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“Existe una relación entre suicidio y pobreza o desempleo”

Luis Miguel Segovia, en el Royal College of Psychiatrists

Cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo, una media de 804.000 al año. Y se estima que por cada uno que se lleva a cabo, se producen 20 intentos frustrados. Son los resultados del primer estudio global sobre el tema, realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), sobre 172 países, entre el 2000 y 2012. La conclusión de dicho informe es que se trata de un grave problema de salud pública que debe ser objeto de prevención. En la Comunidad Valenciana, el año 2012, se registró un total de 406 suicidios, de los cuales 308 fueron hombres y 98 mujeres.

Al hilo de estos hechos, el Colegio de Médicos de la Comunidad Valenciana reclama la puesta en marcha de campañas de sensibilización. El doctor Luis Miguel Segovia López, recientemente galardonado con el título Fellow del Real Colegio de Psiquiatras, explica cómo se podía prevenir los suicidios y algunas de sus causas.

¿Cómo debería desarrollarse una campaña de prevención contra el suicidio?

En primer lugar con la identificación de los pacientes con riesgo de suicidio y su correcto tratamiento. También reduciendo en los medios de suicidarse. Por ejemplo, cambiando en los hogares y los automóviles un gas tóxico por otro que no lo sea. O disminuyendo el número de comprimidos en las cajas de determinados fármacos empleados en las sobredosis. Por otra parte, se debería incluir la formación en los médicos de atención primaria y provisión del tiempo y los medios necesarios. El 63% de los suicidas visitan al médico de atención primaria durante el mes anterior al acto y el 36% la semana anterior. La formación de los profesionales de la enseñanza, la actuación sobre los medios de comunicación, para evitar la mitificación del suicidio o que se considere una manera habitual de reaccionar ante la adversidad, o la difusión de teléfonos de ayuda disponibles 24 horas al día son otras medidas imprescindibles.

¿La crisis económica ha influido en el número de suicidios?

Se ha descrito una relación entre suicidio y desempleo y pobreza. Durante la gran depresión, que afectó a Estados Unidos los años veinte y treinta del pasado siglo, se produjo un aumento de los suicidios. En el caso de España estos últimos años de crisis económica, carecemos de datos para establecer un nexo causa efecto. Se puede decir que en las últimas décadas la cifra ha oscilado entre 3.000 y 3.500 casos al año.

¿Por qué se suicidan más los hombres que las mujeres?

Los varones se suicidan tres veces más que las mujeres, aunque las mujeres lo intentan cuatro veces más que los hombres. Los hombres utilizan métodos más efectivos, y consideran poco masculino pedir ayuda. Afortunadamente, las mujeres emplean métodos menos letales y consideran adecuado el solicitar ayuda ante la adversidad. Además, la comorbilidad con el abuso de drogas es menor en este último grupo.

¿Las personas propensas a quitarse la vida emiten alguna señal reconocible?

Es falsa la idea de que el que se suicida no manifiesta síntomas. Sí que lo expresa. Si ha comunicado que ya no quiere vivir más, que piensa con frecuencia en terminar con su vida, que ya tiene un plan o que ha escrito una nota de despedida, debe ser evaluado lo antes posible. En el caso de los adultos, la persona se encuentra triste, ansiosa, no puede experimentar placer ni con su trabajo, ni con su familia, ni amigos, ni hobbies. Pierde el apetito y el insomnio le impide descansar apropiadamente. Se encuentra fatigado y le resulta difícil concentrarse. Llega a sentir que su vida es un fracaso, se siente culpable y carente de esperanza. Es tal el abatimiento y pesadumbre que experimenta, que considera una liberación finalizar su vida. En el caso de los niños, dejan de jugar y presentan problemas escolares. Con referencia a la tercera edad, es un error pensar “¿Cómo ha de estar con los años que tiene? Por el hecho de que uno sea mayor, no tiene por qué sentirse triste. Las personas mayores merecen toda la ayuda que puedan precisar.

¿Se puede hablar de una tendencia genética?

Se considera que en la conducta suicida interviene factores genéticos, biológicos, psicológicos y sociales. El abuso sexual o físico, el abandono, la pérdida de los progenitores y disfunción familiar grave se han asociado con la conducta suicida. Aunque se ha demostrado una influencia genética en el suicidio, esta podría ser poligénica, no habiéndose identificado hasta la fecha ningún gen responsable de la letal conducta. Se ha investigado fundamentalmente los genes relacionados con la serotonina, noradrenalina, monoaminooxidasa, factores neurotróficos, y los implicados en la respuesta al estrés y sistema neuroendocrino. Así pues, la interacción genes-ambiente afectaría el desarrollo del sistema nervioso, predisponiendo al suicidio. Es importante destacar la capacidad de afrontamiento de la persona ante las dificultades, como interpreta y resuelve los problemas y el apoyo familiar y social que dispone para su ayuda. La baja autoestima, la desesperanza, la impulsividad y la falta de apoyo familiar o social pueden predisponer a una solución drástica del problema.

Cifras en España

Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2012 se suicidaron 3.539 personas (2.724 hombres y 815 mujeres), un 11,3% más que el año anterior. La tasa de suicidios se situó en 7,6 por cada 100.000 personas (11,8 en los hombres y 3,4 en las mujeres). Es la tasa más alta desde 2005.

Trastornos psiquiátricos

El 15 % de los que padecen depresiones severas se suicidan. En la esquizofrenia la tasa es de un 10%. La comorbilidad aumenta el riesgo, especialmente depresión con abuso de drogas y trastornos de la personalidad.

Factores de riesgo

  • Ser varón.
  • El incremento de la edad. A partir de los 45 años, aumenta el número de suicidios.
  • Ser soltero, divorciado o viudo.
  • Vivir solo o con escaso apoyo familiar o social.
  • El desempleo y los problemas económicos.
  • El consumo o dependencia de drogas.
  • Padecer una enfermedad mental.
  • Sufrir un trastorno físico crónico, sobre todo si es limitante y doloroso.
  • Situaciones adversas en la infancia
  • Historia personal o familiar de intentos de suicidio o suicidios consumados.
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