta desde las letras a cuestiones como la incomunicación o la crueldad. No solo desde el punto de vista meramente racial, sino en cuestiones como el rechazo por la identidad sexual, lucha en la que Louise y Ferrán, padres de un niño transgénero, se han convertido en firmes militantes.

Fee Reega

Sonambulancia

Humo

FOLK

7/10

Cuando hace cosa de un lustro una jovencísima Fee Reega aterrizó en Madrid con un puñado de discos ya publicados y cantando aquello del “pito morado” (sí, se refería justo a lo que estás pensando) puede que algunos la viéramos como una excéntrica de paso por nuestro país. Años después, la artista alemana está plenamente instalada en Asturias, ha publicado tres discos más en castellano además de otros tantos en inglés y en su propia lengua, y parece indiscutible que se ha convertido en una de las voces más peculiares del panorama de cantautores alternativos.

En Sonambulancia se acompaña de la que en los últimos dos años ha sido su banda en directo, con Dani Donkeyboy y Javier Bejarano a las guitarras (ambos también en Pablo Und Destruktion). El resultado es una colección de diez canciones menos desnuda de lo que es habitual en ella, la voz ligeramente más escondida y una producción que se aproxima bastante al sonido de directo, con puntuales arreglos de trompeta y cello, en la que el amor (y sobre todo la falta de él) sigue siendo el tema central. Un disco notable, con el que mantiene el nivel al que nos ha acostumbrado, pero que puesto en perspectiva con el que sigue siendo su mejor trabajo en castellano, La raptora, carece de la rotundidad pop de canciones como Kamchatka isla de canciones o Corner’s el bar.

Françoise Hardy

Ma Jeunesse le Camp / Comment Te Dire Adieu / Soleil / Le Danger

Parlophone

POP

8/10

Estos cuatro álbumes se unen a la campaña de reedición en vinilo de la discografía de la Hardy que está llevando a cabo Parlophone desde hace un tiempo. Entre ellos, tres de los más conocidos y representativos de su carrera: Ma Jeunesse le Camp (1967), Comment te dire adieu (1968) y Soleil (1970), además de uno de sus trabajos de madurez, Le danger (1996).

Con Ma Jeunesse le Camp comenzaba a moverse en busca de un público adulto; el resultado es un disco con unas preciosas orquestaciones, en el que la candidez característica de Hardy se aproximaba a la tradición de grandes cantantes francófonos como Piaf, Brel o Aznavour. Publicado originalmente como Francoise Hardy, Comment Te Dire Adieu es un álbum inevitablemente marcado por la canción que ha terminado dándole título, uno de los grandes éxitos del pop europeo de finales de los años sesenta. En ese disco Hardy también reinterpretaba a Leonard Cohen, Phil Ochs y Ricky Nelson, una fórmula que repitió dos años después en Soleil. En él jugaba a mostrar sus diferentes caras (pop, orquestal, jazz, rock... ) dando lugar a un disco un tanto disperso que no obstante contiene una de sus canciones más reconocibles, Fleur de lune.

Le danger supuso el retorno de Françoise Hardy en la década de los noventa tras una ausencia discográfica de casi una década. Es un disco más rockista, que intenta aferrarse a los tiempos y se termina quedando a medio camino de dos épocas demasiado distintas.

La reediciones llegan además en un momento en que se reivindica la figura de Hardy en España con la publicación de sus memorias bajo el título de La desesperación de los simios… y otras bagatelas (Expediciones polares 2017). La sala Siroco de Madrid también planea un homenaje con conciertos de Kiki d’Akí, Charlie Mysterio, Cola Jet Set, etc., una expo colectiva, audiovisuales y presentación de las citadas memorias. Será el viernes 10 y el sábado 11 de marzo.

