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La industria agroalimentaria de Castilla y León registra una mayor demanda y no plantea despidos ni reducciones de jornada de momento

El almacén de azúcar de Acor este jueves.

Alba Camazón

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Mientras la mayoría de la población se queda en casa tras declarar el Estado de Alarma, miles de trabajadores de la industria agroalimentaria se levantan a primera hora, incrementan sus turnos de trabajo y sacan adelante remesas de azúcar, leche, productos cárnicos... Algunas empresas reconocen que las compras compulsivas de algunos usuarios en los supermercados han incrementado la demanda en el sector. La zamorana leche Gaza cifra este aumento en un 25%; pero otras aseguran que todavía es “muy pronto” para cuantificar esta subida. Acor, por ejemplo, también calcula un crecimiento similar, del 30% en la demanda de azúcar y del 20% en aceite.

Parte del sector tira de stock para cubrir la demanda y otra incrementa los turnos para cumplir con los pedidos de las grandes superficies, que no hacen más que reponer el producto. Porque, ante todo, está el compromiso del abastecimiento de todos los productos de primera necesidad, que impulsan miles de trabajadores en todo el país. “El principal objetivo es mantener la producción para que la gente se abastecida”, asegura Huercasa a este diario. La Interprofesional del Porcino de Capa Blanca destaca que todos los trabajadores del sector “son conscientes de que su papel es de alta importancia para llevar hasta los consumidores carne y productos elaborados que permitan a las familias españolas mantener sus rutinas alimentarias”. Ante todo, las empresas quieren enviar un mensaje de tranquilidad, porque no habrá “ningún problema” en mantener el nivel de demanda. “Tenemos margen de maniobra”.

“Estamos trabajando al mismo e incluso mayor ritmo de producción que de costumbre para tratar de dar respuesta a todas las necesidades de abastecimiento de productos a nuestros clientes, principalmente grandes cadenas de distribución y supermercados”, explica la empresa de vacuno Grupo Miguel Vergara. A pesar de que las compañías estén trabajando “al 100%”, el funcionamiento no está siendo “nada extraordinario”, aunque sí hay algunos turnos extra. Los trabajadores de leche Gaza continúan trabajando en tres turnos, como hasta ahora; aunque prevén trabajar el fin de semana en recepción de leche, envasado y el muelle de carga de mercancías. Habitualmente solo trabaja recepción de leche los fines de semana, de ahí el refuerzo. 

Muchas compañías coinciden en que el trabajo se está realizando con “normalidad”, como Gullón, aunque sí reconocen haber tenido alguna dificultad con proveedores de productos que no son de primera necesidad, como los palés, por ejemplo, en el caso de Acor. “Estamos fabricando con normalidad, y si hubiera algún proyecto sin stock, se reforzarían las líneas”, afirman desde Quesos Entrepinares, que destacan la importancia de que los productos de primera necesidad lleguen a los supermercados.

Son pocos los estantes que los clientes se encuentran semivacíos o sin productos, y esos no suelen ser de productos de primera necesidad como pan, leche o huevos. Incluso el tan codiciado papel higiénico, que hace unos días tantas personas se llevaban a dos manos. Los únicos productos que escasean un poco más, sin mucho perjuicio para la sociedad, son aquellos de snacks, frutos secos y gominolas. Ninguno de ellos es de consumo imprescindible durante estos días, pero sí entre los más solicitados para pasar horas y horas en casa de cuarentena.

La industria agroalimentaria evita -de momento- plantearse Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTEs) e incluso algunas empresas han tenido que contratar a más personal para reforzar la actividad. Desde Gaza insisten en que no se plantean despidos ni reducciones de jornada. Y eso que esperan una bajada de la producción en las próxima semanas ante el descenso de demanda, puesto que muchas familias no volverán a compraren unos días. “Salvo que haya una reducción drástica, intentaremos evitar tomar medidas que afecten a los trabajadores”, remacha la dirección de Gaza. “Es una situación muy cambiante, pero en principio no pensamos en ERTEs ni en reducir ls jornadas”, señala Huercasa. En cualquier caso, las empresas sí están pendientes de las medidas que va anunciando el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, además de aquellas iniciativas de la Junta de Castilla y León que puedan afectarlas.

Condiciones de trabajo y protecciones

El Estado de Alarma solo permite salir de las viviendas para ir a trabajar o a comprar productos de primera necesidad o medicamentos -salvo alguna excepción-, pero aquellos que salgan deben cumplir con algunas normas de seguridad. La industria agroalimentaria ya cuenta normalmente con medidas de protección como guantes o incluso mascarillas. Ahora las medidas se ven reforzadas, sobre todo la distancia de seguridad para mantener hasta dos metros de separación entre cada trabajador. Acor y Huercasa, por ejemplo, han instalado ya alguna mampara de protección y garantizan que haya “guantes y mascarillas” para los asalariados.

La mayoría de los empleados que pueden teletrabajar operan desde casa para evitar aglomeraciones en las oficinas, pero, evidentemente, hay puestos que deben ser presenciales. Se han activado planes de contingencia para garantizar la protección, con dispensadores de alcohol y se están evitando las aglomeraciones de personas, con entradas en el vestuario y el comedor de forma escalonada.

También se suman a las recomendaciones de utilizar pañuelos de papel, limpiarse frecuentemente las manos y tomarse la temperatura corporal antes de los turnos, en cumplimiento con las recomendaciones de las autoridades sanitarias. Porque el producto debe llegar a las casas, pero las empresas deben proteger a sus trabajadores y asegurarse de que el coronavirus no llega a sus plantas, que se emplean a pleno rendimiento, ahora más que nunca.

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