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Peter Brook: “La perfección no existe, es mejor buscar la esencia”

Peter Brook: "La perfección no existe, es mejor buscar la esencia"
Barcelona —

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Barcelona, 30 jun (EFE).- A sus 96 años, Peter Brook, uno de los mayores creadores teatrales europeos vivo, sigue “buscando la esencia” en cada uno de sus montajes y desconfía de los que buscan la perfección y creen saber donde se encuentra porque, en su opinión, “la perfección no existe”.

Brook ha hecho hoy estas reflexiones con un finísimo hilo de voz, casi inaudible, y una sonrisa, durante su vista a Barcelona, ciudad en la que el próximo viernes estrena “Tempest Project” en el Festival Grec.

El director teatral británico sigue disfrutando intensamente del proceso de creación y se ha desplazado hasta Barcelona para seguir de cerca los ensayos y estar presente en el estreno.

Pero la edad no perdona y el encuentro que ha mantenido este miércoles con un grupo de periodistas se ha tenido que interrumpir al poco tiempo de empezar porque se ha sentido débil.

Antes de retirarse, ha tenido tiempo de subrayar que “lo importante es sacar a la luz la esencia, que suele estar escondida, precisamente porque es esencia”.

Una labor a la que ha dedicado toda una vida, desde que se inició en el teatro siendo un joven prodigio, que con 22 años ya era director de la Royal Opera House.

Una búsqueda que nunca acaba, según ha afirmado, porque “la perfección no existe” y “tenemos que ser modestos y respetar lo desconocido”.

“Cuando a veces oigo a alguien decir, por ejemplo, que una interpretación de Hamlet ha sido perfecta, pienso que esa persona simplemente es idiota, aunque también puede ser un fascista o, incluso, un criminal”, ha sentenciado.

Por eso, él no tiene ningún problema en volver una y otra vez sobre las mismas obras, con la certeza de que cada vez descubrirá algo nuevo y ningún montaje será el definitivo.

Como ha hecho con “La tempestad”, una obra de Shakespeare que ha puesto en escena en dos ocasiones y sobre la que ahora vuelve por tercera vez en “Tempest Project”.

En esta pieza teatral “los seres humanos no son marionetas, son personas, todas diferentes entre ellas, que llevan dentro una tempestad que tienen que calmar”, ha señalado.

Según Brook, “hay personajes devorados por la codicia, por la cólera, por el deseo de venganza, pero también hay deseo de libertad y capacidad de perdonar”.

“Esto último es muy importante -ha insistido- porque todo el mundo comete faltas, pero hay que perdonar”.

“La resonancia” es otro concepto que interesa mucho a Peter Brook, que inició el trabajo de “Tempestad Project” en unos talleres con actores de diferentes procedencias que “repetían las frases de Shakespeare buscando resonancias”, tal como ha apuntado Marie-Hélène Estiennev, que firma la adaptación y puesta en escena con Brook.

“En Shakespeare, cada palabra tiene sentido y en cada frase hay cosas que no se pueden explicar. Es poesía, pero también sencillez”, ha aseverado el director.

“Tempestad Project” está concebido como “un proyecto en proceso, un ensayo” que sólo se ha visto “en formato taller” en Montpellier (Francia) y que se estrena el próximo viernes por primera vez en un teatro al uso, según el director del Grec, Cesc Casadesús.

Esta obra supone el retorno de Brook a Barcelona, una ciudad que recuerda con cariño porque su montaje “La tragedia de Carmen” marcó, en 1983, la conversión del Mercat de les Flors en espacio escénico.

La última vez que pasó por el Grec fue en 2011, cuando llevó al escenario de Montjuïc una versión minimalista de la ópera de Mozart “La flauta mágica” (“Une flûte enchantée”).

En 2019, el director recibió el Premio Princesa de Asturias de las Artes en reconocimiento a su labor como gran renovador del teatro europeo, cuyos seguidores y discípulos se cuentan por decenas entre los mejores autores de las generaciones posteriores.

Por Rosa Díaz

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