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El rock en Valencia es diferente

Los de Marras.

Javier Caro

El rock en Valencia es diferente, tiene un aroma que embriaga y por sus poros supura unas características propias, muy diferentes de las de otras ciudades. Valencia ha cosechado un sonido propio, exclusivo, con signos de identidad, pero lo ha hecho casi a espaldas de los medios de rock importantes del país, y también del Estado. Como galos en un cómic de Asterix los grupos que hacían rock urbano, mezclado con algo de punk sucio, ha resistido todo tipo de envites y desaires. La Ruta del Bakalao, el poder férreo del PP, las pocas o nulas autocríticas a nuestro modelo cultural, han propiciado que el rock con la marca Valencia, sea poco conocido, o directamente ignorado. Los de Marras son una de esas bandas, que con más valor y tesón que ayudas, han tejido ese sonido que Transfer inauguró. En estos años de lucha doble: la que lleva el rock y la que lleva el rock en Valencia, Los de Marras han tenido tiempo en crearse una historia y un séquito de fans. “Surrealismo” es su último trabajo y en él tampoco han perdido la garra y la mala baba de antaño.

Iñaki, guitarra del combo, nos habla del título del elepé, “Vivimos una realidad tan disparada en la que la mayor desesperación de unos es ignorada, incluso divertida, para otros. La manipulación de los medios de comunicación ya ni siquiera nos indigna...podría seguir contando ejemplos surrealistas que vivimos como cotidianos hasta cansarme...” a lo que añade Nelo, guitarra de los valencianos, “Queremos dejar claro que su realidad no es la nuestra. Lo que estamos viviendo estos años es su realismo, para que ellos puedan vivir muy bien otros tenemos que sobrevivir y a poder ser sin quejarse. Pensamos que echar gente a la calle cuando existen miles de casas vacías es inhumano, dejar morir a gente enferma es inmoral, su ley mordaza, sus impuestos y los infinitos casos de corrupción; pero ellos miran hacia otro lado dejando pasar el tiempo mientras sigue saliendo mierda de sus alcantarillas. Esto es surrealista”. Los inicios tuvieron que ser duros, porque como ya explicaba aquí se partía de una falta de empatía por parte de los medios, algo inaudito en otras ciudades.

Agustín nos comenta cómo es de duro es comenzar en una tierra, a veces hostil, como la valenciana en esto del rock,Ilusionante, lleno de compañerismo, lleno de ganas de tocar cuatro acordes y escuchar tu voz grabada por primera vez, lleno de ganas de hacer rocanrol y de sacar todo lo que llevabas dentro convertido en canciones. También duro, porque hasta que no consolidamos una banda estable no veíamos un futuro claro, pero bueno, sobre todo lleno de ganas de luchar por un sueño”, ese sueño era algo compartido por todos los miembros, algo que logra una familiaridad que muchos grupos buscan y no consiguen, “Éramos unos chavales con ganas de aprender y de comunicar, transmitir emociones y vibrar con la música” nos apostilla Iñaki. Intento ponerme siempre en las impresiones que tiene uno al comenzar con un proyecto musical, la ilusión y los sueños que se pueden generar en la mente de alguien joven con toda la vida por delante, y los chicos de Los de Marras, quizás tuvieron esas visiones en su primer disco, como es lógico, Precede fue nuestro primer disco, nuestra primera criatura, le tenemos por ello un cariño especial... hoy por hoy llevamos muchos años juntos en esto y los lazos que nos unen nos proporcionan una solidez que antes no teníamos”, dice Iñaki.

Es curioso ver cómo perciben las cosas o los acontecimientos las diferentes personas que los viven, así Agustín lo comenta con un cariño especial, “Fue algo impresionante, ver canciones nacidas en tu habitación con una guitarra española convertidas en canciones de rock, con su batería, bajo, punteos, distorsión, coros... fue algo emocionante, irrepetible. Ver que a la gente le gustaba, que cantaba en los conciertos... lo hicimos todo de una manera artesanal hasta que conseguimos dinero para hacer un buen libreto y una edición en condiciones, lo vendíamos a 500 pelas en los conciertos, fue cojonudo. Yo lo veo ahora con cariño y respeto porque muchas de sus canciones están de total actualidad, creo que después de catorce años no a perdido para nada vigencia, al contrario, creo que como su propio nombre indica Precedió y predecía lo que ahora estamos viviendo”.

