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Ana Palacio, exministra de Aznar, ataca las razones de Margallo para oponerse al reparto de refugiados
La exministra de Asuntos Exteriores Ana Palacio -estuvo al frente del Ministerio durante el Gobierno de Aznar- ha llevado este viernes la contraria al actual titular del ramo, José Manuel García Margallo, al mostrarse de acuerdo con el reparto de inmigrantes en Europa que propone la Comisión y no compartir las quejas del Ejecutivo español, que lo tachó de “desproporcionado”.
Durante su intervención en una mesa redonda en el marco de la XXXI Reunión del Círculo de Economía, Palacio ha lamentado expresamente que su opinión sea diferente a la de Margallo y ha apuntado: “Pensar en que no podemos aceptar a los inmigrantes porque afectará a la tasa de desempleo es mezclar inmigración ilegal con refugiados”.
“Estamos obligados a recibir refugiados por los acuerdos internacionales”, ha subrayado la exministra y exeurodiputada.
José Manuel García Margallo ha criticado la Estrategia de Inmigración 2015 presentada por Bruselas por considerar que el sistema de cuotas de refugiados propuesto por la Comisión Europea no es “proporcionado, justo ni realista”.
En concreto, Margallo ha lamentado que de los criterios propuestos en el plan para acoger refugiados, que incluyen el tamaño de la economía, el total de la población, la tasa de paro de un país y los esfuerzos en materia de inmigración y asilo, estos dos últimos “están infravalorados e infraponderados”.
El Ejecutivo comunitario ha pedido este miércoles a España que acoja a un total de 5.837 refugiados durante los próximos dos años con el fin de colaborar con Italia y Grecia, los países más afectados por la crisis migratoria en el Mediterráneo, y mejorar las condiciones de acogida de estas personas. De la cuota de 5.800 refugiados adjudicada por Bruselas a España, un total de 4.288 corresponden al reparto obligatorio: 2.573 procedentes de Italia y 1.715 de Grecia.
En total, Bruselas propone repartir a 60.000 demandantes de asilo entre los países de la UE durante 2015 y 2016 mediante dos programas. El primero es un plan de relocalización de emergencia (obligatorio) cuyo objetivo es ayudar a Italia y Grecia, que se aplicará a los sirios y eritreos que necesiten protección internacional y que hayan llegado a estos dos países después del 15 de abril o lo hagan después de activarse el mecanismo. Un segundo programa, de carácter voluntario, propone acoger en Europa a 20.000 refugiados desde el norte de África, el Cuerno de África y Oriente Próximo.
