Melilla instala cuatro tiendas de campaña en el centro La Purísima para alojar a 100 menores migrantes
Un centenar de menores migrantes tendrán que dormir en cuatro tiendas de campañas militares que el Gobierno de Melilla ha instalado desde este lunes en el patio del centro de acogida de La Purísima, que vuelve a estar, una vez más, por encima de su capacidad máxima.
Es lo que ha asegurado el consejero de Bienestar Social de Melilla, Daniel Ventura, ante los medios de comunicación, que ha defendido la instalación de tiendas para “descongestionar” el modulo de primera acogida y que estos menores, cuya tutela es responsabilidad del Gobierno melillense, puedan dormir, dice, con “mayores garantías para su desarrollo”.
“Son cuatro tiendas de campaña para descongestionar los espacios de primera acogida y en las que pretendemos poner en ellas unos 100 menores para que puedan dormir con mayor calidad y mayores garantías para su desarrollo social”, ha dicho Ventura en declaraciones recogidas por Europa Press. A las tiendas, cedidas por la Comandancia General de Melilla (Comgemel), pasarán sobre todo los menores recién llegados a la Ciudad Autónoma.
El consejero ha informado de que en este momento 581 menores se encuentran en el centro, mientras la capacidad asciende a 260 personas. Sin embargo se ha aferrado al argumento del “efecto llamada” para descartar una ampliación de la capacidad del centro, esgrimiendo la posibilidad de que los chicos “llamen a sus vecinos y familiares para que sigan entrando cuando ven que hay espacios disponibles”.
Numerosas organizaciones especializadas han denunciado en diversas ocasiones las condiciones en las que la Ciudad Autónoma acoge a los menores tutelados en La Purísima, el centro del que suelen escapar muchos de los menores migrantes que malviven en las calles de la ciudad autónoma con el objetivo de conseguir llegar a la Península.
Las ONG locales Harraga y Prodein han recopilado durante años testimonios de menores que denuncian situaciones de abuso o maltrato. Este medio comprobó el hacinamiento del centro en un reportaje publicado en 2016 tras una visita al centro, podían observarse colchones en el suelo y los propios niños soldando nuevos somieres que añadir a las literas de dos camas.