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Centenares de personas marchan desde el CIE de València para denunciar las herencias coloniales el 12 de octubre

Centenares de personas recorrieron las calles de València el 12 de octubre en la marcha 'Nada que celebrar'.

Laura Julián

Valencia —

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Centenares de personas se concentraron el pasado 12 de octubre, nombrado como Día de la Hispanidad, en el CIE de Zapadores de València para denunciar las herencias coloniales y racistas, y pedir la derogación de la Ley de Extranjería. La marcha ‘Nada que celebrar’, fue convocada por RedCola, Red de Colectivas Antirracistas de València, entre los que se encuentran Mujeres con Voz, Marea Verde, Resitencia Migrante, Escuelita Feminista Antirracista y Crearte Educación Comunidad, entre otros, y a la que se han adherido otros colectivos como Obrim Fronteres, Nómadas, Assemblea Feminista de València o Dones i Prou.

La manifestación avanzó por calles como Doctor Waksman, Peris y Valero, Reino de València y Colón, con varias paradas donde se ha denunciado la situación actual en Ecuador y la solidaridad con su comunidad, que contó con mucha presencia en la manifestación.

Al llegar a la plaza Los Pinazo tras recorrer Colón, los colectivos presentes leyeron manifiestos para reivindicar que “hoy no se celebra nada, es un día de lucha” y “salimos a la calle” para evidenciar que hay “genocidios que continúan impunes y que siguen vigentes en leyes y en libros de Historia”. También hicieron referencia a las migraciones y a “los genocidios sistemáticos en el mar Mediterráneo donde miles de personas se suben a pateras con la esperanza de llegar a la Europa fortaleza para buscar un futuro”.

También nombraron la “la política genocida” que permite que los centros de internamiento continúen abiertos y el “maltrato institucional” que viven “a diario”. Asimismo, las diferentes organizaciones antirracistas exigieron al Ayuntamiento de València que demuestre “su voluntad real” para cerrar el CIE de Zapadores, el cese de la persecución de los manteros y el boicot a la Ley de Extranjería.

Centenares de manifestantes mostraron así su rechazo a la celebración del 12 de octubre, “una fiesta racista y colonial” que conmemora “un genocidio” y “expolio” desde 1492, que “die origen a un sistema perpetuado hasta nuestros días”.

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