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El museo de piedras pintadas de Ibarrola abre este mes en Muñogalindo (Ávila)

El museo de piedras pintadas de Ibarrola abre este mes en Muñogalindo (Ávila)

EFE

Ávila —

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El museo al aire libre de 130 piedras pintadas que Agustín Ibarrola ha realizado durante años en la dehesa Garoza de Bracamonte, en Muñogalindo (Ávila), abrirá sus puertas a final de mes, ha explicado a Efe el alcalde del municipio, situado a 18 kilómetros de la capital abulense, Pedro Pablo Pascual.

Sólo faltan “algunos flecos” como el trazado de los senderos en este espacio de once hectáreas o las audioguías que quedan por recibir, para que esta finca situada a las afueras del casco urbano de este pueblo de 385 habitantes abra sus puertas al público, ha referido el regidor.

También falta cuadrar las agendas de las autoridades y del propio Ibarrola (Basauri, Vizcaya, 1930), pero el objetivo es que la inauguración oficial de este espacio cultural, con 115 piedras convertidas en arte, se celebre a finales de este mes.

“Va a ser bueno no solo para el pueblo, también para la comarca del Valle de Amblés, la capital y la provincia, puesto que una obra de este calado trae gente de lo más variopinto y de muchas partes”, ha asegurado Pascual.

Además, el alcalde de Muñogalindo cree que el público va a valorar que “es la última obra que Ibarrola ha hecho a lo grande y refleja el esfuerzo, la inteligencia, el arte y el trabajo de un señor de 70 años”.

Se ha instalado en la finca un edificio prefabricado de unos 70 metros cuadrados que hará las veces de punto de información y lugar donde adquirir las entradas, los mapas de la dehesa y las audioguías.

Los visitantes recorrerán a pie distintos senderos para ir descubriendo las piedras que Ibarrola pintó entre las encinas que predominan en este entorno natural.

Solo 60 balizas, en un total de 11 hectáreas, informarán sobre las paradas más importantes del itinerario, ya que se ha desplegado “una señalización muy suave para hacer una intervención mínima en este entorno natural”, según ha señalado Maribel García Viejo, gerente de Leadercal-Asocio, institución responsable de este proyecto desde hace más de tres años.

A esto se añade una colección de Ibarrola, formada por dos esculturas, un grabado y nueve óleos, que se mostrará en la Sala de Arte Colección Amblés, situada en la planta baja del Ayuntamiento de Muñogalindo, y se quiere traer obra nueva dentro de un año.

Asimismo, se proyectará un audiovisual con entrevistas al propio artista vasco y a Alfredo Melgar, propietario de la dehesa Garoza de Bracamonte y mecenas de esta propuesta creativa, en las que ambos cuentan cómo surgió el proyecto y por qué se eligió este lugar de la provincia abulense.

El proyecto, del que se hace cargo la Fundación para el Desarrollo Local Asocio de Ávila desde hace más de tres años, tiene un presupuesto de 400.000 euros, una cantidad muy inferior a la planteada en un primer momento.

La idea inicial era mucho más ambiciosa, ya que se quería ubicar en la dehesa Garoza la Fundación Ibarrola, no solo para guardar su extensa obra pictórica y escultórica, sino también para localizar un centro educativo de encuentros e intercambios de artistas.

A pesar de ello, el alcalde de Muñogalindo ha sostenido que “se ha mantenido la esencia de lo que siempre se ha pretendido: dar realce a la obra que ha hecho el pintor y escultor vasco”.

Ibarrola comenzó a trabajar en Muñogalindo en el año 2005 y finalizó el pintado de las piedras cuatro años después, aunque en 2013 tuvo que repintarlas.

Esta propuesta artística se enmarca dentro de una larga trayectoria de Ibarrola por intervenir en la naturaleza: Bosque de Oma (Kortezubi, Bizkaia, 1983-1987), Piedras de Arteaga (Bizkaia, 1989), Bosque de Olmos Secos (Salamanca, 1995-1996), Ecoespacio de O Rexo (Allariz, Orense, 1997-1999) y los Cubos de la Memoria en Llanes (Asturias, 2000-2005), entre otras iniciativas.

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