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El depredador

Miguel Ángel Cerdán

JuanPi era un individuo que, con 25 años, se declaraba estudiante de segundo de Magisterio desde hacía cinco años. A pesar de tan peculiar currículum, JuanPi, influyente bloguero, se las había arreglado para tener libre entrada en prácticamente la totalidad de centros educativos de la Región, para poder hacer que despidiesen a quién le diese la gana, para amedrentar a todo el mundo con su Blog, y para hacerse las fotos qué y cómo quisiese con la totalidad de niños y niñas de cada centro, incluidas aquellas en las que se miraban tiernamente o se sentaban en sus rodillas o sus faldas. JuanPi fue finalmente acusado y detenido por pederastia. ¿Y qué ocurrió en esa Región? ¿Dimitió el responsable de Educación de la Región o del País? ¿Fueron investigados y destituidos los responsables educativos de cada centro que permitieron la entrada de ese individuo? ¿Fue un escándalo monumental e internacional que un presunto pederasta pudiese haberse movido por centros educativos como Pedro por su casa? ¿Fue motivo de bochorno para el país o la Región en cuestión? ¿Fue motivo en cuestión para una crisis de Gobierno? La respuesta es NO. Y la respuesta es NO porque la actuación de JuanRi, que no JuanPi, no se hizo en centros públicos; se hizo en centros privados y concertados, de esos que pagan tanta publicidad en Medios.

Estos días, los que hayan estado medianamente atentos a los Medios, habrán oído hablar de un tal JuanRi, habrán oído hablar de que era bloguero, estudiante de segundo de Magisterio, y de que era un presunto pederasta que había visitado más de 100 centros educativos en España, con libre entrada. A partir de ahí, no habrán oído mucho más. No habrán oído que este señor sólo visitaba Centros Privados y Concertados, no habrán oído que, sin haber acabado ni segundo de magisterio, tenía libre entrada en los centros privados y concertados y que decidía, con las puntuaciones de su blog, qué era un buen centro y qué era un mal centro, quién trabajaba y quién no. No habrán oído que quién le plantó cara, y vio el percal, fue despedido. No habrán oído que en esos centros se hacía fotos en poses que es mejor no comentar con alumnos y alumnas. Y no lo habrá oído porque se ha dado la Omertà. No lo habrá oído porque los Medios han tendido una tinta de calamar y han decidido no especificar que estamos delante de Centros privados y concertados y no de Centros públicos.

Pues bien; no eran Centros públicos. Eran Centros, insisto, privados y concertados. Eran de esos Centros que tanto dedican a la publicidad en Medios. Y esa Omertà, esa tinta de calamar, lo único que hace es desprestigiar a unos Medios que ya están más que desprestigiados en este país.

Quien esto escribe no lo hubiese hecho si los medios de comunicación de esta Comunidad y de este país hubiesen tenido una mínima dignidad. Si hubiesen especificado que el tema afectaba a la concertada y a la privada. Y si lo ha escrito es porque está hasta las narices de tragar, de que le traten como idiota y de qué tenga que asumir responsabilidades y culpas que no son suyas. Que cada palo aguante su vela.

Gracias, Y sobre todo gracias al Diario.es de la Comunidad Valenciana por publicar este artículo.

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