Un experto destaca las “incógnitas” que aún hay de la vida privada de Velázquez

Logroño, 10 nov (EFE).- Las “muchas incógnitas” que aún existen en torno a la persona y la vida privada del Diego Velázquez, algo que “parece mentira, porque es muy conocido”, es uno de los datos que ha destacado este martes a Efe en Logroño el doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense Ángel Aterido.

Aterido pronuncia una conferencia sobre Velázquez (Sevilla, 1599-Madrid, 1660) dentro del curso “Los genios del Prado”, organizado por las Fundaciones UNIR y Amigos del Museo del Prado, en colaboración con el Ayuntamiento de Logroño.

Ha resaltado que, a pesar de que la mayoría de las obras de este artista están en el Museo del Prado y de que se conoce la documentación administrativa e, incluso, “algún detalle personal”, es su faceta privada, “que no ha quedado en la documentación ni en su propias pinturas, la más desconocida”.

En el panorama de la pintura barroca europea, ha proseguido, se reconoce a Velázquez de forma tradicional por varias cuestiones: primero, por la evolución que tuvo en los dos estilos que acogió, el naturalista y, luego, una pincelada más suelta y veneciana.

En segundo lugar, “a nivel técnico, es un maestro”, a lo que se suma el concepto y la dificultad dentro de sus pinturas, que lo señalan como “un hombre con aspiraciones, no simplemente de representar imágenes, sino de contarlas de forma, a veces, paradójica”, ha apuntado.

Ha resaltado que Velázquez fue el artista que, en vida, tuvo mayor reconocimiento por parte de la corona, la máxima autoridad en la monarquía hispánica, ya que “ha habido pintores de cámara, pero él ocupó un puesto importantísimo en palacio que ningún otro artista ha vuelto a tener”.

“Este pintor -ha añadido- tuvo la suerte de dar con un rey especialmente aficionado a la pintura, Felipe IV, quien tenía un gusto refinadísimo y fue uno de los coleccionistas más importantes en la Europa del momento”.

Los cuadros de Velázquez, ha remarcado, “parecen fáciles de pintar, pero detrás hay un estudio y un concepto muy difíciles, esto es absolutamente barroco, algo que parece fácil, pero que, en realidad, tiene una gran sofisticación. Esa sería la marca de un cuadro de este pintor”.

Ha subrayado como características de una obra de Velázquez “la buenísima técnica” y “que parezca hecho de forma fácil, pero siempre se va a detener en crear algún tipo de paradoja, sobre todo en las historias, con herramientas, de forma aparente, muy sencillas”.

“Velázquez fue extraordinario en su tiempo porque los pintores españoles del siglo XVII básicamente pintaban pintura religiosa, y, paradójicamente, él tiene muy poca pintura religiosa”, ha resaltado Aterido, experto en diseño y montaje de exposiciones de arte.

Este pintor, cuando llegó a la corte, se acomodó a las necesidades del rey y fue el retrato su principal tema, pero abordó prácticamente todos: pintura religiosa, mitológica, el desnudo y el paisaje, por lo que es “un pintor completo”.

Sergio Jiménez Foronda