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Antonio Estañ: “Estamos dispuestos a aprobar los presupuestos, siempre y cuando se vea una voluntad política de cumplir los acuerdos”

Antonio Estañ, portavoz de Podemos en las Corts valencianas

Laura Martínez

Antonio Estañ (Callosa del Segura, Alicante), se ha propuesto endurecer el discurso de Podemos hacia el Consell. Molesto con la actitud de PSPV y Compromís también en les Corts, pide a ambas formaciones mayor contundencia en el desarrollo de las promesas que se materializaron en el Pacte del Botànic. 

El portavoz de la formación morada considera que ahora que los empresarios “han abandonado al PP”, ejercen presión sobre sus socios en la legislatura para no desarrollar medidas que les son incómodas. Propuestas como la tasa turística, el cambio de modelo en la gestión de residuos o las políticas de urbanismo, con las que su formación aprieta en las Corts durante la negociación de los Presupuestos. Tras tensas semanas, Estañ asegura que están dispuestos a aprobar las cuentas del Botànic. Pero avisa: no a cualquier precio.

¿Qué balance hace de esta mitad de legislatura?

Sobre el Botànic, creo que estamos en un momento que vamos hacia dos direcciones. Hay un relato del Botànic que prima la estabilidad, mejorar la gestión, haber traído a los empresarios… pero que choca igual con tomar algunas medidas de calado. Sobre todo cuando esos empresarios que han abandonado al PP se niegan a esas medidas. Ahora hay una acumulación de leyes y parece que hay cierta cautela a la hora de tomar decisiones, mirando al horizonte electoral, pero que a la vez significa que esas medidas no se van a desarrollar. Creo que estamos en ese momento decisivo en el que apostar por determinadas políticas. O no.

¿Atraer a los empresarios es una acción positiva o están actuando como lobby sobre algunas medidas?

Es positivo si se toman medidas de avance y se consigue un respaldo mayoritario. Se corre el riesgo de dar esa imagen de que en la política se puede contentar a todo el mundo. Creo que hay decisiones, como en el Corredor Mediterráneo, en las que hay que elegir si se priman las mercancías o el transporte de cercanías. Son decisiones que se tienen que tomar y es un riesgo la seducción de los empresarios tras haber abandonado al PP. O en el modelo Alzira, donde no se está poniendo toda la carne en el asador para revertirlo o en el sistema de residuos, donde ahora surgen dudas… Es beneficioso tomar decisiones con el mayor consenso posible, pero en los casos en los que no, habrá que decantarse por la parte que más ha sufrido las políticas del PP.

¿Cree que el conflicto catalán está afectando a la política valenciana?

Es inevitable.  Para el PP y Ciudadanos es una vía de escape, volver a una cuestión simbólica y a hablar de cuestiones absurdas como los adoctrinamientos. Por otro lado, nos afecta ese repliegue recentralizador y, a la hora de abrir en el marco territorial, hace que el foco no esté en una reconfiguración global y solo en la cuestión catalana. Lo aprovechan partidos como Ciudadanos y el PP y afecta a como nos tenemos que mover en ese escenario recentralizador.

¿El recurso del Gobierno central a las leyes contra la pobreza energética y de paralización de los desahucios es consecuencia de ese repliegue recentralizador?

Creo que es un proyecto del PP y que con esto tiene el escenario más favorable.

¿Cuál es la condición para aprobar los Presupuestos?

No hay una condición. Lo que planteamos desde el primer momento es esa visión como los presupuestos más importantes, porque serán los últimos en ejecutarse, y planteamos una serie de prioridades. De ellas, se ha avanzado en muchas y estamos orgullosos de que se incorporen, como educación y dependencia. Pero en otras, que tienen más que ver con un contenido político, no se está avanzando tanto. Son las políticas de vivienda, la tasa turística, que se ha visto que en principio no, o el modelo de residuos. Creo que habrá que hacer una valoración general de estos presupuestos, pero aún queda la parte más cuantiosa, que se verá en el debate de enmiendas.

De momento, en ese planteamiento, ¿Va ganando el sí o el no?

El balance es un poco… de los pros por los contras. Estamos orgullosos de algunas medidas, como que la Agencia de Emergencias asuma el cuerpo de bomberos, pero en otras, como en la tasa turística, vemos que PSPV y Compromís se han cerrado en banda, pero intentamos en la mayor medida posible llegar a un acuerdo.

¿Por qué ese cambio de opinión y el paso atrás con la tasa turística?

Sinceramente, no lo sé. Creo que se ha polarizado mucho mediáticamente y puede que eso haya contribuido a que las posiciones hayan sido más cerradas. Asumimos las propuestas de Compromís, que fuera más gradual… Creo que ha primado el no atreverse a ir en contra del sector hotelero.

Y por vuestra parte, ¿Qué os ha hecho dar marcha atrás?

La voluntad de no enconarnos en un tema. Estamos dispuestos a aprobar los presupuestos, siempre y cuando se vea una voluntad política de cumplir los acuerdos de Corts y del Pacto del Botànic.

