El 9,1% de los hogares españoles no logra mantener una temperatura adecuada

Madrid, 11 dic (EFE).- El 9,1 % de los hogares españoles no puede mantener una temperatura adecuada, un porcentaje superior a la media europea, que se sitúa en el 7,3 %, según un estudio sobre la pobreza energética presentado este viernes por la Fundación Naturgy y elaborado con datos previos a la irrupción de la pandemia.

Esta es una de las conclusiones extraídas del informe “Pobreza energética en Europa. Un análisis comparativo”, elaborado por la Cátedra de Sostenibilidad Energética del Instituto de Economía de Barcelona (IEB) y en el que se ofrece una comparativa de las políticas en este campo de cinco países europeos.

De los cinco países analizados (España, Alemania, Portugal, Italia y Reino Unido), España es el único que presenta una tasa de retraso en el pago de las facturas energéticas superior a la media de la Unión Europea (7,2 % frente al 6,6 %).

Alemania es el que arroja los mejores datos tanto en el porcentaje de hogares que no puede mantener su vivienda con una temperatura adecuada (2,7 %), como en el de retraso en el pago de las facturas (3 %).

El estudio también recoge las principales políticas implantadas como respuesta a la pandemia, como son la prohibición de la desconexión, los pagos personalizados, los subsidios y los descuentos, y de los que solo España y Portugal han puesto en marcha estas cuatro medidas.

Respecto a España, recuerdan que el Gobierno modificó el bono social eléctrico para mejorar su cobertura y llegar a las familias más afectadas por la covid-19, además de crear un nuevo supuesto para acceder a la condición de consumidor vulnerable.

Según los últimos datos de 2019 del indicador de pobreza escondida en España, Canarias es la comunidad con la mayor tasa de pobreza energética, con un 31,6 %, mientras que La Rioja es el territorio que registra el índice más bajo (3,6 %).

A pesar de que no hay un único indicador para medir la pobreza energética, el más utilizado sigue siendo el del umbral del 10 %, que mide a los hogares que destinan un porcentaje de sus ingresos mayor al indicado para pagar los servicios energéticos.

LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS, “UN DERECHO”

La directora del estudio, María Teresa Costa, ha recordado que el acceso a los servicios energéticos “es un derecho”, además de advertir que en Europa hay “50 millones de hogares en situación de pobreza energética”.

Costa cree que para resolver el problema de acceso a este derecho de algunos hogares vulnerables, es necesario lograr que “las rentas de la familias permitan el pago de las facturas”.

En esta línea, la catedrática apunta que las acciones de intervención financiera a corto plazo como el bono social, no solucionan el problema de fondo, y por eso este tipo de políticas son “costosas”.

Según datos de abril de este año, 1,23 millones de hogares españoles están acogidos a esta ayuda, de los que el 50,5 % representan a unidades familiares sin menores, el 24,6 % a familias numerosas y el 13,9 % a pensionistas.

En el informe se identifican tres aspectos como los principales causantes de la pobreza energética: el nivel de ingresos, la ineficiencia energética de la vivienda y el precio de la energía, algo que con las renovables se podría combatir mejor, ya que su precio es más asequible.

Los datos recogidos en el estudio indican que en todos los países analizados, excepto en Portugal, la pobreza energética no se reparte de manera homogénea por todo el territorio, sino que se aprecian territorios con un mayor número de hogares en esta situación.

Algunas de las medidas propuestas para luchar contra este fenómeno son la rehabilitación de viviendas, la mejora de la eficiencia energética, el fomento del autoconsumo, la colaboración público-privada y la información a los ciudadanos para mejorar sus hábitos de consumo.