Los socialistas, abocados a decidir sobre el futuro del expresidente de la Diputación de Valencia imputado por tres delitos
El levantamiento del secreto de sumario de la Operación Alquería pone al PSPV-PSOE, que lidera el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en un compromiso a dos semanas de las elecciones autonómicas y a un mes de las municipales. La investigación al expresidente de la Diputación de Valencia, alcalde y candidato de Ontinyent, Jorge Rodríguez, por enchufar a siete personas como altos cargos en una empresa pública ha caído en plena campaña electoral y obliga a los socialistas valencianos a tomar una decisión drástica: dejar caer o mantener a un imputado por prevaricación, malversación de fondos y tráfico de influencias. Una bomba que sabían que iba a estallar en cualquier momento y podría afectarles en la campaña.
El informe de la Udef y las pesquisas del juzgado apuntan a que la cúpula de la corporación provincial contrató de forma irregular a varios altos cargos del PSPV y uno de Compromís, con sueldos cercanos a los 50.000 euros de la empresa pública Divalterra, creada para tapar la mala reputación de la antigua Imelsa, germen del caso Taula, que llevó a la dimisión del presidente d ela Diputación del PP Alfonso Rus.
Horas antes de conocerse el contenido de los informes, el líder del PSPV-PSOE, Ximo Puig, aseguraba que no le temblaría la mano. “Esta sociedad ya padeció demasiado la desvergüenza de la derecha y nosotros queremos simplemente hacer bien lo que es la dignificación de la política e intentar ser responsables y así actuaremos”, aseguraba. El dirigente socialista emplazaba la toma de decisión a conocer la acusación que pesa sobre Rodríguez y su equipo. No obstante, desde el PSPV explicaron en la tarde del martes que no tomaría una decisión respecto a Jorge Rodríguez hasta estudiar el sumario y conocer con detalle las acusaciones.
Pese a las imputaciones, la figura de Rodríguez es un valor para los socialistas. El expresidente de la corporación provincial consiguió mantenerse como candidato a la alcaldía de Ontinyent después de su detención y de un pulso con la dirección de Ferraz. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, que forzó la dimisión como presidente de la Diputación, pedía la destitución del alcalde y vetó inicialmente que se presentara a las primarias, aunque una semana después la dirección cedió y le permitió acceder a la candidatura si no había novedades en su situación judicial.
Rodríguez es una pieza importante por la situación que ocupa. Ganó la alcaldía de Ontinyent en 2015 con una abrumadora mayoría. Si el PSPV-PSOE lo deja caer pone en peligro el diputado provincial que se elige por Ontinyent, el escaño que le dio la presidencia de la Diputación.
Horas antes de levantarse el secreto de sumario, Rodríguez ironizaba sobre la cuestión. El expresidente veía “curioso” que se publicara esta información con apenas unos días de margen para presentar las candidaturas para las elecciones municipales y dudaó de las actuaciones de la Udef, que se presentó dos veces en el ayuntamiento para buscar la misma información que se habían llevado meses atrás. “Leyendo lo que uno lee últimamente sobre las cloacas del estado comienza al final a tener dudas”, expresaba Rodríguez.