¿Cree que esta negociación de Presupuestos afecta a las relaciones de los partidos del Botànic?

Es lógico que en momentos de mayor tensión política como son los Presupuestos haya altibajos. Creo que lo fundamental es tener en cuenta el proyecto general. Ahí vemos si nos conformamos con decir que gestionamos mejor que el PP, que no robamos, o si vamos realmente a una transformación del modelo. Ahí se dan fricciones. Pero bueno, es también nuestro papel.

Hace un par de semanas, cuando os plantasteis con las enmiendas a la totalidad a la ley de acompañamiento, salieron al rescate los 4 tránsfugas de Ciudadanos. ¿Con qué sensación os quedasteis?

Nuestra intención con esa abstención fue mostrar que las cosas no se estaban haciendo bien y que no entendíamos la voluntad de no llegar a un acuerdo. La intención no era bloquear. Creo que el debate será si el Consell quiere sacar los Presupuestos de la forma que sea o respondiendo a un cumplimiento de los compromisos del Botànic. Pero no nos preocupa que eso se vuelva a dar.

¿Os sentisteis prescindibles?

Nuestro papel no es ser los más fundamentales para tomar decisiones. Es garantizar que se cumplan los acuerdos. Ahí ya habrá que ver cuál es el proyecto de fondo y tiene que ser compartido y basado en el diálogo y en la mirada larga.

¿Buscaríais el apoyo de PP y Ciudadanos para las enmiendas que quedaran sueltas?

Bueno eso… dependerá de la enmienda. En principio, si decimos que nuestras enmiendas tienen que ver con el cumplimiento del Botànic, debe ser los partidos del Botànic quienes las aprueben. El PP ahora está intentando jugar un papel no sé si desestabilizador. Pero si nos aprueban alguna enmienda, no tenemos culpa de eso.

¿Y al revés? Con esa enmienda del PP para retirar la subvención a la CEV…

Estamos de acuerdo en que hay que revisar esa ley de participación institucional y el modelo de financiación de sindicatos y partidos, ir a una forma más amplia de reflejar la participación… No sabemos si el momento es ahora. Estamos estudiando esa enmienda, pero no vamos a ser cómplices de la pataleta del PP.

Te presentaste al proceso interno con un programa que se basaba en el profundizar el cambio en Podemos. ¿En qué ha cambiado la formación desde que sustituiste a Montiel?

Creo que aun es pronto para valorar. Desde la dirección tenemos el foco puesto en afrontar la cuestión municipal, es la prioridad. Acercarse a las agrupaciones locales, que por los tiempos de antes, la dirección estaba en otras prioridades…

Hasta ahora, en el Botànic han ido todos a una. De cara a las elecciones se espera que cada partido vaya manifestando sus posiciones que lo diferencian del resto. ¿Seguirán los tres partidos actuando todos a una o los partidos van a ir distanciándose?

Lo ideal sería que las decisiones no tuvieran un objetivo electoral. A medida que se agotan los tiempos electorales, es lógico que se acentúen diferencias de proyecto. Es esperable que se dé alguna discrepancia. Yo no santificaría la unidad a cualquier precio, sino en ver cómo conseguimos los objetivos lo mejor posible.

¿Esta negociación de presupuestos ya es un anticipo de marcar el espacio electoral?

Yo espero que no. Tenemos retos por delante que no se pueden jugar en clave electoral. Por ejemplo, la semana pasada aprobamos la renta valenciana de inclusión, que es fundamental. No podemos entrar en una negociación irresponsable. Pero eso no excluye que si no se da la voluntad política de cumplir, reaccionemos.

¿Habrá pacto preelectoral de las formaciones a la izquierda del PSOE?

Es el otro gran reto que tenemos como organización. Estamos tratando de diseñar un espacio amplio para que en cualquier caso, se dé o no una unión electoral haya un espacio de debate. No queremos repetir una unión días antes. Tenemos que trabajar en construir el bloque amplio al margen de lo electoral. Queremos sumar el máximo posible.

¿Volveríais a investir a Ximo Puig como President?

¿En las mismas condiciones? Creo que en la negociación se dio poco margen para elegir. Aunque nuestros votos más los de Compromís eran la primera fuerza, no solo superando al PSOE sino también al PP. El tema será si Compromís sigue respondiendo a esa necesidad de cambio o se deja doblegar por el PSOE. Habrá que ver en qué resultado de fuerzas queda el mapa.

¿Ximo Puig confía demasiado en las promesas del Gobierno central en las negociaciones?

Sí. Ya estamos viendo como se incumplen los plazos. Incluso parece que hay un doble juego con el Partido Socialista. Se está aplazando la cuestión territorial, la comisión ya no va a asumir una reforma constitucional… Fiar gran parte del discurso a la infrafinanciación, a la vez que no se da una visión más amplia es un error. El tema territorial es mucho más complejo. Creo que ha sido bastante confiado y deberíamos abrir más el foco, tanto en las políticas de austeridad como en el reparto de Estado y comunidades autónomas.

 

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