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Valencia, tú antes molabas

Patricia Canet

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14 de abril. Parafraseando a Karina, cualquier tiempo pasado nos parece (y en este caso, indudablemente lo fue) mejor. Banderas tricolores inundan las redes sociales, banderas no aptas para aprensivos para con el color púrpura y lo que ello representa.

Entre tanta nostalgia, me puse a pensar. Hay quien reverencia hoy las virtudes de la República, los grandes avances que ella trajo a España, entre los que yo misma me incluyo. Así, lejos de escribir una homilía más a lo que se inició en 1931, pensé que tal vez debía repararse un poco también en lo que llevó a la instauración de la República, es decir, las elecciones municipales del 12 de abril de 1931. Muchos podrían decir que tan sólo fueron la más clara evidencia de la caída en picado de una corrupta y podrida monarquía, de ahí los buenos resultados de los republicanos. Tendrían su parte de razón, claro. También es cierto que habría que contemplar otras muchas variables. El fenómeno humano puede que sea fácil pero nunca es simple.

Sea como sea, el hecho está ahí: la ciudad de Valencia secundó la candidatura republicana con un 79% de los votos frente al tímido 17% de los monárquicos. Tras visualizar estas cifras, no pude más que sentirme, como ya he dicho, como Karina. Sobretodo hoy, cuando lees un titular que contiene el concepto “elecciones en Valencia” y ya puedes ir a la busca y captura de la mejor terapia de choque de Paulo Coelho.

¿Qué te ha pasado,Valencia? Con lo que tú has sido. Valencia fue uno de los grandes feudos republicanos, especialmente durante la guerra. De hecho, llegó a ser capital del Estado durante la misma. Valencia se comprometió en la década de 1930 con un sistema que trajo consigo realidades tan revolucionarias para su época como el exilio de la monarquía, la laicidad del Estado, la extensión de las libertades, el impulso de la educación y la cultura y la legalización del aborto. Añadir el morado fue todo eso.

Pero el rollo es que ahora ya no se lleva el morado, aquí la cosa pinta más azul que Pandora. Y si pinta azul, es que todo lo anterior no es que no sea posible, es que se trata sistemáticamente de luchar reaccionariamente contra ello. Hoy, Valencia ignora su pasado republicano y acoge a la institución monárquica con todas las panderetas que tiene a su abasto, se postra ante autoridades católicas quedando a su merced, reprime las libertades que tanto costaron de conseguir, restringe la educación a aquellos con sonidos de monedas en sus bolsillos y tolera el atentando que piensa perpetrarse contra el derecho de las mujeres que es el aborto libre.

¿Qué ha pasado para que se haya producido esa involución? ¿Por qué Valencia es políticamente peor ahora que en 1931? Si la lógica en el devenir de la historia es ir a mejor (con excepciones, claro está), ¿por qué vamos contra natura? De la Valencia roja a la Valencia de la Gürtel consentida por la sociedad. ¿Qué ha pasado entre medias?

No lo sé, pero Karina tenía razón.

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