“Súper Clea”, la nueva superheroína de Ana García-Siñériz y Jordi Labanda

Madrid, 8 abr (EFE).- Tras el éxito de “La banda de Zoe”, la periodista Ana García-Siñériz y el ilustrador Jordi Labanda han vuelto a unirse para presentar “Súper Clea”, la primera entrega de una nueva serie de una niña con súper poderes con la que quieren mandar un mensaje: enseñar que se puede conseguir lo que se quiera.

Eso sí, en esta nueva aventura literaria que sale hoy a la venta ambos autores tienen muy claro que se puede conseguir todo en esta vida sin faltar a esas responsabilidades diarias que nos forman como adultos del mañana, es decir, que se puede “salvar el mundo sin faltar al examen de matemáticas”.

Según ha contado a Efe la periodista, “Súper Clea” (editorial Montena) es una “evolución” de sus trabajos anteriores y en este caso Clea es una niña con unos padres científicos que, tras mudarse a la ciudad después de haber vivido en la jungla y ser educada por sus progenitores, descubre que tiene superpoderes cuando le regalan un anillo mágico.

Con esta trama, prosigue García-Siñériz, sus lectores, que no duda que serán niñas y niños, podrán descubrir un mantra que no debemos dejar de repetirnos incluso los adultos: “si tienes la capacidad de buscar en tu interior y buscar cualidades para ponerlas en valor. eso ayudará a conseguir lo que quieras”.

Pero en esta nueva saga sus autores también abordan temas de actualidad como la ecología -donde ambos son “muy militantes- o las llamadas ”fake news“.

“Queremos que el niño pueda desarrollar espíritu crítico y abordamos cosas que están pasando, como las falsas noticias y cómo puedes luchar contra este tipo de cosas terribles a través de tu inteligencia”, añade a Efe Labanda.

Unidos por una amistad de muchos años, la periodista y escritora reconoce que cuando ambos deciden sobre qué van a escribir ella tiene en cuenta lo que a Labanda “le gusta”, porque es él quien “tiene esta visión estética de las cosas y no se limita a ilustrar una historia que a mi se me ocurra”.

Por eso siempre piensa en “situaciones lucidas” para que el ilustrador las lleve a cabo.

Y en esta ocasión, el manga y la cultura japonesa están muy presentes en este libro, donde predomina el rosa en todas sus vertientes.

“Me apetecía investigar el mundo manga, porque creo que parte de la gente joven está inundada y convive con los 'emojis' y todo tipo de cositas animadas, por eso me parecía un tema muy interesante y divertido. En este libro hay una ilustración más trabajada, con más sentido del espectáculo”, explica a Efe el dibujante (Uruguay, 1968).

Y con esta estética lo que ambos querían era volverse “un poco locos” para que así el lector encontrara una lectura paralela a la del texto. “Estas cositas enriquecen la maquetación y te ayudan también a entender la narración de otra manera”, añade el artista sobre su trabajo en “Súper Clea”.

Con más de 300.000 ejemplares vendidos de las historias de “La banda de Zoe”, García-Siñériz cuenta que en literatura infantil “no importa quien haya escrito el libro”.

“Los libros infantiles si gustan, gustan, y si no da igual que lo haya escrito Madonna. A mi me produce mucha satisfacción el estar en la cabeza de estos niños que han crecido y han aprendido a disfrutar de la lectura con los libros de Zoe y esperamos que con Clea pase igual con niños de 7 a 11 años. Que se diviertan y que gracias a estos libros se conviertan en lectores”, dice.

Por eso, agrega que además de estar pendientes de temas de actualidad para incluir en sus obras, el humor siempre está “de fondo”: “no entiendo en los textos el aburrimiento, es mi principal enemigo, todo tiene que ser divertido y ameno. Un libro que está cerrado es un libro muerto en el caso de la literatura infantil”, destaca.

A la venta desde hoy, “Súper Clea” suma otro título más a la lista de obras de literatura infantil y juvenil que pueblan nuestras librerías. Obras a las que Labanda pide que se haga “más caso” porque, lamenta, que el hecho de vender mas de 300.000 ejemplares con “La banda de Zoe” ha pasado desapercibido.

Pilar Martín.