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Señor 'pirotècnic', puede disparar al difunto

Voro Armengol, de Europlá, con una carcasa rellena con cenizas

Carlos Navarro Castelló

Valencia —

“Las pasadas Fallas lanzamos las cenizas de un fallero en el espectáculo pirotécnico de su comisión de toda la vida, algo que solo sabían los familiares y los propios falleros”.

A buen seguro, pocas formas habrá más emotivas de lograr que las cenizas de un difunto rocen el cielo como en el interior de una carcasa. Y más si es valenciano y fallero.

La pirotecnia valenciana Europlá es una de las úncas que ofrece este servicio, cada vez más demandado, como ha explicado el dueño de la empresa, el prestigioso pirotécnico Voro Armengol: “actualmente estamos haciendo del orden de 16 ó 17 disparos al año, cada vez tenemos más demanda”.

Y es que, cada vez es más complicado desprenderse de las cenizas. De hecho, el Ayuntamiento de València construyó hace algo más de un año dos pirámides y un río seco en el Cementerio General para dar más opciones a las vecinos ante la imposibilidad, por ejemplo, de lanzar las cenizas al mar. Todo esto hace que cada vez se buscan más fórmulas alternativas.

En cuanto al precio, hay un amplio abanico de posibilidades y depende de muchas variables, por ejemplo, el número de carcasas, el calibre, si incluye efectos de colores y sobre todo de la distancia.

En este sentdio, “por ejemplo, el año pasado fuimos a Bilbao a hacer un disparo y con gastos de desplazamiento y alojamiento fueron 1.500 euros, pero una carcasa por la zona de València podría costar unos 300 euros, incluido la tramitación de los permisos necesarios para poder lanzarlo”.

Pero, ¿cómo es el protocolo de lanzamiento y qué pasa con las cenizas una vez explota la carcasa?

Al respecto, Armengol ha explicado que son los propios familiares o seres queridos los que efectúan el disparo apretando un botón: “la carcasa sale dispara y cuando explota las cenizas prácticamente desintegran en un radio de medio kilómetro”.

Así, la próxima parada de Voro para lanzar un castillo fúnebre será Cantabria. De momento esta modalidad no ha traspasado las fronteras españolas, pero teniendo en cuenta que ha participado en los festivales de pirotecnia internacionales de más alto nivel, el salto podría ser cuestión de tiempo.

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