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Canal 9, vencedores y vencidos

Miguel Giménez

La 'crisis de RTVV' ha dejado muchas lecturas en clave política. La primera de ellas es que el PP ha quedado muy muy tocado, tal vez hundido. Y no sólo por decidir cerrar la radio y la televisión pública de los valencianos, que también, sino por cómo lo ha hecho.

En apenas tres semanas, el President Alberto Fabra ha pasado de anunciar el cierre del ente público, filtrando por cierto la decisión a un medio de Madrid (El Mundo) antes de decírselo siquiera a la todavía directora, Rosa Vidal; a llevar la emisión de Canal 9 a negro tras una noche que pasará a la historia por ser la retransmisión en directo de una ejecución.

Todo este proceso -que ha estado aliñado además con la condena por corrupción y posterior petición de indulto al exalcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo, el esperpéntico episodio protagonizado por Camps al desaparecer el día que debía testificar ante el juez Castro por el caso Nóos o la condena a Carlos Fabra- parece haber sido diseñado por el peor enemigo del Molt Honorable.

Las prisas del Consell le han llevado a cometer numerosos errores, lo que le ha causado un enorme desgaste a la imagen del Partido Popular y del propio Alberto Fabra, que se vieron primero incapaces de sofocar el 'motín' de los trabajadores de Canal 9 -que tomaron la cadena para lanzar sobre el Gobierno valenciano todos los escándalos que se habían callado los dieciocho años anteriores- y posteriormente no supieron cerrar la cadena de una forma 'digna', si es que hubiera sido posible tras la sucesión de meteduras de pata de Fabra y su gobierno.

La madrugada del pasado viernes 29 de noviembre pasará a la historia, como reconocía el periodista de la televesión valenciana Frederic Ferri en antena, por la resistencia de unos trabajadores que impidieron durante doce horas que los verdugos elegidos por Fabra, incluido el héroe Paco Telefunken, pudieran ejecutar la sentencia de muerte de Canal 9.

Durante todo ese tiempo los grupos de la oposición encontraron en la televisión hasta hacía bien poco 'del régimen' un altavoz para lanzar sus mensajes contra Fabra y el PP y, a coro con los defenestrados trabajadores del ente público, pedir la dimisión del Molt Honorable. En esos momentos también pudimos escuchar por primera vez en la tele del PP a las víctimas del accidente de metro, en la voz de su presidenta, Beatriz Garrote, silenciada hasta ese momento en el ente público.

Con todo esto, estaría por asegurar que Alberto Fabra y el Partido Popular han firmado su sentencia política. Si hace apenas unas semanas publicábamos en eldiariocv.es una encuesta en la que el PP, pese a seguir siendo la fuerza más votada, perdía su mayoría absoluta en favor de las ahora fuerzas de la oposición (PSPV, EU y Compromís), un sondeo que ofrecía unos resultados similares a los de la publicada por el diario El País el pasado 9 d'Octubre, de realizarse la consulta hoy mismo a buen seguro que los resultados serían bien distintos, y tal vez hasta perderían los populares el privilegio de ser la fuerza más votada. Y más por deméritos propios que por los méritos ajenos, que también los ha habido.

Precisamente entre éstos, los méritos ajenos, podemos encontrar la respuesta de la oposición a la 'crisis de Canal 9'. PSPV, EU y Compromís se han visto notablemente reforzados por lo contundente de sus mensajes ante los continuos desatinos del Consell de Alberto Fabra.

Entre los más beligerantes encontramos, sin duda, al diputado de Esquerra Unida Ignacio Blanco, que se ha erigido, probablemente, en la principal voz de la oposición, o el parlamentario autonómico socialista Josep Moreno, que ha sido sin duda el más vehemente. Mientras Blanco podríamos decir que ha dado un paso al frente más en clave interna -ahora mismo es probablemente el principal activo de la formación de izquierdas-, la situación de Moreno es muy diferente, debido a la complejidad de un PSPV plagado de familias y 'sensibilidades'.

En Compromís, si bien su portavoz, Enric Morera, ha asumido gran protagonismo, ha sido Mònica Oltra, con un discurso más directo, quien ha ganado la batalla de la imagen. Oltra, a quien desde Madrid en programas de debate político de referencia, como 'Al Rojo Vivo', denominaban la 'líder de Compromís', protagonizó los últimos minutos de vida de Canal 9, y ello a pesar de que fue Morera quien estuvo durante la madrugada en el directo de la televisión Valenciana.

Ahora sólo queda por ver qué nos depara el futuro, pero lo cierto es que la gente ya sale a la calle para protestar contra el gobierno del PP y pedir la dimisión de Fabra, que no obstante parece que sigue teniendo a su mayor enemigo en casa. Sin duda alguna, el cierre de RTVV ha marcado un punto de inflexión, un cambio de tendencia. Falta por saber cuándo se producirá ese cambio.

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