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Unos padres de Castellón denuncian negligencia en la amputación de una extremidad de su bebé y Sanidad lo niega

El Hospital General de Castellón

Carlos Navarro Castelló

“A los 28 días de nacer mi hijo se puso muy malito. Allí, delante de la incubadora, empezó a ponerse mal y nos hicieron salir a toda prisa. Estuvieron 2 días pinchándole en las femorales buscando una vía central; cuando decidieron dejarnos entrar vimos que mi hijo tenía la pierna como con hematomas, preguntamos qué sucedía y entonces nos dijo la pediatra jefe que hablaría con nosotros. En un pasillo cercano a la UCI de neonatos nos dijo a mi mujer y a mí, palabras textuales: ”Nos hemos equivocado“, refiriéndose al pinchazo”.

Así reza parte de la carta que Ana y Vicente, padres de Gerard, han remitido al Defensor del Paciente, institución que a su vez la ha remitido a la Fiscalía Superior de València con el objetivo de que abra una investigación de oficio “para depurar las responsabilidades penales a que hubiera lugar en este penoso caso con el resultado de un bebe con una pierna amputada y más de un 80% de discapacidad”, después de que Sanidad haya descartado responsabilidad alguna de los médicos.

Según relatan los padres en la misiva, los hechos se produjeron en el Hospital General de Castellón: “Gerard llegó mediante una fecundación in vitro, a las 23 semanas de gestación mi mujer empezó a perder líquido amniótico e ingresó en el hospital. A las 25 semanas se quedó sin liquido amniótico y hubo que hacer cesárea de urgencia; mi hijo nació bien, con 880 gramos, sin complicaciones. Era muy prematuro, pero el nació bien”.

Sin embargo, tras el problema con el pinchazo, “dicha pierna empezó a ponerse de un tono morado, pasaron entre 7 y 9 días hasta que vino el cirujano vascular a visitar a mi hijo; en esos días tenía la pierna tapada y del tono morado se pasó al tono oscuro o negro”, aseguran en el escrito.

Al respecto, prosigue la denuncia, “primero nos dijeron que quizás solo le amputarían la punta de los dedos, pero después ya nos confirmaron que la amputación sería 10 centímetros por debajo de la rodilla. Como bien nos dijeron se equivocaron buscando una arteria, perforaron una vena y esta se cerró, cortando el riego sanguíneo a la pierna derecha”.

Además, denuncian que “en los tres meses que estuvimos en el hospital hemos visto enfermeros manipulando a nuestro hijo sin desinfectarse las manos (es obligatorio en la UCI de neonatos al entrar desinfectarse las manos con alcohol) y nos dimos cuenta que le daban ventolin caducado”.

Por último, afirman que “muchos médicos y enfermeras merecen nuestro respeto por el trato recibido hacia nuestro hijo y hacia nosotros y una minoría merecen nuestro rechazo absoluto por la falta de humanidad, sinceridad y falta de respeto hacia nosotros”.

Al respecto, fuentes de la Conselleria de Sanidad han informado a eldiario.es que el departamento ha actuado “de manera absolutamente rigurosa” puesto que “en su momento se designó órgano instructor que concluyó desestimar la reclamación patrimonial planteada en relación al caso al entender que no existió negligencia médica alguna”.

Las mismas fuentes han añadido que “a las alegaciones presentadas por la familia, el Consell Jurídic Consultiu ratificó que no procedía responsabilidad patrimonial de la Generalitat”.

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