Los productores de cine temen por las coproducciones con Iberoamérica

Hace diez años era impensable que un país Iberoamericano rodara una película sin contar con coproducción española, pero hoy todo aquel esfuerzo de España, que se tradujo en programas como el Ibermedia, está a punto de venirse abajo por falta de inversiones pero, sobre todo, por falta de voluntad política.

Aunque el comentario lo ha hecho el productor, director de cine y guionista uruguayo Álvaro Brechner, el resto de los invitados que han acudido hoy en Madrid al primero de una serie de encuentros informativos audiovisuales, organizados por EGEDA y Casa de América, han estado de acuerdo con él.

“Hoy es más fácil para el cine iberoamericano producir con cualquier otro país europeo, e incluso, de su propio entorno, que con España”, ha asegurado Brechner, quien ha alertado de la “delicada situación” en la que se pueden encontrar los empresarios del cine españoles si España no aclara “cuál es su rol” en todo esto.

La reunión, que tenía por objeto informar a la prensa y a los profesionales de la industria, ha optado por no contar con ningún político, a pesar de que la mayor parte de las preguntas que quedaron sin respuesta en la mesa estaban dirigidas a ellos.

Además de los productores y directores Brechner y Gerardo Herrero, han debatido el director de Crea SGR, Rafael Lambea; el presidente de EGEDA, Enrique Cerezo; el director general de Casa de América, Santiago Miralles y el director general de EGEDA, Miguel Ángel Benzal.

Al comienzo de la reunión, Cerezo ha desgranado una serie de datos que avalaron su primera aseveración: “El cine iberoamericano está en plena madurez creativa e industrial”.

Así, ha dicho, se trata de una industria que factura el 11 por ciento del cine mundial, que tiene 727 millones de espectadores y que el año pasado movió 3.600 millones de dólares, con una tendencia al alza que refuerzan películas propias, a pesar de que el cine estadounidense siga siendo el preferido.

Pero valgan como ejemplo, ha apuntado Cerezo, películas como “El clan”, “El club”, “Magallanes”, “La once” o “El abrazo de la serpiente” que, por primera vez, llevará a Colombia a competir por un Óscar.

En este sentido, Brechner ha recordado que, hace poco más de diez años, el director de esa cinta Ciro Guerra ganó Cine en Construcción del Festival de San Sebastián: “Logró terminar su primera película con la ayuda española y hoy llega a los Óscar con una coproducción con Venezuela y Argentina”.

Un ejemplo de lo que está pasando, ha insistido el autor de “Mr.Kaplan” (2012), con la que llegó a estar nominado en los Goya y en los Platino, una iniciativa que, desde hace tres años, va logrando su hueco, ha señalado Cerezo, quien se ha mostrado convencido de la importancia de “seguir impulsando la marca del cine iberoamericano”.

Pero el mayor escollo, han destacado los asistentes, después de los problema de la financiación y de la falta de voluntad política para “creerse que el cine es un negocio que merece la pena”, ha abundado Lambea, es la distribución, un asunto del que también se han quejado Brechner y Herrero.

El director de Crea SGR ha “presumido” de los buenos resultados de su empresa, “ya consolidada como herramienta”, y de la independencia con la que trabajan los directores, “sin presiones políticas ni empresariales”.

Lambea, que ha asegurado que podría trasladar su proyecto a cualquier país iberoamericano con una industria que tenga unas condiciones medias, ha insistido en que por encima de los problemas económicos, el mayor reto es “convencer a las instituciones públicas de la importancia del sector del cine”.

A ese malestar ha puesto voz Gerardo Herrero, quien ha criticado abiertamente el “desastre” de la “no política cultural” del gobierno de Mariano Rajoy, par concluir que “la política audiovisual no se arregla con parches”, sino que es necesaria una acción global.