El adelanto del curso escolar enfrenta de nuevo a Català con la comunidad educativa
Si finalmente no hay una rectificación, la conselleria de Educación tiene la intención de repetir la experiencia del pasado año y adelantar el inicio del curso escolar en Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos al 3 de septiembre, una decisión que cuenta con el rechazo de padres, profesores y del resto de partidos políticos.
Así, desde la Federación de Asociación de Madres y Padres (Fapa-Valencia) ya manifestaron su preocupación ante la propuesta de fecha de comienzo de curso y le exigieron a la consellera de Educación “seriedad”, así como le recordaron el “caos” provocado el pasado año en “toda la comunidad educativa”. De igual forma, apuntaban que los currículos de Secundaria y Bachillerato no se han desarrollado.
De igual modo, desde el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament (Stepv) criticaban que el Consell “quiere condicionar al nuevo Gobierno su gestión” con decisiones como ésta, al tiempo que lamentan que “és evidente que -Català- no ha aprendido del error de haber comenzado el curso el 3 de septiembre, sin tiempo material en los centros y el profesorado para organizar como es necesario el inicio del curso y con unas temperaturas muy superiores a las legales”.
Rechazo de partidos políticos
Esta opinión también se ha repetido desde diferentes partidos políticos, como Compromís, que ha solicitado la paralización “inmediata” de las instrucciones para el inicio de curso y el calendario escolar para que sean consensuados con la comunidad escolar, “no queremos más hipotecas en la gestión de María José Català, ya tenemos bastantes”.
Desde Podemos también se expresaban en este mismo sentido, al tiempo que recordaban los problemas ocasionados en el comienzo del presente curso derivados de las elevadas temperaturas que tuvieron que soportar profesores y alumnos y que provocaron multitud de quejas, incluidas la suspensión de algunas clases“.
Antecedentes
En septiembre de 2014, la conselleria de Educación ya decidió avanzar el comienzo de curso lo que generó no pocos problemas y numerosas protestas a causa de las altísimas temperaturas -en algunos casos de 45 grados en el interior de las aulas y con una humedad superior al 70%-, con clases que incluso se tuvieron que trasladar a los patios.
Además, se llegó a convocar una jornada de huelga y una concentración frente a la conselleria de Educación en la que participaron unos 1.500 estudiantes, y los sindicatos solicitaron a la Inspección de Trabajo la suspensión de las clases.
