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Combatir la trata y sus “tres ejes del mal”, desde los medios

Presentación en Ca Revolta del decálogo.

Laura Julián

Valencia —

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La trata de personas es la esclavitud del siglo XXI. Es un crimen. Un acto delictivo. Entre 13.879 y 40.000 mujeres son explotadas sexualmente en el Estado español, según cifras de la ONU. Un negocio que, solo en España, mueve cinco millones de euros al día. No es de extrañar que los medios de comunicación informen de este delito que incluye la captación, el rapto y el traslado de personas -principalmente mujeres-, recurriendo a la amenaza, el miedo o cualquier forma de coacción y con fines de explotación sexual. Pero, ¿qué tipo de noticias generamos?

Según un decálogo de CEAR-Euskadi, los medios abordan el fenómeno desde un enfoque meramente policial, mencionando a las supervivientes de trata como “simples objetos”, sin tener en cuenta que son mujeres refugiadas y “sin análisis de género”. Se siguen confundiendo conceptos como trata y tráfico de personas e incluso se utilizan términos racistas como “trata de blancas”.

Esas serías las principales conclusiones que aporta la periodista Naiara Gutiérrez que ha presentado este informe en València, en un acto organizado por la Unió de Periodistes Valencians y dentro del proyecto ‘Alça la veu contra el racisme i la xenofobia’ del Observatorio de medios Sense Tòpics de CEAR-País Valencià.

Naiara Gutiérrez ha analizado y rastreado la cobertura de los medios tanto de ámbito estatal como de Euskadi y ha elaborado un documento con recomendaciones para informar correctamente sobre la trata con fines de explotación sexual desde el derecho de asilo. “Hay que pasar del enfoque de víctima al de superviviente”, apunta la autora en una sala repleta de estudiantes de Periodismo y Trabajo Social.

En España se desarrollan una media de 500 actuaciones policiales al año en las que se desmantelan mafias o redes de trata. Los medios se hacen eco de esa información normalmente gracias a las fuentes policiales que utilizan su propia terminología y en cuyo relato “se libera y se salva” a las mujeres, ellos “son los héroes” y las imágenes suelen ser “morbosas”, recurriendo a su “espectacularidad” y “sexualización”, sin tener en cuenta los derechos y la seguridad de las mujeres.

El decálogo, que cuenta con la colaboración de la revista Pikara Magazine, propone “ir más allá del hecho noticiable” y abordar el fenómeno en su conjunto, explicando que es “una de las más graves consecuencias ante el actual contexto internacional de cierre y militarización de fronteras”: “Nunca es un hecho fortuito, no es casualidad que sean mujeres, empobrecidas y extranjeras”.

En este sentido, la periodista y responsable de comunicación de CEAR-Euskadi, señala “tres ejes del mal” que perpetúan y fomentan esta extrema vulneración de los derechos humanos: el capitalismo, el machismo y la xenofobia.

“Las víctimas de la trata con fines de explotación sexual son víctimas de un sistema heteropatriarcal que alimenta la violencia contra las mujeres; un sistema capitalista en el que algunas personas y países se enriquecen a costa de la miseria de otros; y un sistema xenófobo que vulnera el derecho de las personas a migrar”, describe el decálogo.

También aporta otras recomendaciones como sacar esas noticias de la sección de Sucesos, visibilizar que pueden ser refugiadas, no nombrar como “clientes” a sus captores o explotadores, crear bancos de imágenes libres de hipersexualización y morbo y que dignifiquen a las mujeres, o ampliar el abanico de fuentes expertas que trabajen desde la lectura feminista y antirracista. También recomienda ser cautos a la hora de pedir a las organizaciones fuentes en primera persona, respetar los tiempos y la confidencialidad.

El escritor y periodista Antoni Rubio de la Unió de Periodistes Valencians también participó en la presentación del decálogo y señaló que los medios, sobre todo los digitales, han priorizado “la rapidez”, “los clics” y “la espectacularidad”, en lugar de la calidad de la información, y señala problemas “endémicos” en las redacciones: la falta de perspectiva de género, los prejuicios hacia las personas extranjeras y la precariedad.

El documento, que se puede consultar online, pretende facilitar la tarea de los periodistas a la hora de informar sobre estos fenómenos para combatir, también desde los medios de comunicación, uno de los negocios más oscuros y lucrativos del mundo.

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