El BCE dice que la ejecución hipotecaria debe considerarse el último recurso

El Banco Central Europeo (BCE) considera que “la ejecución hipotecaria debe considerarse el último recurso”, en un dictamen de opinión sobre un proyecto de ley de protección de los deudores hipotecarios, reestructuración de deuda y alquiler social de España.

El BCE dice que “el proyecto de ley parece compatible con la propuesta de directiva” de la Comisión Europea (CE).

“Los prestamistas garantizados deberían estar interesados en evitar la ejecución hipotecaria, que resulta costosa y generalmente produce menos ingresos que las ventas voluntarias, si el hipotecante continúa cumpliendo todas o una parte acordada de sus obligaciones de pago”, apostilla el BCE.

La entidad monetaria señala que es importante que “los prestamistas garantizados adapten sus prácticas actuales de gestión de prestatarios incursos en incumplimiento a fin de evitar las ejecuciones hipotecarias”.

Además, el marco regulador debe proporcionar “incentivos a todas las partes interesadas para que acuerden una reestructuración de deuda oportuna y razonable en caso de incumplimiento”, según el BCE.

Asimismo, el BCE insta a adoptar “un conjunto de medidas más amplio que aborde las causas subyacentes de las dificultades relacionadas con las hipotecas y que trate de evitar, en la medida de lo posible, las ejecuciones hipotecarias”.

“Solo con una estrategia de resolución más amplia se puede hacer frente a los retos que plantean los cambios en las circunstancias económicas de los prestatarios, los cambios sustanciales en el valor de los inmuebles y el posible resultado de hipotecas inviables, manteniendo al mismo tiempo incentivos apropiados tanto para deudores como para acreedores y reduciendo al mínimo el posible riesgo moral”, dice el BCE.

La entidad saluda el establecimiento de un fondo social de viviendas, pero puntualiza que “esta iniciativa debería ser parte de una estrategia amplia e integrada de gestión de las dificultades relacionadas con las hipotecas”.

“Esta estrategia puede desembocar finalmente en menos ejecuciones hipotecarias y menos necesidad de un fondo social de viviendas”, añade el BCE.