El Thyssen rinde homenaje a la Zarzuela a través de “Doña Francisquita”

El clásico y castizo personaje de zarzuela, “Doña Francisquita”, es homenajeado con una colección de 53 piezas, carteles, fotografías y figurines, que conforman una visión retrospectiva de esta comedia lírica, que se podrá ver desde hoy hasta el 2 de junio en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

“Doña Francisquita, una mujer de zarzuela” es el título de esta colección, formada por aportaciones de un gran número de instituciones españolas, que demuestran la influencia de este personaje femenino en la cultura española, como diseños originales de la producción o cartelería de la Filmoteca Española.

Ocupan un lugar destacado la partitura manuscrita de 1923 de su compositor, Amadeo Vives, y dos vestidos de escena diseñados por Franca Squarciapino para los personajes de Doña Francisquita y Aurora, protagonistas de la que se considera una de las obras más importantes del género, inspirada en “La discreta enamorada” de Lope de Vega.

La sala de exposición (de acceso gratuito) presenta el contenido de manera temática en torno a siete vitrinas dedicadas a la música de la obra, su adaptación al cine, al personaje de la joven Francisquita y a los montajes de 1956, 1972, 1985, 1998, 2010 y 2019 en Madrid.

La zarzuela de los libretistas Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, será representada también este año en el Teatro de la Zarzuela, desde el 14 de mayo al 2 de junio, en una nueva adaptación con música de Oliver Díaz y dirigida por Lluís Pascual.

“Se trata de una adaptación con una innovadora propuesta escénica que invita a reflexionar sobre la grandeza de los clásicos”, ha subrayado el director del Teatro de la Zarzuela, Daniel Bianco, en rueda de prensa.

En la exposición se puede ver cómo “Doña Francisquita” incorporó novedades de su época, mediados del siglo XIX, como “la vuelta al 'bel canto' impuesto por el verismo de Puccini o la asunción del avance en el lenguaje armónico y orquestal propio impresionismo”, ha explicado Bianco.

Por su parte, el director artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana, ha querido referirse a las modas teatrales que se identifican en la obra y ha recordado que “fueron aportadas por una opereta en auge y por la revista, pero también por los movimientos sociales y políticos del momento”.

Esta zarzuela, estrenada en 1923 en el Teatro Apolo de Madrid, parece no tener fecha de caducidad ni fronteras, ya que continúa siendo adaptada a otros géneros como la danza y representada y proyectada -en su versión cinematográfica del 52 dirigida por Ladislao Vajda- en otros continentes como Latinoamérica.