Lift To Experience

The Texas-Jerusalem Crossroads

Mute / [PIAS]

ROCK

9/10

En 2001 Josh T. Pearson anunció junto a sus dos compañeros Andy “The Boy” Young y Josh “The Bear” Browning el segundo advenimiento de Cristo. Lo hizo en forma de disco de rock y tendiendo un puente entre Jerusalén, ciudad donde según el cristianismo predicó Jesús, y Texas, la tierra del 'profeta' Pearson, parte importante de eso que se ha dado en llamar el “cinturón religioso” de EEUU.

El propio Pearson y uno de sus dos compañeros de grupo son hijos de sacerdotes. No hay impostura en las casi dos horas de duración de un disco en el que, por poner un ejemplo, se aspira a contar la Historia de la humanidad en una canción (With Crippled Wings). Toda la intensidad lírica e instrumental que convirtieron The Texas-Jerusalem Crossroads en objeto de culto es auténtica. Y, como no podía ser de otra forma, poco después de que el disco viera la luz el grupo implosionó como una supernova.

Los ex Cocteau Twin Simon Raymond y Robin Guthrie tuvieron mucho que ver con esta colección de canciones, implicándose como sello y también en la grabación del mismo. Sin embargo, la banda nunca terminó de estar satisfecha del todo con el resultado final. Por eso ahora, cuando se cumplen quince años de la publicación de The Texas-Jerusalem Crossroads, se lanza esta nueva edición con nuevas mezclas a cargo del grupo.

De paso, se anuncian una serie de conciertos. Pearson y compañía aseguran que durante estos años han buscado otras bandas que les dieran cobijo, pero nunca terminaron de encontrar ninguna que manejara el nivel de intensidad y trascendencia de Lift To Experience. A estas alturas, el desafío que supone trasladar al directo esta grabación es muy alto: dichosos aquellos que tengan oportunidad de estar presentes el día que Lift To Experience triunfen o fracasen ante el reto.

Sampha

Process

Young Turks / Popstock!

R’N’B

★7/10

El debut discográfico de Sampha llega envuelto de ese runrún que acompaña a la estrella en ciernes. Tampoco había que ser un visionario para entender que después de haber colaborado con Beyoncé, Kanye West, Drake, Frank Ocean, Solange o Jessie Ware, entre otros, la carrera en solitario del exvocalista de SBTRKT iba a generar expectación. Process llega además en el momento propicio, cuando el sonido r’n’b domina el panorama musical del momento, tanto en lo que a listas de éxitos se refiere como a la atención de la crítica.

Frente a los padrinos y colaboradores antes citados, Sampha aporta un sonido inequívocamente británico, sofisticado y con más aristas en lo que a producción se refiere. Como un James Blake de raíces afro, Sampha se muestra explorador a la hora de producir y demoledor cuando toca la fibra sensible (o sensiblera). Lo demuestra despojado de todo artificio y sentado frente al piano en (No One Knows Me) Like the Piano, como un Stevie Wonder del siglo XXI.

Shackleton & Vengeance Tenfold

Sferic Ghost Transmits

Honest Jon’s

ELECTRÓNICA

★8/10

Como el explorador con el que comparte apellido, el londinense Sam Shackleton sigue disfrutando al forzarse a descubrir nuevos territorios de la mano de otros músicos que le sacan de su zona de confort. En el pasado han sido Pinch, Ernesto Tomasini, Appleblim o Mordant Music, y ahora vuelve a encontrarse con Vengeance Tenfold, con quien ya había publicado un EP en 2011. Éste último aporta las voces, a medio camino de un mesmerizante spoken word y el canto ritual.

Ni siquiera hizo falta escuchar el material para que en los comentarios previos a la publicación del disco se dispararan las comparaciones con Coil, maestros de la electrónica experimental/espiritual. Y, efectivamente, entre amenazadoras percusiones tribales, sonidos que parecen robados del espacio exterior y los recitados de Vengeance Tenfold, estos sesenta minutos salen al encuentro de ese siniestro territorio que pocos más allá de Jhonn Balance y Peter Christopherson se han atrevido a explorar.

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