Rockeros, divas y diseñadores, oda al estampado de leopardo

Madrid, 6 ago (EFE).- ¿Qué tienen en común la Reina Isabel II, Marilyn Monroe o Mick Jagger? Todos ellos rinden cuentas al estampado de leopardo, y es que las modas pasan y las tendencias cambian, pero este “print” se afianza como uno de los estampados más antiguos del mundo que, con altas dosis de rebeldía y un aire que navega entre la elegancia y lo salvaje, se consagra como estampado atemporal.

Desde el diseñador Christian Dior, que ya incluyó este estampado entre algunas de sus creaciones sin perder la esencia romántica que las caracteriza, hasta el cantante de rock Mick Jagger en sus conciertos con los Rolling Stones, el leopardo demuestra que puede ser tan versátil y tiene tantas opciones como estilos y personas existen en el mundo, vistiendo desde a la cantante Amy Winehouse a la Reina Isabel II de Inglaterra.

Este estilo, tan antiguo como la propia civilización humana, ha pasado de ser utilizado por sus propiedades funcionales para aislar del frío y el viento, a ser un elemento de estatus en las civilizaciones antiguas, para finalmente adornar a las musas de los años cincuenta y a cantantes de bandas de rock años después.

Aunque no se trate de un patrón liso y fácil de combinar, cualidades requeridas en una prenda para convertirse en básico, el estampado felino ha pasado de ser una tendencia a un fondo de armario, lucido en “total look”, vestidos, camisas, pantalones y todo tipo de accesorios, hasta saltar este año sobre los párpados en forma de propuestas arriesgadas de maquillaje.

Con un aire extravagante y salvaje, ha adornado desde el uniforme de vuelo para las azafatas de la compañía de vuelo National Airlines en los años setenta, hasta la cabeza de Sofía Loren en forma de pequeño sombrero, y comulga con la elegancia de los años cincuenta, conjuntado con labiales rojos o guantes, para evolucionar y ser el estampado preferido de los estilismos rockeros de los años ochenta sobre pantalones pitillo.

En pequeños accesorios y también como protagonista indiscutible de estilismos, como es el caso de los abrigos largos de solapa cruzada por los que apostaron desde Jackeline Kennedy, Nancy Sinatra o Barbara Streisand, acudiendo a un desfile de Chanel a finales de los sesenta, para ser también uno de los fotogramas más reconocibles de la película “Los hombres las prefieren rubias” en un vestido negro con capa en animal print lucido por Marilyn Monroe.

“El leopardo es un animal de diseño, y mis diseños vienen de la naturaleza”, sentenciaba el diseñador Roberto Cavalli, que hizo de este estampado un sello propio en sus creaciones, que obedecen a la máxima de “más es más”, y al que también se sumarían firmas como Jean Paul Gaultier, Burberry, Celine, Versace o Tom Ford.

Pero en este moteado animal ya había reparado muchos años antes la diseñadora Elsa Schiaparelli, cuyas apariciones en público en los años cuarenta, ataviada con un abrigo de leopardo, fueron tan icónicas que la pieza puede observarse a día de hoy en el Museo Metropolitano de Arte.

Pero no solo de Alta Costura y divas de los cincuenta bebe esta tendencia, sino que su aire más extravagante y salvaje fue portado por iconos musicales que van dese Mick Jagger en amplias camisas, Freddie Mercury y Steven Tyler, a músicos de la escena musical actual como Bruno Mars, protagonizando la portada de la cabecera musical Rolling Stones.

Un estampado que resiste a las modas y al devenir del tiempo adaptándose a distintas prendas y patrones, otorgando a quien lo porta una alta dosis de personalidad que ya no es únicamente válida para atrevidos.

María Muñoz