El “modesto” atractivo turístico de Elche, un descubrimiento para 'The Guardian'
Elche, que no es precisamente una ciudad turística, es para The Guardian uno de los 22 “mejores viajes descubiertos de 2019” en Europa. Según el autor del artículo, el redactor especialista en viajes y gastronomía, Andy Pietrasik, la ciudad alicantina reúne una serie de atractivos que la hacen merecedora de entrar en esta lista junto con Liverpool o Lisboa, aunque siendo la ilicitana la situada a la cabeza del texto con imagen de apertura de la Nit de l’Albà, espectáculo de fuegos artificiales que se remonta a la Edad Media en honor a la Virgen de la Asunción.
La sorpresa en la tercera urbe más poblada de la Comunidad Valenciana, tras Valencia y Alicante, ha sido patente estos días al conocerse esta noticia. El orgullo de los ilicitanos por esta mención, también. No es de extrañar teniendo en cuenta que el municipio de la comarca del Baix Vinalopó apenas bebe del turismo de masas, siendo todavía a día de hoy una ciudad volcada con la industria y en menor medida con el sector servicios.
Este hecho es el reseñable para Pietrasik, pues él fue el primer “sorprendido” este verano cuando se dejó caer por Elche. De hecho, comienza el artículo reconociendo que el lector posiblemente no haya oído hablar de la localidad ilicitana “a menos que haya leído una historia sensacionalista reciente que vincula” al futbolista Maradona con el nuevo propietario del Elche Club de Fútbol, el famoso representante argentino Christian Bragarnik. El autor se refiere a la noticia falsa difundida por un medio español que situaba a la leyenda del fútbol en el banquillo franjiverde. “Quizás solo alguien de la estatura de Maradona pueda poner esta ciudad del sur del día en el mapa”, sentencia.
El periódico progresista inglés prosigue con toda una declaración de intenciones que dan buena cuenta de su argumento principal: “Porque Elche se sitúa fuera del resplandor llamativo de los complejos de playa ‘sobreexcitados’ de la Costa Blanca”, en alusión al turismo masivo de Benidorm y ciudades próximas, “lo suficientemente lejos hacia el interior para preservar su modestia. Y es mucho mejor por eso”, añade.
Elche ha pasado en las dos últimas décadas de contar únicamente con dos hoteles de lujo a tener una red de casi una decena de hoteles, muchos de ellos enfocados al empresariado que acude a uno de sus dos parques empresariales o al turista de visita a congresos. El de congresos, y a la espera de que la Diputación de Alicante cumpla su promesa de construir un auditorio provincial en la ciudad, ha sido la línea estratégica a seguir en los últimos años desde que se creara el organismo autónomo de promoción turística VisitElche, a cuyo frente puso la exalcaldesa popular Mercedes Alonso a Isaac Vidal, quien ha sido noticia recientemente por relatar en un blog su día a día en la cárcel donde cumple condena por el caso Gürtel.
Lo cierto es que la ciudad parece que empieza a salir, poco a poco, del letargo de años atrás y está atrayendo a un turista que cada vez se resiste menos a pernoctar en sus hoteles, una de sus principales debilidades. A este respecto, y atendiendo a los últimos datos, el buen tiempo del pasado mes de octubre ha propiciado que Elche se haya convertido en la zona turística de Alicante (por encima de la capital) con mejor comportamiento, con un 96% de ocupación.
En palabras del concejal de Turismo, Carles Molina, si bien se trata de “toda una sorpresa” la mención de The Guardian, “por el buen trabajo que está haciendo Elche” en promoción del municipio, centrado actualmente en atraer al turista inglés y francófono, añade que “no ha sido fruto del azar, sino un trabajo arduo que estamos haciendo para intentar que ese turismo que llega a nuestro aeropuerto se quede en Elche”.
Una “publicidad impagable”, responde el edil a este medio, tras negar el gabinete de Prensa que el Ayuntamiento haya pagado al rotativo inglés en concepto de publirreportaje, como si hiciera en 2016 el Gobierno valenciano del socialista Ximo Puig para una entrevista que le ha acabado ocasionando más de un disgusto.
El que menciona a Elche se centra en “los tesoros escondidos” de la urbe ilicitana, como El Palmeral, con más de 200.000 palmeras, el Palacio de Altamira, así como la Basílica de Santa María, lugar en el que cada año se representa el Misteri d'Elx, declarado por la Unesco Patrimonio Oral de la Humanidad, sin olvidar la cultura gastronómica de la fideuà, “un plato similar a la paella, hecho con pasta en lugar de arroz”, o la horchata, a juicio del que escribe la bebida estrella de la Comunidad Valenciana durante siglos.
