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El viento no frena un mundial de medio maratón de récord

Un grupo de aficionados, disfrazados de selección neozelandesa de rugby, animan a los corredores.

Sergi Pitarch

El fuerte viento y los episodios de intermitente lluvia no han deslucido el primer mundial de medio maratón que acoge la ciudad de Valencia. Record de participación y récord de la distancia para la atleta etíope Netsanet Gudeta Kebede que ha pulverizado la marca de 2007 y la ha situado en 1:0611. No ha ido también para los hombres, que han visto como el triple campeón Geoffrey Kipsang Kamworor se ha hecho con la victoria con una hora y dos segundos.

Estos dos tiempos y la participación de las primeras figuras han situado al atletismo valenciano en la cúspide pero sin duda han sido los casi 15.000 aficionados la sangres que corre por las venas de este acontecimiento. Ni el viento ni los episodios de lluvia han conseguido frenar a estos miles de aficionadas y aficionados que han sufrido pero que han conseguido llegar a meta, en un final de película sobre el lago de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

La organización de la carrera ha estado a la altura y la salida, con el Museo de las Ciencias y el Palau de les Arts a la izquierda y el Ágora a la derecha, ha sido muy emotiva y llena de público -ha sido una tónica durante toda la prueba-. El primer obstáculo que han tenido que superar ha sido la lluvia intermitente que ha caído sobre los participantes en los cuatro primeros kilómetros.

Posteriormente y ya enfilando la recta de la Universidad Politécnica ha sido el viento, que entraba de cara, el que ha complicado la situación de los y las corredoras, que ya venían mojados. Las rachas de viento son el peor fenómeno meteorológico al que se puede enfrentar un deportista. Tras estos duros kilómetros ha habido un respiro hasta que la carrera ha enfilado el margen izquierdo del río. No ha sido hasta el kilómetro 14 que el viento ha entrado de cola.

La plaza del Ayuntamiento ha vuelto a ser un punto emblemático de la carrera. Llena de público, ha llevado en volandas a los participantes que ya por la calle Colón han encarado el final de la prueba. Con el paso por el margen izquierdo del río el viento se ha convertido, ahora sí, en un aliado de los competidores.

El final, como el de la maratón, es un momento indescriptible, con los corredores volando por el agua de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Un año más, una carrera más, Valencia sigue creciendo en busca de convertirse en la capital mundial del running. Hoy lo ha sido por un día.

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