Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Noticia de agencia

Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Esta información es un teletipo de la Agencia EFE y se publica en nuestra web de manera automática como parte del servicio que nos ofrece esta agencia de noticias. No ha sido editado ni titulado por un periodista de eldiario.es.

La soprano Sondra Radvanovsky se convertirá en “Las tres reinas” del Liceu

La soprano Sondra Radvanovsky se convertirá en "Las tres reinas" del Liceu
Barcelona —

0

Barcelona, 4 ma. (EFE).- La soprano Sondra Radvanovsky, una de las más queridas por el público del Gran Teatro del Liceu de Barcelona, se transmutará los días 6 y 8 de mayo en Ana Bolena, María Estuardo e Isabel I gracias al concierto “Las tres reinas”, que incluye las escenas finales de la “Trilogía Tudor”, de Gaetano Donizetti.

La cantante, con un espectacular vestuario a cargo del diseñador Rubin Singer, estará acompañada por la Orquesta y el Coro del teatro barcelonés, bajo la batuta del maestro Riccardo Frizza, y con una propuesta escénica del sevillano Rafael Villalobos, que debuta en el coso de la Rambla, y que ha apostado por la luz y por mostrar a las mujeres que hay detrás de las monarcas.

En el escenario, además, estarán la mezzosoprano Gemma Coma-Alabert, el tenor Marc Sala y el barítono Carles Pachón.

Emocionada y feliz de volver a Barcelona, que considera como su casa, Radvanovsky ha recordado este martes en rueda de prensa que este proyecto nació a finales de 2019 y ya se pudo ver en Chicago, después de una “idea fabulosa” de Frizza.

Los dos fueron trabajando el proyecto, que para la norteamericana puede girar por escenarios de todo el mundo, mostrando a tres personajes históricos “completamente diferentes, igual que sus estilos vocales”.

A su juicio, Ana Bolena “es el personaje más de la realeza, alguien muy respetado y muy potente, casada con Enrique VIII y con la tesitura más baja, mientras que María Estuardo es para soprano más lírica, la que es más reina, e Isabel I, la más religiosa de las tres: la encontramos en un momento en el que está destrozada, buscando el amor, con una coloratura dramática”.

Sondra Radvanovsky ha destacado que le gustan “estas tres mujeres fuertes” y no ha rehuido que toda la responsabilidad de entrar en sus pieles recae sobre su espalda.

Tampoco ha dejado pasar que la propuesta escénica de Villalobos ha conseguido “replantear” toda la producción, “lo que es fantástico, porque acaba siendo totalmente diferente de lo que hicimos en Chicago”.

Frizza, que conoce como nadie a Radvanovsky y que hoy ha dicho de ella que es “quizá la soprano más importante que tenemos en el mundo”, ha destacado cómo cada uno de los fragmentos que ofrecerán permite ver la evolución y la madurez como compositor de Donizetti.

Rafael Villalobos, que siempre soñó con trabajar en el Liceu, ha querido con su propuesta resaltar la esencia del bel canto y “desnudar” a cada una de las reinas “para ver quién es la mujer que hay detrás”, así como mostrar “las diferencias entre la locura de Ana Bolena, a cómo asume la muerte María Estuardo, lanzando un mensaje al pueblo, y la soledad total de Isabel”.

Asimismo, ha resaltado que el montaje es “un homenaje a la reina absoluta del Liceu”, en referencia a la Radvanovsky, quien le ha agradecido el gesto y le ha lanzado que gracias a su propuesta “en el fondo, yo no he tenido que hacer nada, me lo ha servido en bandeja”.

En cuanto a cuál de los tres personajes prefiere, la artista ha indicado que es el final de la ópera “Roberto Devereux”, la que protagoniza Isabel I, la que ve como “una escena perfecta, que rompe el corazón”.

Riccardo Frizza se ha mostrado totalmente de acuerdo y ha confesado que con el “drama interior de la reina Isabel, con las notas musicales de esta última escena, yo lloro cada vez, porque te saca el alma, es algo impresionante”.

Otro momento es el aria de María Estuardo, cuando Radvanovsky no ha negado que desearía “tener un tercer o cuarto pulmón”, el punto álgido de esa ópera, que transpira “religiosidad y es como si ella flotara por encima de todo el mundo”, sin olvidar cómo lo interpretaba Montserrat Caballé.

Otra de las características de la producción es el vestuario, puesto que Radvanovsky quiso desde el primer momento que “no fuera como el de la ópera”, ni que las tres reinas “fueran como disfrazadas con vestidos de época”.

“Con Rubin Singer -que ha trabajado con cantantes como Beyoncé- queríamos modernizar el vestuario y dar voz a través de esos vestidos a las tres mujeres. Vimos juntos todas las imágenes que había de ellas y condensamos la esencia de esos vestidos para hacerlos modernos”.

De los tres, también ha destacado el de Isabel I, de color blanco, porque era la reina virgen, el que costó más de crear y que ve como “ultramoderno”.

En palabras de Villalobos, se trata de un vestuario que inspira y que “tiene un aroma histórico, pero no es un disfraz para nada, es el vestuario de una reina, también de una diva”.

Sondra Radvanovsky, que, según el director artístico del Gran Teatro, Víctor García de Gomar, es “una reina que cantará tres reinas”, tampoco ha obviado el momento de pandemia y ha pronosticado que cuando termine “el mundo de las artes será muy diferente, lleno de ideas espectaculares, sin límites, más abierto”.

Etiquetas
stats