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La plaga que ha obligado a arrancar miles de olivos en Italia llega a la península: detectado un brote en Alicante

Olivos y almendros son dos de los cultivos leñosos a los que afecta con virulencia la Xylella Fastidiosa.

Adolf Beltran

“Es una plaga muy grave”. Así lo ha subrayado la consellera de Agricultura de la Generalitat Valenciana, Elena Cebrián, al hacer pública este viernes la detección de un brote de Xylella Fastidiosa en una explotación de almendros en producción en Castell de Guadalest, en la comarca alicantina de la Marina Baixa. Ha supuesto el salto de Baleares a la península de la enfermedad forestal que se ha llevado miles de olivos en Italia.

La Xyllela ha viajado implacable por Europa desde que entró al continente por Italia. La Comisión Europea se ha mostrado preocupada por la expansión sin freno del patógeno que afecta a árboles leñosos como los olivos, los almendros pero también las vides. En la Comunitat Valenciana hay 10,9 millones de olivos de los 280 millones que crecen en España. La producción nacional de aceite ronda los 1.500 millones de toneladas (más o menos la mitad del total). El Ministerio de Agricultura le asigna un valor de más de 1.800 millones de euros anuales.

Sin embargo, Cebrián y su equipo se han esforzado en explicar que la detección temprana de esta bacteria permite ser optimistas sobre su control. Tras su detección, gracias a los dispositivos de control y a que el agricultor afectado ha seguido los protocolos de comunicación establecidos, se han destruido las “plantas huéspedes” en 100 metros de radio de la plantación afectada, se ha hecho un tratamiento fitosanitario contra el vector de propagación, que es un tipo de mosquito, y se ha establecido una zona de cuarentena de 10 kilómetros de radio alrededor del foco.

Al arrancar 2017, el Ministerio de Agricultura emitió una orden para tratar de atajar o, al menos, confinar la Xylella en las Islas Baleares. La norma prohibía que saliera del archipiélago ningún ejemplar o esqueje de más de 200 tipos de plantas. También decretaba que, si se detectaba alguno en la península, se incautara y destruyera.

La Conselleria de Agricultura valenciana, además de comunicar al ministerio el hecho, así como a otras comunidades autónomas (el peligro preocupa especialmente en Andalucía, dada la importancia del olivo en aquella zona), ha convocado el comité de emergencia de sanidad vegetal y ha reunido a los representantes de las organizaciones agrarias, de las cooperativas y del Comité de Gestión de Cítricos para darles información de primera mano.

Optimismo oficial

“Vamos a ser capaces de contener la enfermedad”, ha dicho con optimismo el secretario autonómico, Francisco Rodríguez Mulero, que ha añadido: “Los agricultores pueden estar tranquilos porque, aunque confiamos en controlar el brote, si hay que arrancar árboles, serán indemnizados”.

Los dirigentes de organizaciones agrarias han cerrado filas con la Generalitat Valenciana. “Vamos a colaborar todos y la Generalitat va a hacer lo imposible”, ha señalado Cristóbal Aguado, de la Asociación Valenciana de Agricultores-Asaja. La detección precoz es una baza, en su opinión, importante para esperar que sea “la primera vez en el mundo que la plaga se controla”.

“Desde hace años estamos preocupados por lo ocurrido en Italia y Baleares”, ha indicado Ramon Mampel, secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders. “Se ha actuado bien. Trabajando conjuntamente estamos en el buen camino”.

La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Cambio Climático ha puesto en marcha lo que ha calificado como “un intesivo sistema de prospección y análisis para determinar si existe más material infectado en las proximidades de la parcela afectada, así como en la misma comarca y comarcas colindantes”.

Ya en diciembre pasado se tomaron muestras de la explotación ante el aviso de su propietario de que había observado una merma en la cosecha, pero los análisis dieron resultado negativo. Otro muestreo posterior tampoco dio resultados. Finalmente, el 22 de junio se tomaron nuevas muestras que confirmaron la presencia de la bacteria en análisis realizados por el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA). 

“Actuaremos para controlar la plaga y aplicaremos las medidas de erradicación que sean necesarias”, ha anunciado la consellera Cebrián, que ha añadido que su departamento ha empezado a tramitar una orden de ayudas para atender las eventuales indemnizaciones. “No van a faltar recursos”.

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