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La Autoridad Fiscal alerta de la caída de las inversiones medioambientales de las administraciones públicas

El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá.

Rodrigo Ponce de León

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El efecto de la crisis climática sobre la economía ya es una realidad incontestable. En este escenario el presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, ha lanzado este viernes una llamada de atención a las Comunidades Autónomas y a los ayuntamientos por el bajo nivel de inversión en aspectos medioambientales y el escaso desarrollo de instrumentos de fiscalidad verde durante el curso que organiza la Asociación de Periodistas de Información Económica en Santander.

El presidente de la Autoridad Fiscal ha subrayado que España se encuentra por debajo de la media europea en fiscalidad verde. Mientras que en la Unión Europea  la media de los países alcanza el 2,4% del PIB de recaudación de impuestos verdes en España solo llega al 1,83% del PIB . “El nivel de recaudación actual de impuestos medioambientales está por debajo de 1995, que fue de 2,1% del PIB, ahora tenemos  niveles de recaudación de hace 20 años”, ha puntualizado Escrivá.

En este sentido, Escrivá ha apuntado que la medida de equiparación entre los impuestos de la gasolina y el diésel, que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no pudo desarrollar durante la anterior legislatura, habría supuesto “un incremento de la recaudación en 1.318 millones de euros anuales”.

En su análisis de la baja inversión en políticas medioambientales, Escrivá ha recordado que las inversiones financieramente sostenibles de las Comunidades Autónomas y las corporaciones locales están exentas de la regla de gasto de manera que se pueden embarcar en políticas de gasto en el ámbito medioambiental sin que la disciplina fiscal les penalice.

Sin embargo, el presidente de la AIReF ha recalcado que “las inversiones genuinamente medioambientales” de estas administraciones públicas son muy pocas: han pasado del 15 del PIB en 2017 al 4% del PIB en 2018, solo unos 4.000 millones de euros. Pero además, Escrivá ha recriminado a comunidades autónomas y ayuntamientos que “en lugar de focalizar las inversiones en el ámbito medioambiental se ha difuminado el ámbito de estas inversiones en otras políticas publicas” que van desde la seguridad a la asistencia social primaria pasando por la construcción de escuelas a bibliotecas o museos.

Escrivá ha explicado que “en España falta gobernanza para el desarrollo de análisis de implementación de políticas públicas para evaluar el impacto de la situación medioambiental. No hay modelo de evaluación de temas medioambientales que integre instituciones independientes y organismo públicos” como ocurre en Holanda, país que ha puesto como ejemplo. 

Además, el máximo responsable de la AIReF ha apuntado que pese a la creciente pujanza en la sociedad de la preocupación por la crisis climática, que se puede ver reflejada en la subida de voto de los partidos verdes en Europa, la industria financiera aun no ha desarrollado productos adecuados para el impulso que trabajen correctamente en el desarrollo a una transición de la economía con más peso meidoambiental “La emisión a nivel mundial de bonos verdes no alcanza ni siquiera a  la emisión total del Tesoro español. Hay que pensar mejor cómo son estos instrumentos financieros y definir mucho mejor la finalidad de estos productos de inversión y ofrecer otros nuevos”, ha concluido Escrivá.

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