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Yo también soy Aldeano

Javier Caro

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Un niño en una soleada parada de bus le pregunta algo al que supongo su abuelo, no lo entiendo bien, pero sé que están hablando en valenciano. No los entiendo porque estoy lejos, no porque no hable valenciano, yo fui una de las generaciones que aprendió la lengua con Bola de Drac. Soy uno de los hijos de Goku. Ya en el autobús hay dos chicos, con pinta de alternativos, que charlan amigablemente en la lengua de Estellés. Los miro y sonrío. Miro por la ventanilla y veo un atasco sin más, pero me siento en casa. Puedo estar en cualquier parte del mundo, pero esas palabras, esa armonía y ese sonido, sólo pueden darse aquí. Y eso es maravilloso.

Mi exprofesor de valenciano me estaba enseñando en el colegio una lengua de aldeanos, aunque él decía, y yo así lo pensaba, que estaba ante un idioma más. Un idioma que en todo caso me hacía entender Doraemon, Bola de Drac y alguna serie más. Un idioma que algunos amigos usaban con sus padres y familiares, y a los cuales jamás les noté nada de ser aldeanos.

Carolina Punset, que ahora es la jefa de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana, le reprochó a Ximo Puig, que ahora es el Presidente de la Generalitat, que se fuera acercando a posturas nacionalistas. Creerá ella que hablar valenciano es únicamente de nacionalistas, aunque dudo que crea que hablar castellano sea también de nacionalistas. Lo hizo con el gesto serio, aunque sus palabras estaban más próximas a la parodia o incluso a la comedia, “Allá donde triunfa la política de inmersión lingüística, estamos volviendo a la aldea”. Con esa frase encendió las redes y molestó a miles de personas, pues el valenciano es el idioma materno de mucha gente que se sintió dolida con el tono peyorativo que usó al mencionar “aldeano”. Tal vez alguno de los que decidió votar a Ciudadanos, o Ciudatans según Carlos Floriano, también hable en valenciano y haya sentido como se insultaba, de forma tácita, su cultura. No solamente el valenciano, según Punset, es una lengua para una minoría, sino que además es muy poco útil, pero ella misma se contradijo o al menos intentó hablar bien del idioma, pero ridiculizarlo al final, “El valenciano es un bien cultural que debe protegerse (...), pero si lo convertimos en idioma único estamos frenando el desarrollo personal y colectivo de la Comunidad Valenciana”. Ya sabéis, si habláis valenciano lo único que conseguiréis es hablar con vuestros amigos aldeanos, y por descontado no evolucionar como personas. Quizás desconoce el éxito de Obrint Pas fuera de nuestras fronteras, no sólo la valenciana, sino la estatal también, cantando en esa lengua minoritaria que, “es poco útil para encontrar empleo”, aunque busques trabajo en una zona de ámbito valencianoparlante. Carolina Punset y los suyos parecen haberse quitado la careta, y eso está muy bien para las nacionales, así sabremos que su deseo es tener una lengua grande, libre y única, y por descontado nada de singularidades culturales. También puede ser esta salida del tiesto debida a una necesidad de reafirmación, deben proyectar hacia su electorado, y el que está indeciso, que ellos no se andarán con chiquitas, ellos conservarán los principios de España, será indulgentes con los nacionalismos que quieran consultar a su pueblos y no se amedrentarán y darán la cara antes situaciones de ruptura constitucional. Y éste mensaje hay que ofrecerlo desde ya, esa regla es la que imperará en el partido hasta las elecciones. Rivera y sus acólitos saben que la inacción de Rajoy en el independentismo catalán le ha restado votos y adhesiones, y ellos quieres recoger ese descontento. Ya saben, a río revuelto, ganancia de pescadores.

Y ahora Carolina Punset se postula como la portavoz del castellanismo, de un idioma de primera y uno de segunda. Decir que estudiar en valencianos es algo contraproducente es un ataque a la cultura de un pueblo y una de las grandes falacias que a fuerza de ser repetidas pretende convertirse en verdad, pero no lo son. Hay una frase que me parece enigmática y que sacada de contexto, como voy a hacer yo ahora, no se sabe muy bien a qué lengua se refiere, “Es una vergüenza que en pleno siglo XXI se condene al sistema educativo al monolingüismo por puro sectarismo y adoctrinamiento”. Evidentemente habla del valenciano, pero podría, en otro contexto, aplicarse al castellano, aunque en realidad es una mentira, nadie está condenado a aprender un idioma, en todo caso, y con las múltiples reformas educativas, estamos avocados a no aprender nunca una tercera.

Después de oír con atención las palabras a Carolina Punset, tuve un necesidad corporal y anímica de escuchar a Ovidi Montllor, cantando el famosísimo poema del ilustre Vicent Andrés Estellés, “Els Amants”. Me gusta su fuerza, me gusta entenderlo de otro modo, de un modo emocional, único, de esta tierra que tiene una personalidad propia y que se despliega con sinuoso amor por las personas que lo hablan, porque saben que aparte de usarlo, lo mantienen como parte de su cultura. De no ser por ellos y por nosotros, moriría.

Y cuando acaba la canción pienso en la gente que ama en valenciano, y sueño con que no todo está perdido. Ja sap que passa, t´estimo, t´estime, t´estim!

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