La sequía ya ha causado 320 millones en pérdidas en el campo valenciano
320 millones en pérdidas y que podrían ser más, la mayor parte en cítricos, pero también se da ya por perdida la cosecha del cereal. Así se plasma en el estudio elaborado por LA UNIÓ de Llauradors sobre los efectos de la que puede ser la mayor sequía de los últimos 150 años, pérdidas que serán mayores si continúa el déficit de lluvias.
La parte más importante de las pérdidas se encuentran al cultivo de los cítricos con 240 millones de euros en sobrecostes productivos durante esta campaña 2013-2014; seguido por el cultivo del almendro con más de 27 millones de euros de pérdidas, el olivo con más de 23 y el cereal con cerca de 17 millones. En la ganadería extensiva, sólo en los sectores de ovino-caprino y vacuno ya son de 13 millones de euros. A todas ellas hay que sumarle las pérdidas previsibles y no cuantificables de momento en la apicultura, en el cultivo de la viña, en la fruta de verano, las hortalizas y muy posiblemente en la ganadería intensiva si no llueve.
Por lo que respecta a la fruta de verano se observa falta de calibre y la viña tiene una deficiente brotación. La ganadería extensiva sufre la falta de pastos naturales y el incremento en la compra de pienso.
La UNIÓ advierte que la sequía afecta tanto a las zonas de regadío como para las de secano: en las de regadío provoca una disminución del nivel de los acuíferos y una salinización de los pozos de riego en las zonas litorales, el incremento de los riegos y consiguiente aumento del coste energético en un momento donde las tarifas eléctricas tienen un precio muy elevado y un incremento de las plagas y la pérdida en cantidad y calidad de la producción que son todavía más significativas en las zonas de secano y a las cuales tenemos que añadir la previsible pérdida de arbolado.
Ramón Mampel, Secretario General de LA UNIÓ, afirma que “ya hemos traslado nuestra propuesta de medidas urgentes a adoptar tanto al presidente Alberto Fabra cómo al conseller José Cíiscar porque en el sector agrícola este periodo de sequía y altas temperaturas persistentes está provocando numerosas pérdidas que van a tener una repercusión directa en la disminución de ingresos de los agricultores que comporta un mayor endeudamiento y, por lo tanto, una pérdida de la capacidad de invertir en el cultivo en particular y en la explotación en general”.
Según los adots aportados “la situación es muy grave” puesto que abril ha sido lo más cálido desde que hay datos en los principales observatorios de la Comunitat y el déficit de lluvias en el periodo entre el 1 de octubre y el 30 de abril (año hidrológico) es del 65% en el promedio del territorio.
