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Los grandes museos se rinden a Pinazo

Últimos momentos del rey don Jaime el Conquistador en el acto de entregar su espada a su hijo don Pedro' (Museo del Prado, Madrid)

Laura Martínez

No hay duda: 2016 ha sido declarado año Pinazo. Por si queda algún despistado, el Gobierno valenciano decidió sacar al pintor valenciano del sótano del Museo de Bellas Artes y otorgó esta distinción al artista en el centenario de su muerte.

Los tres grandes museos valencianos ya se han rendido a la obra del autor. Influido por Goya, Ribalta y Ribera, ganó cuatro años antes de morir, la segunda medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes en Madrid en 2012. Esta fecha fue elegida por el Muvim (Museu Valencià de la Ilustració i la Modernitat) para la primera retrospectiva del autor este año: Del ocaso de los grandes maestros a la juventud artística (Valencia 1912-1927), que muestra las últimas obras del artista -hasta 1915-para enlazar con otros maestros en la transición artística que suponen las primeras décadas del siglo XX.

Tras el museo de la calle Quevedo, entró de lleno en el año Pinazo el IVAM. El Instituto Valenciano de Arte Moderno ya había mostrado su compromiso con creando la Cátedra Ignacio Pinazo en colaboración con la Universitat de València, en aras de la investigación sobre el artista y su obra. Este septiembre, el Museo reinauguró la Sala de la Muralla, convirtiéndola en Sala Pinazo para dedicarla en exclusiva al pintor. Un espacio de más de 1.000 metros cuadrados dedicados en exclusiva, que se inauguró con la exposición Ignacio Pinazo y las vanguardias. Afinidades electivas. Esta retrospectiva presenta al artista como un “explorador de la modernidad” y vincula sus obras a las de otros maestros como Julio González, Picasso, Antonoi Saura o Manuel Valdés, entre una larga lista. En concreto, las conexiones de Pinazo con el resto de vanguardias podrán ser visitadas hasta septiembre de 2017.

En tercer y último lugar se ha abierto la colección del Museo de Bellas Artes. En el San Pío V, que durante tantos años había mantenido al pintor en el sótano le homenajea ahora con una doble exposición. Entre las paredes del museo y las de la Fundación Bancaja sumarán 131 pinturas: 79 en Pinazo. La historia y el retrato. De la gran tradición al modernismo (San Pío V) y 52 retratos en Pinazo. De la gran tradición al modernismo: el retrato (Fundación Bancaja). La primera, se refiere al ciclo evolutivo de su pintura histórica y al ciclo biológico de la imagen del pintor desde la tradición al modernismo; la segunda, exhibe por primera vez en Valencia -desde hace medio siglo- los retratos de María Pampló, María Teresa Laval, la Condesa de Trénor, Emilia Marqués y la familia Jaumandreu.

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