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La Conselleria de Rafael Blasco pagó un millón de euros por un tractor, un invernadero y una oficina en África

El exconseller Rafael Blasco

Lucas Marco

Dos testigos han relatado ante el tribunal que juzga el saqueo de los fondos públicos de la cooperación valenciana una mecánica similar para desviar el dinero público obtenido de la Conselleria de Rafael Blasco a empresas de la presunta trama, algunas localizadas en Estados Unidos y vinculadas al supuesto testaferro del ex conseller. Del millón de euros de la Generalitat para cuatro proyectos de cooperación en África, sólo llegó un tractor y unos invernaderos a Mauritania y en Camerún el padre del empresario Augusto César Tauroni construyó una oficina. El resto del dinero se esfumó, tal como ha acreditado el perito que analizó los movimientos de las cuentas bancarias del entramado.

María Vicenta Pons, presidenta de la ONG Asamanu África, ha relatado las instrucciones de la Conselleria que recibió a través del funcionario acusado Marc Llinares quien, según ha declarado la mujer les dijo: “haced lo que sea pero que sea con la Fundación Entrepueblos [más tarde conocida como Fundación Hemisferio]”. Asamanu recibió 232.184 euros para la rehabilitación de un centro de enseñanza en Dakar.

La ONG paralizó la facturación del proyecto de cooperación con Senegal cuando sospecharon que una transferencia de casi 60.000 euros a la constructora Beconsa era injustificada y consideraron que había que reformular el diseño inicial. Según ha relatado la presidenta de la entidad, Arturo Tauroni, hermano del presunto testaferro del exconseller Blasco, le advirtió en una llamada telefónica que la reformulación del proyecto no se aprobaría por parte de la Generalitat “ni aunque presentéis la Biblia en verso, porque yo estoy en la evaluadora”. “Y efectivamente no se aprobó”, ha indicado María Vicenta Pons.

La presidenta de Asamanu África asegura que planteó las dudas de la ONG en una reunión el 2 de septiembre del 2010 en la Conselleria con, entre otros, la funcionaria María Dolores Escandell, ex jefa de servicio de gestión de los programas de cooperación. Sin embargo el letrado de la funcionaria, Manuel Salazar, ha recordado que su defendida fue nombrada jefa de servicio en octubre: “aténgase a las consecuencias”, ha advertido a la testigo para después solicitar al tribunal que estudie si se ha producido un falso testimonio. La testigo, preguntada por este diario tras su declaración, se ha reafirmado en que Escandell estuvo presente en la reunión.

Por otro lado, la presidenta de la ONG Asade África, Christine Bernadette, ha declarado por videoconferencia desde Torrevieja. Según ha explicado, Antonio Gullón, miembro del gabinete del exconseller Blasco, contactó con su ONG, que nunca hasta ese momento había presentado proyecto de cooperación alguno, para sugerirle que se dedicaran a ese negociado y ponerle en contacto con la administrativa de la Fundación Hemisferio, Maribel Castillo. Con la ayuda de la fundación, la ONG de Bernadette recibió 331.711 euros para el fortalecimiento de la soberanía alimentaria de las mujeres en Camerún. Bernadette, llamada La Negra en la jerga interna de la presunta trama, ha asegurado que los fondos estaban en una cuenta conjunta con la Fundación Hemisferio pero que la ONG “nunca” los gestionó.

La mujer ha asegurado que firmó transferencias para la compra de tractores pero los fondos acabaron ingresados en empresas de las cuales desconocía su existencia. “Todo se hacía en la Fundación”, ha dicho. De los 331.000 euros de la subvención, 175.377 acabaron ingresados en empresas desconocidas para la testigo. ¿Dónde está el resto del dinero? “No lo sé”, ha respondido.

La misma mecánica se reprodujo con otro proyecto en 2011 inicialmente presupuestado en 270.334 euros. En este caso, “pagaron en Camerún para el saneamiento del terreno [de una escuela] pero lo hicieron mal y fue un fiasco total”, ha explicado Bernadette. Parte de los 135.000 euros de la Generalitat Valenciana ingresados en la cuenta conjunta de Asade África y de la Fundación Hemisferio acabaron en manos de dos empresas estadounidenses vinculadas al acusado Augusto César Tauroni. El proyecto aprobado por la conselleria de Blasco contemplaba la realización de unos cursos, que no se hicieron, por los que una empresa norteamericana de Tauroni ingresó 80.000 euros. “Al final no hicieron los cursos ni plantaron nada”, asegura.

El padre de Arturo y Augusto César Tauroni, ex militar, acudió a Senegal: “dijo que él era español y venía a defender los fondos de España”, según la testigo. El padre de los Tauroni, que no está imputado y que acompaña a sus hijos en todas las sesiones del juicio, ha explicado a este diario que acudió a Camerún para la construcción de una oficina en calidad de ingeniero. La testigo ha dicho que en aquel país, Tauroni construyó “una casa que sirve de oficina con un pequeño almacén para herramientas” y se instalaron unos invernaderos que quedaron en una situación de abandono parecida a los de República Dominicana.

En el proyecto de cooperación en Mauritania, de los 331.711 euros obtenidos del Gobierno autonómico de Francisco Camps, la presunta trama facturó 100.000 euros a constructoras norteamericanas que “no hicieron nada”, según la responsable de la ONG, quien también ha asegurado que planteó las dudas sobre el desvío de los fondos al propio Rafael Blasco, en una reunión en las Corts cuando éste pasó de conseller a síndico del grupo parlamentario del Partido Popular. “Me dijo que éramos unos desagradecidos y me echó del despacho”, ha rememorado visiblemente molesta.

La mujer, originaria de Senegal (donde asegura que la conocen “hasta los obispos”), ha protagonizado durante su declaración por videoconferencia momentos de tensión en los que el presidente del tribunal ha tenido que intervenir. Varios letrados de las defensas han intentado desacreditar ciertos extremos de la declaración de la mujer que pasó de imputada a testigo. En algunos casos, de manera inconveniente a ojos del tribunal. La letrada de Arturo Tauroni, por ejemplo, tras advertir que iba a plantear una “pregunta delicada”, ha interpelado a la mujer sobre un accidente muy grave que tuvo un familiar de la testigo en 2008 que no guardaba relación alguna con la causa y el presidente del tribunal ha cortado inmediatamente a la abogada.

Al final de la sesión, el letrado del cooperante Fernando Darder, ha planteado cómo era posible que las transferencias para desviar los fondos a empresas vinculadas a Tauroni se llevaran a cabo si necesitaban su firma, junto a la de un responsable de la Fundación Hemisferio. La mujer ha insistido en que no firmó ninguna de esas transferencias por lo que el letrado ha solicitado una pericial caligráfica y ha insinuado que la testigo mentía. El tribunal deliberará sobre esa posibilidad.

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