La mirada poética y surrealista de Carmen Calvo recogida en una retrospectiva

La artista valenciana Carmen Calvo, una de las creadoras con mayor prestigio internacional, “una artista de culto en el arte contemporáneo español”, ha instalado en Madrid todo su mundo creativo, surrealista y complejo, en una retrospectiva en la Sala 31 de la Comunidad, titulada “Todo precede de la sinrazón”.

Una grandísima exposición llena de poesía que recorre toda la obra de Carmen Calvo (Valencia, 1950), desde 1969 hasta 2016, a través de setenta y siete pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones.

Obras que proceden de diferentes colecciones, algunas de ellas expuestas en 1980 en el Guggenheim de Nueva York con motivo de la muestra “New Imagen from Spain”, donde Carmen Calvo ya mostraba el concepto de repetición y el uso de los objetos. Pero también obras que proceden del IVAM de Valencia o del Museo Reina Sofía.

También se incluye la instalación para la XLVII Bienal de Venecia de la artista valenciana, Premio Artes Plasticas en 2013, titulada “Una conversación (1996-97), un inmenso hexágono en cuyo interior se agolpan decenas de objetos, como si fuera un santuario mágico; o las 21 piezas en pizarra que posee el Museo Reina Sofía, donde la luz y la sombra también son protagonistas.

“Como si fuera un Ribera de la actualidad”, en opinión del comisario de la muestra, el teórico y crítico de arte Fernández de Córdoba, que ha resaltado la faceta “barroca” de la artista.

Objetos, cuchillos, grandes matas de cabello, trajes colgados, múltiples cajas, muñecos, cordones, barros cocidos o “collages” cubren la inmensa Sala Alcalá 31, donde también está el trabajo hecho con las manos de la artista.

La fabricación de soportes específicos de la creadora, que también considera la pintura como un oficio, están también presentes en esta muestra, donde el objeto funciona como referente de la memoria.

Calvo, que ha asistido a la presentación de la exposición, la cual se inaugura hoy, se ha mostrado “muy emocionada” al ver el montaje de la muestra.

“Ver una muestra así en tiempos difíciles para la cultura es toda una emoción”, ha explicado, al tiempo que ha reivindicado la labor de las galerías y las salas de exposiciones, en momentos de ventas por internet que “manipulan y provoca el hundimiento del artista”, ha precisado.

La muestra se divide en cinco áreas o capítulos. Comienza con dos pinturas figurativas de “Escena de caza”, una de ellas de 1969, la más antigua de la exposición, y finaliza con “Et pourlèche la face ronde”, pieza realizada expresamente para esta muestra.

Con “Escena de caza” la artista reflexiona sobre la violencia de género y sobre la violencia en general que ejerce el ser humano.

El primer capítulo, titulado “Una arqueología de lo imaginario”, está formado en su mayoría por lienzos con elementos de barro cocidos y esculturas de los años 80 que corresponden con su estancia en París.

Le sigue “Ceremonia y objeto”, capítulo correspondiente a los 90 y que gira en torno a su ceremonial relación con el objeto. Mientras que “Canibalismo de las imágenes” analiza sus trabajos más fotográficos.

Y el cuarto apartado, “Las alucinaciones son innumerables”, Calvo trabaja con el papel, el “collage” y el dibujo.

Finalmente, el quinto apartado muestra aquellos contenidos multimedia que recogen sus preferencias cinéfilas y musicales, algo fundamental para la compresión del mundo creativo de Carmen Calvo.

De formación clásica, Carmen Calvo -“la pintura es soledad”, dice- estudió Bellas Artes y Publicidad en su ciudad natal, Valencia, donde fue nombrada Académica de Bellas Artes de San Carlos de Valencia.