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El gobierno de Dénia se rompe por el urbanismo

Ana Kringe, entre el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues y el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.

Moisés Pérez

El acuerdo de gobierno entre el PP y Centre Unificat (CU) en Dénia se ha roto. Un divorcio auspiciado de forma unilateral por la alcaldesa popular, Ana Kringe, quién cesó a los dos concejales de CU en el consistorio que le daba la mayoría simple hasta ahora al bipartito.

Una ruptura que justificaba la propietaria del mando del ayuntamiento en un extraño comunicado, donde criticaba la “pésima gestión” de sus socios de gobierno y les echaba en cara que “las calles están sucias; los jardines, dejados, y la planificación urbanística, casi paralizada”. Un ataque a las competencias que ejercían los dos concejales del partido centrista, Pepa Font (edil de Turismo, Urbanismo y Cultura) y Juan Carlos Signes (concejal de Deportes y Medio Ambiente).

Esa es la versión oficial, pero no la que mas casa con lo sucedido hasta ahora. Las diferencias entre los dos socios de gobierno han sido plausibles toda la legislatura, estando enfrentados por asuntos relativos al puerto, por las leyes que quería aprobar el gobierno central (ley del aborto o reforma local) o por cuestiones urbanísticas.

Precisamente, por asuntos vinculados con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) se ha terminado el pacto. La revelación durante el último pleno de verano del envío del proyecto de la Ronda Perimetral a la Generalitat por parte del PP a espaldas de la CU, siendo Pepa Font regidora de urbanismo, supuso un punto de inflexión para la vida del bipartito del cual solo se esperaba la data de su defunción. Además, el diseño del plan por un arquitecto más afín al PP, también incrementó la tensión entre los miembros del pacto de gobierno.

“Hay dos motivos por los que nos ha cesado: porque nuestro trabajo le restaba votos y por las discrepancias que teníamos en el proyecto, donde la alcaldesa quería primar intereses urbanísticos”, explica para este diario la ex edil, Pepa Font. Para Vicent Grimalt, portavoz del PSPV-PSOE de Dénia, principal partido de la oposición, la razón de la ruptura unilateral por parte de Kringe era la misma por la que se hizo la moción de censura en 2008 y el pacto de 2011: “por el PGOU y por intereses urbanísticos, que en este caso estaban contrapuestos”.

Con minoría y sin moción a la vista

El cese ejecutado por la primera edil vuelve a aflorar las rivalidades entre Ana Kringe y Pepa Font. La pelea entre las dos políticas es uno de los episodios más repetidos en la política de la capital de la Marina Alta. Tanto, que el surgimiento del partido CU se produce a raíz de la batalla interna que se da el seno del PP entre Kringe y Font, con el urbanismo de fondo. Al perder Font, crea el Centre Unificat. Pero, la relación entre la actual alcaldesa y la regidora no siempre ha sido de odio, sino que también ha habido amor, aunque forzado y por interés.

Buena muestra de ello, fue la moción de censura que realizaron en 2008 el PP, CU, Gent de Dénia y PSD (ahora integrado en Ciutadans) al gobierno de coalición entre el PSPV-PSOE y Bloc. Una moción que salió adelante con la colaboración del trásfuga socialista Juan Collado ¿Qué unió entonces a Font y Kringe? El PGOU. Según critica Grimalt, en aquel pleno y una vez aprobada la moción “varios promotores de Dénia presentes en la sala de plenos bailaban de alegría”.

Sin embargo, el nuevo romance no era muy pasional. Font amagó, según medios locales, en pactar con el gobierno de progreso que había entonces para conformar un tripartito. Asimismo, cuando firmó la moción de censura no fue al despacho de la nueva alcaldesa como los otros. Fue sintomático.

Ahora, con el cese, la relación parece volver a la normalidad. Pepa Font ha declarado a ElDiariocv.es que “están abiertos a pactos después de las elecciones con el PP, pero con Ana Kringe cualquier pacto se hace difícil”. Juan Carlos Signes, el otro concejal cesado, se expresa en la misma línea: “No descartamos pactar después de las elecciones con el PP, pero no con Kringe”.

Al mismo tiempo, tampoco existe la posibilidad de una moción de censura para desbancar al PP. “No es tiempo para mociones”, afirma Font y Grimalt lo secunda: “No se plantea ninguna moción de censura”. El Partido Popular gobernará con minoría (tiene 9 concejales) frente a los 12 de la oposición (8 PSPV-PSOE, 2 CU, 1 Compromís y 1 Ciutadans) durante lo que queda de legislatura con la imposibilidad de sacar solo sus proyectos. Ana Kringe ha decidido quedarse sola.

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