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Los horarios vespertinos, principal escollo en la negociación para equiparar los convenios de Santander y Popular

Ana Botín, presidenta de Banco Santander.

Diego Larrouy

Banco Santander, Banco Popular y Banco Pastor tienen desde hace un año el mismo dueño pero, por el contrario, todavía no son la misma empresa, un hecho que no se producirá hasta después del verano. Sin embargo, el grupo Santander y los sindicatos ya iniciaron hace semanas las negociaciones para homologar los convenios laborales de los tres bancos, unificando las condiciones de los cerca de 30.000 empleados que suman.

Las partes están convocadas este viernes a una nueva reunión para lograr acercarse a un acuerdo que a estas alturas se ha visto frenado. Las posiciones se distanciaron después de que la empresa planteara en la mesa de negociación la propuesta de cambio de horarios para una parte de la plantilla que trabaja en oficinas que abrirán por la tarde. Este hecho ha resultado ser el principal escollo de una negociación que se preveía sin grandes dificultades por la similitud de los tres convenios.

Esta mesa, cuya sexta reunión es la que se celebra este viernes, estaba ideada en origen para poder armonizar las condiciones laborales de los tres bancos tras la fusión. Sin embargo, la empresa decidió vincular esta negociación con la modificación del horario. Según cálculos de los sindicatos, la medida afectaría en un inicio a unos 1.500 empleados, de los casi 30.000 que suma el colectivo.

Por ello, desde CCOO consideran un “despropósito” que la empresa vincule ambas negociaciones, ya que deja en el aire la aprobación de la homologación a estancias de que se apruebe la modificación del horario para una pequeña parte de la plantilla. De hecho, el sindicato señala que, por ello, todavía no ha comenzado a abordarse en profundidad la unificación de las condiciones laborales de la empresa.

La compañía plantea este cambio de horario para las oficinas de Smart Red, un grupo de sucursales que abrirán por la tarde de lunes a jueves. En caso de no lograrse un acuerdo en este punto, la empresa podría negociar de manera individual con cada trabajador, sirviéndose del artículo 41 del estatuto de los trabajadores. Por ello, CCOO defiende en una circular a la plantilla, que es preferible que se logre un acuerdo a través de la negociación colectiva, pese al “disparate” de incluirlo en las negociaciones del convenio.

El sindicato argumenta que la salida a esta situación debe estar basada en la voluntariedad y la flexibilidad y pone de ejemplos las negociaciones que se han realizado en otras empresas del sector como Bankia o Caixabank, donde también se ha ampliado horario en algunas oficinas. 

La propuesta de CCOO pasa por que el trabajador afectado solo trabaje dos tardes a la semana hasta un máximo de 100 al año y que el cierre de la sucursal sea a las seis y media de la tarde. A ello se sumaría una compensación de 3.000 euros anuales y 1.100 euros para la comida. Por contra, según el sindicato, la empresa les ha trasladado una propuesta que incluye el trabajo de cuatro tardes semanales, cierre a las siete y 2.200 euros de compensación. El sindicato considera esta alternativa “inasumible”, viendo lo que se ha firmado en las otras entidades. La empresa no ha valorado las negociaciones.

Además, se pone de límite las 1.000 oficinas de este tipo, en caso de que la empresa decida ampliar la red de 400 que existen actualmente. De este modo, los cambios en el horario podrían terminar afectando a unos 4.000 empleados.

El sindicato considera “decisiva” la reunión del viernes para conocer el futuro de la negociación de la homologación de los convenios. Señalan que, de no alcanzarse un acuerdo, se acabaría llegando a una situación en la que trabajadores con idénticas funciones tienen distintas condiciones.

La actual no es la primera ni será la última gran negociación entre las partes en un corto periodo de tiempo que tienen sindicatos y empresa después de que Banco Santander se hiciera con Banco Popular, después de su resolución. A finales del año pasado se negoció un ERE en los servicios centrales, tras la unión de ambas entidades, que dio por resultado el despido de 1.100 personas. Tras la fusión societaria de este otoño, se espera que se produzca un nuevo recorte en la red comercial, con cierre de sucursales y despidos, lo que implicará una nueva negociación.

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