La fusión del arte urbano de Pichiavo y de los artistas falleros Latorre y Sanz causa sensación en Valencia

Si la indiferencia es la peor de las reacciones ante una obra de arte, desde luego la falla del Ayuntamiento de València ha resultado un rotundo éxito.

Basta pasar a cualquier hora del día y ver la cantidad de gente que se arremolina junto a ella móvil en mano para inmortalizarla en modo selfie.

Por ejemplo, Elena, de 20 años, asegura que le gusta “porque han mezclado lo que viene siendo la idea clásica de falla con la parte moderna del grafiti, es una fusión que queda bastante bien”.

Su madre Amparo, de 47 años, por el contrario afirma que les gustán más “las fallas clásicas”. “Los grafitis tan transgresores no me van”, indica.

Luna es de Albacete, tiene 20 años, pero lleva tres viviendo en València y asegura que lleva muchos más viniendo en Fallas: “a mí me gusta, es diferente, los colores me gustan mucho”. A su amiga Celia, también fallera de adopción, le parece también “muy chula, la combinación está muy bien”.

Entre el público más mayor también ha calado. Isabel, de 80 años, asegura: “Es graciosa, me gusta mucho el estilo moderno y que se experimente con cosas nuevas”. A Jose de 53 años le gusta mucho “por el color y por las formas”.

A Fernando, valenciano de 31 años, no le acaba de convencer: “lo primero que he pensado es si la pintura era así o si alguien había llegado y la había estropeado, no me gusta cómo queda el grafiti, pero sí la estructura”.

Nacho, de 32 años y también de València no se corta y asegura que le parece “horrible”. Considera que “los grafitis no tienen nada que ver con el espíritu fallero”.

Inma, valenciana de 27 años, dice que le gusta “mucho”. “Es una de las más bonitas que he visto en los últimos años, me gusta el toque moderno que le dan los grafitis”, comenta. A su amiga Ana, también valenciana de 30 años, también la ha convencido: “veo buena crítica y me parece muy original la fusión de estilos”.

Al igual que el pasado año, el monumento ha sido obra de los artistas falleros José Latorre y Gabriel Sanz. Sin embargo, si el pasado año fue el artista urbano Okuda quien le dio su particular y vanguardista toque, en esta ocasión han contado con la colaboración de los grafiteros valencianos Juan Antonio Sánchez y Álvaro Hernández, conocidos como Pichiavo.

El jurado independiente que decide la falla para la Plaza del Ayuntamiento cada año se decantó por ellos por unanimidad al valorar la conjunción de “tradición y transgresión ” en su proyecto. Su boceto, Procés creatiu, reflexiona sobre el proceso artístico desde una comedia griega.

Reconocidos por su habilidad para establecer relaciones entre el arte, la arquitectura, el espacio, los contextos sociales y públicos con un enfoque muy atractivo e innovador, han pintado en Nueva York, Suecia o Roma y para marcas de lujo como Bulgari.

Trabajan juntos desde 2007 creando obras únicas que deconstruyen y mezclan referencias filosóficas y mitológicas del arte clásico y el tratamiento estético, conceptual y plástico del arte contemporáneo.