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‘Mercat del Riurau’: El documental que plasma el éxito de un proyecto al margen del capitalismo

Un día de mercado

Carla Pons

Dénia —

Lo que comenzó siendo una alternativa a la crisis se ha convertido en todo un éxito, no solo económico sino también cultural y de valores. El Mercat del Riurau de Jesús Pobre es el ejemplo de que se puede vivir al margen de la economía capitalista y de mercado imperante, y así lo ha plasmado el productor y director de cine pedreguero Josete Gayá en el documental Mercat del Riurau.

Todo empezó casi al unísono. “Yo vivía fuera, en América Latina, y cuando volví a la Marina Alta El Mercat del Riurau estaba naciendo. Conocí la experiencia, me gustó mucho y decidí hablar con los organizadores, a los que la idea de un documental les pareció interesante”. Cuatro años después, tras mucho esfuerzo y horas de grabación, nace este film de 35 minutos, presentado el 3 de marzo en el Gran Riurau de Jesús Pobre a las 19:00 horas.

Iba a ser un proyecto corto y rápido, pero Gayá vio un enorme potencial en la iniciativa. Era necesario detenerse, estudiar y analizar el mercado y, de paso, disfrutar. Porque una experiencia tan enriquecedora, al fin y al cabo, es lo que pide. “Empezamos a rodar sin prisa, con mucha reflexión y tranquilidad, trabajando nuevos conceptos y proyectos que nacían alrededor del mercado. Grabamos experiencias como festival de música de cant de batre, la escaldà de la pansa o el cultivo de trigo con ayuda de burros o caballos”.

Una filosofía de vida contada en 35 minutos

Y han acabado por plasmar toda una filosofía de vida a través de testimonios y experiencias vividas. “Tratamos de rescatar a personajes diversos dentro del mercado. Ellos han sido una especie de guía para tratar todos los temas”, explica Josete Gayá. En su mayoría, gente a la que no le ha quedado más remedio, después de la crisis, que echar un vistazo hacia el pasado para rescatar actividades y poder vivir de ellas. Una pastelera, un agricultor, un artesano… son algunos perfiles que muestra el documental.

“Si quieres que te sea sincero, para mí sale de la lógica del capitalismo y del sistema económico, aunque se pague en euros. Los productores son los mismos vendedores, con lo cual no hay un intermediario”. Otra de las claves importantes, según Gayá, es que el mercado va en contra de “la filosofía y la cultura del centro comercial”. Va al rescate de la cultura tradicional popular de estas tierras en muchos aspectos: culturales, musicales, agrícolas, lingüísticos… Además, prosigue, es una alternativa muy exitosa al turismo de sol y playa, que es muy masivo.

“Saben que un sistema que saquea el medio ambiente y los recursos naturales para obtener recursos suntuarios y acaba por depredar el planeta y por generar cambio climático”. De ahí, también, el respeto por el producto que tienen en el Mercat y el objetivo generalizado de conseguir un proyecto sostenible que, además, ha acabado resultando ser económicamente exitoso.

El Mercat del Riurau de Jesús Pobre lleva a la práctica una teoría que en ocasiones puede parecer utópica. Y con el documental, se demuestra. “Nuestro interés era, sobre todo, plasmar su filosofía y la práctica de un proyecto exitoso a nivel económico, que es lo único que parece importarles a todos los gobiernos”. Además, con el film, tanto desde la organización del mercado como desde el Col·lectiu Mirades, invitan a impulsar proyectos de estas características, asamblearios y horizontales, por toda la Marina Alta.

La clave del éxito

Pero, ¿cuál es la clave del éxito? C apunta el creador del documental, el análisis y la reflexión. “Cuando tú tienes un proyecto en un ambiente rural que plantea dar un paso adelante con mucha valentía y se consigue este resultado, es porque han hecho una reflexión su análisis durante muchos años”.

Y el tiempo. Esto último, sobre todo. El proyecto lo impulsa la Associació de Veïns de Jesús Pobre, que este año cumple 25 años. Tiempo más que suficiente para recrear un proyecto a largo plazo, que, según Josete Gayá, falta en los gobiernos. “La clase política no tiene una visión estratégica a largo plazo. Ellos cuentan siempre de temporada electoral en temporada electoral, a cuatro años vista”.

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