Un grupo consolidado como ellos, que han logrado aparecer en los carteles de los festivales más importantes del Estado, que se han codeado con grupos de talla mayúscula, seguro que han tenido la esperanza de poder tirar por la ventana sus trabajos y dedicarse en cuerpo y alma a su sueño, Nelo, guitarra del grupo, habla claro “La verdad, claro que nos gustaría. Sabemos que en esto del rock hay pocos grupos que puedan vivir de ello, pero llegar a conseguirlo tiene que ser muy gratificante. Cuando estas fuera del mundo de la carretera y los escenarios, no puedes imaginar todo lo que hay detrás de un disco, un concierto, una gira, un festival... Simplemente que el grupo se autogestione y llegue a mantenerse con los gastos que supone ya es difícil”, el pragmatismo del grupo podría dejar noqueado a unos chavales que se inician en esto de la música, pero creo que es mejor hablar claro, y contar con pocos pelos en la lengua, la realidad de una industria que no arranca como debiera, “ ¿Qué grupo no sueña con poder vivir haciendo lo que le gusta? De ahí a proponértelo como objetivo hay una diferencia, nunca ha sido nuestro objetivo” dice Iñaki, que deja evidente que hay que proponerse objetivos factibles. Y redondea esta visión sin edulcorar de parte de la realidad a la que te vas a enfrentar cuando compres tus instrumentos y te pongas a componer, Agustín, “Creemos que tenemos que dignificar el trabajo de bandas como la nuestra, porque hay mucha gente que desconoce todo el sacrificio que conlleva esta historia y esto no nace de la nada, nos hemos dejado mucha vida en el camino y eso, como mínimo, se tiene que saber y valorar”.

Ahora los grupos han optado por editar más dvds, tal vez si alguien ve en su casa o a través de la pantalla de su ordenador cómo descargan rock encima de las tablas, quizás se animen a arrimarse a comprar el disco o hasta asistir a algún concierto, aunque Los de Marras no lo ven una prioridad, “Es algo que te planteas con el paso de los años, algún día llegará, pero antes queremos disfrutar de la gira en la que estamos inmersos. Ahora nos centramos en el presente, hacer llegar a la gente ”Surrealismo“, argumenta Nelo.

Además de pertenecer a ese sonido inconfundible de Valencia, Los de Marras también son ese tipo de combos que cada vez que pueden ayudan a los demás, “Hemos participado en innumerables proyectos solidarios, desde el pueblo mapuche hasta el barrio de La Coma, nos hemos involucrado en muchas causas.... a mí la que puede que más me haya llegado fue para Héctor Pavelic, chileno perseguido por el ejército de Pinochet.... Con un pasado de torturas y sufrimiento y tan lleno de amor y de perdón que me impresionó profundamente” cuenta Iñaki, mientras Agustín nos dice con amargura “también nos hemos llevado alguna decepción y en estas cosas duele más porque lo haces muy de corazón”. En esto de los conciertos solidarios se ha de tener mucho tiento, porque también existen caraduras que se los plantean como otro modo de ganar dinero, “Son muchos los conciertos solidarios en ayuda a asociaciones y movimientos sociales; la verdad es que siempre son por causas justas, para gente que de verdad lo necesita y el estado tiene olvidados, aunque no siempre la organización de estos conciertos tengan la misma transparencia y a veces te decepcione el resultado final. Hasta en este tipo de eventos existen las manos largas y eso nos hace ser prudentes en eso”, nos comenta Nelo.

Y por último es muy interesante conocer cuál es la opinión del grupo respecto a qué será lo que diferencia a Valencia del resto del Estado a nivel de rock, con bandas como Transfer o ellos mismos, “Creo que hoy en día con la facilidad que hay para escuchar la música de cualquier parte del mundo y de cualquier tipo de estilo, las influencias musicales se multiplican. En Valencia hay muchos grupos de rock y cada grupo tiene sus propias influencias. Hace unos años, los grupos que ofrecían algo diferente al resto o digamos que tenían un estilo propio más definido, sobresalían por encima de los demás grupos, sobretodo en su ciudad y al final eso también se tiene que notar en los grupos que van surgiendo, pero ahora mismo la música llega mucho mas lejos y hay muchos mas grupos que antes”, nos comenta Nelo.

Es una pregunta algo ambigua, pero es cierto que algo debió pasar para que de Valencia, y concretamente de Benicalap, surgieran tantos grupos, con tanta calidad, y con un sonido similar. Agustín intenta responder a la pregunta “No tengo ni idea que diferencia hoy en día lo que se hace en Valencia al resto del estado, creo que hay muchísimas bandas y que cada una se busca la vida y hace lo que le nace o puede, nosotros nos dejamos la piel por seguir en pie y continuar aportando nuestra forma de hacer música. En su momento en Benicalap nos juntamos un montón de bandas con ganas de pelear y luchar, y creo que vivimos un momento muy guapo, pero supongo que si indagamos en otras ciudades, seguro que encontraremos circunstancias similares, aquí lo que no tuvimos fue la capacidad de darlo a conocer al resto del estado como se mereció y como en otros lugares si supieron hacer”.

Sin algo nos queda claro es que Valencia en aquellos años fue un hervidero de ideas, y que en aquellos locales y conciertos se parió un movimiento que no tuvo la repercusión que hubiera necesitado para ser más grande.

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