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L'Horta Sud es nuestro Ohio (2)

Anselm Bodoque / Anselm Bodoque

Profesor de Ciencia Política de la UV —

En las Elecciones Valencianas de 2007, 2011 y 2015, la comarca de L’Horta Sud ha sido la que ha presentado un comportamiento electoral más similar al de la totalidad de la Comunidad Valenciana, algo parecido a lo que ocurre con Ohio en Estados Unidos. Sin embargo, considerando aisladamente cada una de las seis fuerzas políticas que obtuvieron más votos (PP, PSPV-PSOE, Compromís, C’s, Podemos y EU), se observan disparidades tanto en lo que se refiere a sus comarcas más representativas como en la distribución territorial de sus apoyos electorales.

En este sentido, La Costera fue la comarca donde el PP se acercó más a sus resultados en toda la Comunidad Valenciana (26,67% de los votos). Concentró sus peores resultados en la comarca de la ciudad de Alicante y en las que conforman la mayor parte del área metropolitana de Valencia; y consiguió sus apoyos relativos más firmes en las comarcas del interior de Castellón y Valencia, y en la Vega Baja.

Ciudadanos (C’s) tuvo en El Alto Vinalopó un 12,5% de los votos, prácticamente lo mismo que en el conjunto de la Comunidad Valenciana. Esa fue su comarca de referencia media; sin embargo sus mejores resultados se dieron en las comarcas donde se encuentran las principales ciudades valencianas (Valencia, Alicante, Elche y Castellón de la Plana); es decir, en las comarcas más pobladas y urbanas. Allí donde los dos grandes partidos tradicionales han retrocedido más. (Gráficos 1 y 2).

 

El Partido Socialista se acercó a su resultado medio general en la comarca de L’Horta Sud, donde obtuvo el 20,41% de los votos. Dejando a un lado el extraordinario apoyo obtenido en Els Ports, las comarcas en las que mejor comportamiento electoral relativo tiene el PSPV-PSOE coinciden con aquellas en las que el PP superó con creces su resultado medio; mientras que el territorio donde los socialistas obtienen sus peores resultados es, además de la comarca de la ciudad de Alicante, el norte del área metropolitana de Valencia, y, por encima de todo, la propia ciudad de Valencia.

La comarca en la que Compromís se acercó más a su resultado global fue L’Horta Oest, donde consiguió el 20,12% de los votos; mientras que sus mejores resultados corresponden con las comarcas valencianohablantes de la provincia de Valencia y algunas comarcas del norte de la circunscripción de Alicante, disminuyendo sus apoyos en el resto de la Comunidad Valenciana y, especialmente, en buena parte de las comarcas castellanohablantes. En términos globales, la geografía de los mejores resultados de Compromís se asemeja mucho a las que solían dibujar, con menos votos, los históricos partidos nacionalistas valencianos UPV y BNV cuando concurrían en solitario a las elecciones. (Gráfico 3 y 4).

 

Finalmente, los dos partidos que se sitúan claramente a la izquierda del PSPV-PSOE, Podemos y EU, obtienen sus mejores resultados, como Compromís o C’s, en un número reducido de comarcas. Ambos tuvieron en L’Horta Nord un porcentaje de votos similar a sus resultados en la Comunidad Valenciana (Podemos un 11,66% y EU un 4,33%); sin embargo, mientras que Podemos tiende a obtener sus mejores resultados en las mismas comarcas donde mejor comportamiento electoral tuvo C’s; EU sólo es relativamente significativa en algunas comarcas de la periferia de las ciudades de Valencia y Alicante con presencia histórica del viejo movimiento obrero (Gráficos 5 y 6).

En resumen, los partidos “tradicionales” o de la “vieja” política superaron sus resultados medios en más comarcas que los partidos “emergentes” o de la “nueva” política. Así, el PSPV-PSOE lo hizo en 25 de las 34 comarcas, el PP en 22 y EU en 15; mientras, por su parte, Compromís sólo lo consiguió en 13, Ciudadanos en 10 y Podemos en 8.

Los dos partidos tradicionalmente mayoritarios, PP y PSPV-PSOE, tuvieron sus posiciones relativas más fuertes en las comarcas del interior, las menos pobladas y más periféricas en términos políticos, y consiguieron apoyos inferiores a sus respectivas medias de votos en muchas de las comarcas más pobladas y significativas. Los partidos emergentes (Compromís, Ciudadanos y Podemos), sin embargo, tendieron a concentrar sus mejores resultados en un número limitado de comarcas, generalmente las más pobladas y urbanas, aunque con disparidades geográficas notables según cada formación política. Mientras que EU, salvo un número reducido de comarcas, se acerca al testimonialismo en buena parte del territorio valenciano.

La implantación territorial de los partidos tradicionales, salvó EU, parece más homogéneamente repartida en todo el territorio, aunque con lagunas importantes en algunas de las principales comarcas; mientras la fuerza electoral de los partidos emergentes presenta disparidades territoriales muy notables. Un hecho que muestra que en las grandes ciudades es donde tiende a producirse la mayor volatilidad electoral y que podría estar indicando, así mismo, que los resultados de las últimas Elecciones Valencianas tuvieron mucho de coyunturales; o, dicho de otro modo, que las preferencias de los ciudadanos pueden verse sometidas a cambios profundos en próximas convocatorias electorales. Con tensiones crecientes entre las fuerzas “emergentes” y las “tradicionales” y un resultado final incierto. Próximo test, las elecciones generales del 20 de diciembre.

La primera parte de este trabajo del profesor Bodoque se puede leer aquíaquí

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