El Banco de Portugal agrava sus previsiones de recesión y la sitúa en el 1,9%

El Banco de Portugal volvió a agravar hoy sus previsiones sobre la caída de la economía lusa en 2013, que sitúa ahora en el 1,9 %, tres décimas más que en la estimación del trimestre pasado.

En su Boletín estadístico de Invierno, divulgado hoy, justifica el empeoramiento de los cálculos por un menor crecimiento de las exportaciones, de apenas el 2 %, cuando su anterior proyección apuntaba a un aumento del 5 %.

La caída del PIB portugués refleja esencialmente “la materialización del riesgo de un crecimiento económico mundial menos favorable” que reduce el incremento previsto de las exportaciones lusas y, como consecuencia, de la actividad económica, afirma el documento.

Pero el banco reconoce que al retroceso de la economía de Portugal en 2013 también contribuirán las “medidas de consolidación presupuestaria” puestas en marcha por el Gobierno, entre ellas un fuerte aumento del impuesto sobre la renta.

La recesión estimada por el banco central luso este año duplica ya las previsiones de la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional), el trío de organismos que controla el cumplimiento del programa de ajustes acordado con Portugal cuando firmó, en mayo de 2011, su rescate financiero.

Las proyecciones del Banco de Portugal para este ejercicio se han agravado significativamente desde mediados del año pasado, cuando estimaba que en 2013 habría “crecimiento cero”.

De cumplirse los últimos cálculos de la entidad emisora, Portugal cerraría el período 2011-2013 con tres años de caídas consecutivas de la economía y una contracción acumulada del PIB del 6,6 %.

La mejoría de la economía lusa se aguarda ahora para 2014, año en el que el banco central espera una subida del PIB del 1,3 %, un porcentaje que, pese a todo, debe ser visto “con particular prudencia”, señala el documento, por los posibles efectos de nuevos ajustes presupuestarios y recortes todavía por definir.

Para el próximo ejercicio precisamente, Portugal afronta el reto de ejecutar una reforma del Estado que le permita ahorrar otros 4.000 millones de euros y garantizar la sostenibilidad de sus cuentas públicas.

El debate abierto sobre las medidas necesarias para conseguirlo ya se encuentra rodeado de polémica, después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicase la semana pasada un informe con recomendaciones de mayor austeridad y recortes, entre ellos reducción de los funcionarios y profesores y un nuevo aumento de las tasas que pagan los ciudadanos por utilizar la sanidad pública.

El banco central luso defiende, en su Boletín de Invierno, la necesidad de llevar a cabo estas reformas como algo “fundamental” para recuperar la confianza de los inversores y que Portugal pueda volver a emitir deuda a largo plazo en el mercado, lo cual está previsto en el segundo semestre de 2013.

El gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, ha destacado en varias ocasiones que esa reforma del Estado exige un “nuevo consenso social” para que las medidas tengan apoyo ciudadano.

Sin embargo, tanto la oposición de izquierdas como los sindicatos y diferentes grupos sociales se muestran totalmente contrarios a recortar aún más los gastos y servicios públicos.

“Una vez más, el primer ministro se equivoca; prometió a los ciudadanos una contracción del 1 % y ahora ya se habla de casi el doble”, afirmó hoy el líder de la oposición, el socialista Antonio José Seguro, que lamentó “un fracaso más” del jefe del Ejecutivo, el conservador Pedro Passos Coelho.

El banco central luso también espera en 2013 la destrucción de más de 87.000 puestos de trabajo, lo que agravaría los efectos del índice récord de paro, cercano al 16 %, que ya tiene Portugal.

El informe constata, no obstante, una mejora en las tasas de ahorro de los portugueses respecto a los años previos a la crisis y la sitúa para este año en torno al 11 %, como consecuencia de “las restricciones para lograr créditos y la percepción de la naturaleza permanente de los ajustes”.