Quique Dacosta cocina la historia de los famosos: “Vienen y se comen su vida”

Quique Dacosta se estrena en Amazon Prime Video con un programa de alta cocina en la que ni hay recetas ni se aprende a cocinar, sino que desnuda el alma de algunos invitados famosos a los que transforma sus recuerdos más íntimos en sabores, olores y texturas: “Quiero que se coman su propia vida”, ha dicho.

“Para mí la cocina es mi lenguaje, la herramienta con la que me comunico y con la que construyo mi proyecto, con ella me expreso. Y es algo personal y auténtico, porque te cuentas a ti mismo”, ha explicado Dacosta en la presentación del programa en su restaurante homónimo con tres estrellas Michelin en Denia (Alicante) ante un grupo reducido de medios, entre los que se encontraba Efe.

Los 34 años de carrera profesional (a los 16 empezó a trabajar en el que hoy es su restaurante El Poblet) le han dado, dice, “técnica y capacidad para crear platos ricos, bellos, buenos, estéticamente bien aceptados”, pero enseguida añade que conoce a muchos “con los mismos dominios en muchas disciplinas que no tienen nada que contar”.

En los 90, ya desde la dirección del restaurante, Dacosta contextualizó la nueva cocina valenciana y en los 2000 creó una nueva cocina de clara inspiración en los paisajes y las artes; es en 2011 cuando cambia su registro y desarrolla la nueva estructura de platos, divididos en actos y secuencias de degustaciones que concluyen en un menú de unos 40 pases.

Todas estas inquietudes, que han dado al chef cuatro estrellas Michelín, llegaron hasta los productores de Mediapro y entre ellos creció la necesidad de “extrapolar” su sabiduría a un nuevo formato. “Tenía que sacarlo de la vajilla y que no fuera mío, sino de otras personas a las que les han pasado cosas estimulantes: quería meterme en su mundo, para, de alguna manera, que ellos se coman su propia vida”, explica Dacosta.

Así nace “Una vida, una cena”, un formato original y elegante que se estrenará el 17 de diciembre en exclusiva en Amazon Prime Video en España y México y que Dacosta (Jarandilla de la Vera, Cáceres, 1972) dirige con maestría y naturalidad; la idea, dice, “es que la conversación salga como si estuviéramos en la cocina de casa, intimando”.

Aunque no con todo el mundo ni de cualquier manera: “Quiero gustar, pero con nuestros criterios”, y también con personajes que le “provoquen”, que “tengan sabor y fondo para sacarles el jugo”, dice en una frase que en este caso es más que metafórica.

Y aunque no le “ponen” los políticos, está convencido de que “en una buena mesa y con un buen vino” se solucionarían mejor los problemas del mundo: “Se debate con otras miras, más sosegadas”, sostiene.

El programa es un acto de creación completa que dejará rastro en los menús de Dacosta, puesto que algunos de los platos creados para sus invitados se quedará en la carta, como la coca de arroz glutinoso y hierbas silvestres al pesto Alejandro Sanz, vibrante, preciosa y al final un puntito amarga, como la experiencia del recuerdo que refleja.

O el corazón de toro José Mari Manzanares, que explota nada más meterlo en la boca; las deslumbrantes y sabrosas flores raras Andrés Velencoso', y el dulce y blanquísimo arroz cenizas Najwa Nimri, que recuerda a un paisaje nevado del País Vasco, donde transcurrió la niñez de la artista.

Cada invitado protagonizará un capítulo, hasta seis, que se completan con Inma Cuesta -la única que eligió un menú sin carne- y Garbiñe Muguruza.

La experiencia dura unas tres o cuatro horas, que quedan reducidas a los 50 minutos del programa, donde se ve cómo el chef, con su equipo más estrecho, dibuja los platos literalmente; de hecho, Dacosta es un creador total, responsable también de los diseños de sus cartas.

“Cuando hago algo en mi vida busco ese punto de excelencia y lo que tenemos entre manos es una serie de tres 'estrellas Michelín'”, asegura Dacosta, quien reconoce que los cocineros “vivimos buscando la aprobación del público y la de la crítica”.

En estos años de profesión, Dacosta ha abierto otros cinco restaurantes, en Valencia, donde está El Poblet, Llisa negra, Mercatbar y Vuelve Carolina; el Quique Dacosta, de Denia, y Arros, en Londres, este último hace solo unos meses.

Alicia G.Arribas