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El Siglo de Oro holandés irrumpe en el Museo Real de Bélgica en año Rembrandt

El Siglo de Oro holandés irrumpe en el Museo Real de Bélgica en año Rembrandt

EFE

Bruselas —

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Pinturas de Rembrandt, Frans Hals o Nicolaes Maes producidas a lo largo del Siglo de Oro holandés aterrizan este viernes en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica coincidiendo con el año Rembrandt, que conmemora el 350 aniversario de la muerte del maestro barroco.

Conocido como el pintor de la luz, Rembrandt fue uno de los grandes artistas de la Edad de Oro holandesa en el siglo XVII, un periodo de boyante expansión cultural, científica, comercial y política, en el que también despuntaron nombres como el de Frans Hals, Rembrandt van Rijn, Nicolaes Maes, Abraham Bloemaert, Jan van Goyen, Jacob van Ruisdael o Pieter de Hooch.

Retratos, paisajes, naturalezas muertas y pinturas de género fruto de las pinceladas de estos artistas podrán visitarse ese espacio cultural de Bruselas hasta el próximo 19 de mayo.

El director general de los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, Michel Draguet, explicó durante la inauguración que la muestra, titulada en inglés “Dutch Spring” (primavera holandesa), ofrece un “extenso panorama” de un periodo artístico “fascinante”, el siglo XVII holandés, que trajo a los Países Bajos una era de prosperidad económica “sin precedentes”.

Durante esta Edad de Oro, agregó Draguet, ciudades como Amsterdam, Utrecht, Haarlem y Leiden (todas ellas en los Países Bajos) se convirtieron en “verdaderos centros de innovación artística”.

Entre las 320 obras que atesora en este momento el museo belga se halla el único cuadro de Rembrandt expuesto en Bélgica, el “Retrato de Nicolaes van Bambeeck”, cuyo lienzo complementario, el de su esposa Agatha Bas, se encuentra en la Royal Collection Trust de Londres.

La pareja, cuyos dobles pictóricos viven ahora a distancia entre Bruselas y Londres, residió en el centro de Amsterdam, en la misma calle que Rembrandt, quien los pintó tres años después de su boda, en 1641, según detalla la galería británica.

Las obras de arte neerlandés del museo estatal belga forman parte de una colección permanente que reabre sus puertas después de que en 2005 se iniciara la renovación de las salas de la escuela holandesa, y de dos temporales: una dedicada expresamente al pintor Frans Hals y otra a la pintura del siglo XVIII de ese país.

El museo vuelve a reunir por primera vez a la familia Van Campen, que fue pintada por Hals entre 1623 y 1625, al juntar en la muestra los tres fragmentos de un lienzo que fue recortado hace más de 200 años, si bien falta una cuarta pieza en paradero desconocido.

Esta reunificación ha sido posible gracias a la colaboración del Museo de Arte de Toledo (en Ohio, Estados Unidos) y de una colección europea privada, los cuales atesoran las dos piezas que complementan al fragmento que ya se encontraba en el museo estatal belga.

Frente a los trabajos de Van Campen hay expuestos otros tres retratos familiares de Hals provenientes del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, de la Galería Nacional de Londres y del Museo de Arte de Cincinnati (en Ohio, Estados Unidos).

La conservadora de cuadros neerlandeses del siglo XVII en los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, Liesbeth De Belie, destacó en declaraciones a Efe la importancia de que estos cuatro cuadros se encuentren en una misma sala porque, afirmó, son los únicos retratos familiares que realizó Hals en toda su carrera.

Según De Belie, los artistas neerlandeses del siglo XVII desarrollaron “un verdadero estilo propio” con temas “novedosos para la época”, como las pinturas realistas o aquellas centradas en detalles cotidianos, y se especializaron en diferentes géneros, aunque sobresalieron los retratos porque eran más rentables para los pintores.

En este periodo, la Iglesia y la corte dejaron de ser los únicos clientes de los pintores porque entró en escena una nueva clase social, la burguesía, que comenzó a encargar lienzos para decorar las casas, explicó De Belie.

Los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica reciben cada año alrededor de un millón de visitantes, aunque este número ha caído levemente en los últimos años debido a los atentados terroristas que ha vivido el país desde 2014.

Ana Belinchón

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